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Es momento del conjuez. Se trata de aquel abogado elegido para resolver empates entre los magistrados de las altas cortes. En este caso, hay una paridad cuatro a cuatro en la Sala Plena de la Corte Constitucional, la cual no pudo decidir esta tarde si el magistrado Alejandro Linares debe seguir conociendo del debate que podría despenalizar el aborto en Colombia. El llamado a resolver ese problema es el curtido abogado Hernando Yepes Arcila, uno de los 18 conjueces que tiene la Corte Constitucional para resolver paridades en distintas discusiones.
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Para entender la importancia de Yepes Arcila hay que mencionar el asunto de fondo: la despenalización del aborto en Colombia. La Corte Constitucional tenía previsto decidir esta semana sobre la demanda del movimiento feminista Causa Justa, la cual busca eliminar de Código Penal el delito de aborto. Es decir, ampliar las tres causales que en este momento permiten que las mujeres accedan a la práctica: malformación del feto, riesgo para la vida de la persona gestante y embarazo producto de violencia sexual.
La deliberación está reñida y Linares es uno de los magistrados que ha dado pistas sobre su eventual voto a favor de la despenalización del aborto. El problema es que una abogada pidió que se apartara del debate, pues el togado en un medio de comunicación opinó sobre la vibrante discusión. Ante la solicitud, el mismo Linares solicitó ser apartado del caso. Hoy se resolvió esa petición, pero la votación quedó cuatro a cuatro (son nueve magistrados en la Sala Plena). ¿Y entonces? Mientras no se resuelva el impedimento de Linares, por ahora este país no sabrá nada sobre la despenalización del aborto.
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Y ahí es donde entra el abogado Yepes Arcila, reconocido experto en el mundo del Derecho. El pasado 25 de febrero, fue escogido como uno de los 18 conjueces de la Corte Constitucional. “Se acude a la designación de conjueces cuando el número de los magistrados que deban separarse del conocimiento de un expediente por impedimento o recusación afecta el quorum establecido para aprobar una decisión”, es regla en la alta corte.
A Yepes Arcila la experiencia le sobra. Es doctor en Derecho y abogado de la Universidad Caldas. Fue magistrado de la Corte Suprema de Justicia en la Sala Constitucional. Además, fue magistrado de la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, así como primer presidente de ese despacho judicial. También, tiene experiencia como presidente de la Sala Administrativa del Consejo de Estado y como, justamente, conjuez de la Sala de lo Contencioso Administrativo.
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Además, participó en la Constituyente para la Constitución vigente, en representación del partido Conservador. Para ello, se retiró de la magistratura en la Corte Suprema de Justicia en 1990. “Esta es la Constitución de la diversidad. Lo es porque estableció como uno de sus ejes fundamentales la llegada al entramado constitucional del concepto de igualdad. La igualdad es diversidad. Esa es una realidad presente en el articulado, bastaría recordar que esta Constitución se ocupó con precisión del reconocimiento de la multiplicidad étnica del país”, señaló en una reciente entrevista en la Universidad de Antioquia.
Asimismo, Yepes Arcila fue uno de los firmantes del decreto que otorgó carácter permanente a la Comisión Interinstitucional para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos de los Trabajadores, en 1998. Estampó su nombre como ministro de Trabajo y de Seguridad Social. También ha sido secretario general de la Universidad de Caldas (1965-1968), secretario general de la Gobernación de Caldas (1971-1972) y consejero de la Embajada de Colombia ante el Gobierno Italiano (1980-1982).
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Por otro lado, Yepes Arcila es uno de los juristas con mayor criterio en el país. Fue invitado por el exfiscal general Eduardo Montealegre, en sus épocas de magistrado de la Corte Constitucional, para resolver la constitucionalidad de un proyecto de reforma a la Carta Magna invocado en 2003. Además, fue uno de los expertos invitados por la Corte Constitucional en 2017 para debatir sobre si los argumentos que dieron vida a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) se ajustaban a la Constitución. Intervinieron el entonces presidente del Congreso, el fiscal general, los presidentes de las altas cortes, ministros de gobierno y organizaciones defensoras de derechos humanos.
En entrevista con Caracol TV, en 2015, Yepes Arcila dio a conocer sus criticas hacía la magistratura en Colombia. “Hay una tendencia continua hacia la degradación del nivel de calidad en lo profesional, humano y técnico de los componentes de las altas cortes, sin que deje de haber en ellas grandes juristas”, señaló. Luego, el tiempo y la justicia le darían la razón, tras el destapo del escándalo del cartel de la toga, un entramado de corrupción en el cual se negociaron fallos en la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.
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“El cartel de la toga es un hecho completamente inverosímil. Nosotros fuimos educados en las viejas escuelas de Derecho, que tenían como imagen la figura del juez como sagrada. No porque se la proteja artificialmente contra la vigilancia social, sino porque sus acciones lo son. Se ajustan a la misión que la sociedad le confía. Es la mayor humillación. La toga es limpia, no admite la más mínima sobra de mancha”, señaló en marzo de este año, en el programa La Hora de la Verdad, en el contexto de la condena a 19 años de prisión del exmagistrado Francisco Ricaurte por negociar fallos en la Corte Suprema.
Yepes Arcila ha sido, además, columnista de El Tiempo, enfocado en temas de justicia. Ahora tiene el turno de resolver una discusión paralela al debate del aborto, sobre la posibilidad de que el magistrado Linares ejerza su voto. Fuentes cercanas a la Corte Constitucional le dijeron a El Espectador que el trámite podría durar una semana o dos. Su decisión quedará en la historia, pues tendría relevancia en la votación final sobre la despenalización, la cual hasta antes del impedimento presentado por Linares estaba en empate. Llegó la hora del conjuez.
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