Las fosas simuladas del laboratorio forense fueron cavadas en 2020 y las han monitoreado constantemente. / Cortesía Universidad Antonio Nariño
“Aquí es”, dijo el profesor Carlos Martín Molina, señalando un perímetro de 5x10 metros rodeados por una cerca. A simple vista parecería un corral para animales, vacío. Si no se sabe lo que hay allí, podría pasarse de largo. Pero resulta que debajo de la tierra, en ese punto, el lugar más alto de la sede que tiene en Usme la Universidad Antonio Nariño, podría haber la llave para impulsar la búsqueda de miles de personas desaparecidas durante el conflicto armado colombiano. Lo que está señalando Molina, geólogo de profesión y también formado...
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