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Esta mañana se conoció la noticia del asesinato de Francisco Luis Correa Galeano, conocido como el “cerebro” del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, ocurrido en mayo de 2022 en una playa de Barú, y testigo clave del caso.
Según la información entregada por las autoridades, el hombre fue asesinado en la celda 25 del pabellón 32 de la cárcel La Picota, de Bogotá. Allí estaba recluido y pagaba una condena de seis años y medio de prisión. El homicidio habría ocurrido sobre la medianoche anterior.
Sobre los detalles del hecho se conoce que habría muerto en medio de una riña en la que fue herido con arma blanca. Hasta la celda de Correa Galeano llegaron un médico y una enfermera que lo encontraron sin vida.
El presunto responsable, según las pesquisas iniciales, sería otro recluso identificado como Samuel Zuleta Márquez. El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía hizo el levantamiento del cuerpo y ahora avanzarán en la investigación para esclarecer el homicidio.
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¿Quién era Francisco Luis Correa?
Correa Galeano fue señalado y judicializado por ser la principal ficha en el caso del asesinato del fiscal Pecci. Las pruebas entregadas por la Fiscalía para su judicialización fueron claves para definir su responsabilidad como articulador del homicidio.
La investigación de la Fiscalía permitió esclarecer que Correa recibió el dinero para financiar el crimen y dio la orden a Marisol Londoño Bedoya, Cristian Camilo Monsalve Londoño, Wendret Carrillo, Gabriel Salinas y Eiverson Zabaleta para ejecutarlo.
También habría liderado algunas reuniones con los implicados en el caso, en la Plaza Minorista de Medellín, en las que se fraguó el crimen. Correa Galeano contactó a los sicarios, manejó las finanzas del crimen y transportó el arma con la que asesinaron al fiscal Pecci, según la Fiscalía.
Luego de atar todos los cabos en el crimen, Correa Galeano fue capturado el 3 de junio de 2022. Antes de ser recluido en La Picota había estado detenido en el búnker de la Fiscalía, en Bogotá.
El 20 de mayo de 2024 fue condenado a seis años y medio de prisión, tras acceder a un preacuerdo que rebajó su pena a cambio de aceptar su responsabilidad en el hecho y reparar a las víctimas.
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Los delitos que enfrentó Correa Galeano fueron fabricación, tráfico o porte de armas de fuego agravado, y amenazas contra servidor público. Este último por haber amenazado de muerte a la fiscal del caso y al juez de control de garantías que estaban frente al caso, como él mismo lo reconoció.
“Al momento de la captura, el señor Francisco Luis Correa Galeano amenazó a dos servidores públicos, a Mary Cruz Navarro y a José Luis Sepúlveda, los mismos fueron reparados simbólicamente y económicamente”, dijo el fiscal del caso, Mario Burgos, durante la audiencia de mayo del año pasado.
Los demás implicados en el caso también respondieron ya ante los juzgados por su responsabilidad: Margareth Chacón, condenada a 39 años de prisión por homicidio y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego. También han sido condenados Wendret Carrillo (tirador), Cristian Camilo Monsalve (marcador), Eiverson Adrián Zabaleta Arrieta (transportador de los asesinos) y Gabriel Carlos Luis Salinas Mendoza (conductor de la moto acuática).
Sobre el asesinato de Marelo Pecci
El fiscal paraguayo Marcelo Pecci, de 45 años, fue asesinado en una playa de Barú (Cartagena), el 10 de mayo de 2022, mientras disfrutaba de su luna de miel junto a su esposa, Claudia Aguilera, quien para la fecha estaba embarazada.
Pecci, especializado en investigaciones sobre crimen organizado, era reconocido por su experiencia siguiéndole la pista a los negocios de narcotráfico, lavado de dinero y financiación del terrorismo.
Entre los casos que tenían curso en su despacho estaba el atentado durante un festival de música en San Bernardino (Paraguay), en el que participaba el Binomio de Oro, cuyo principal objetivo era el narcotraficante Marcos Rojas.
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También estaba al frente de la investigación del asesinato de la hija del gobernador de Amambay y tres personas más en 2021, y el proceso en contra del jugador brasileño de fútbol Ronaldinho, detenido por tener un pasaporte falso.
Aguilera, esposa del fiscal asesinado, dijo en su momento que el funcionario no había recibido amenazas, pero sí tenía a su cargo una investigación importante sobre lavado de dinero y crimen organizado.
Reacciones por el crimen
Tras confirmarse el asesinato de Correa Galeano, la Fiscalía General de la Nación anunció que un fiscal de la Unidad de Vida de la Seccional Bogotá asumió la investigación sobre el asesinato. Las autoridades ya recogieron el material probatorio hallado en la celda en la que ocurrió el crimen.
“A esta hora se realizan entrevistas y se avanza en otros actos investigativos en aras de tener certeza sobre lo sucedido, establecer las causas y motivaciones del homicidio y orientar las acciones judiciales que correspondan”, informaron desde la Fiscalía.
La ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, también se pronunció: “Una vez conocido el hecho, se llamó a las autoridades y la Fiscalía General de la Nación procedió con las labores de investigación correspondientes y el levantamiento de la escena. Respetuosos de la investigación, esperaremos lo que surja de la misma para ser rigurosos en la determinación de las causas y de los hechos que sucedieron”.
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Tras haber firmado un preacuerdo, Correa Galeano salpicó a los demás implicados, incluidos integrantes de la mafia transnacional, que serían parte de los autores intelectuales del homicidio.
Por su parte, el abogado Francisco Bernate, presidente del Colegio de Abogados Penalistas de Colombia, lamentó el hecho por lo que significa para el avance de la investigación y el esclarecimiento total del caso.
Según Bernate, el 19 de enero se le “perdonaría” por el delito de homicidio y sería condenado solo por porte de armas. Calificó el homicidio como “absolutamente lamentable”, por la información que el sujeto había entregado para esclarecer el caso.
“Habíamos advertido a las autoridades sobre el peligro que corría esta persona y no se tomó ninguna precaución. Por el contrario, de estar en el búnker de la Fiscalía, pasó a una penitenciaría común donde lo asesinaron. Esperamos que el Estado colombiano avance en la investigación de estos hechos y ojalá la Unidad de Protección no siga haciendo caso omiso”, concluyó Bernate.
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