¿Quién es Luz Adriana Camargo, la nueva fiscal general?
La Corte Suprema de Justicia eligió este martes 12 de marzo a Luz Adriana Camargo como la nueva fiscal general de la Nación. La nueva jefa del ente investigador conoce como pocos a la entidad, pues trabajó como fiscal delgada ante la Corte Suprema de Justicia durante ocho años. Esta es su hoja de vida.
Luz Adriana Camargo Garzón es la décima fiscal general de la Nación. Así lo decidió la Corte Suprema de Justicia este martes 12 de marzo, luego de casi tres meses de votaciones. La recién elegida llega como la fiscal número 10 en ser escogida por el alto tribunal, pero la 15 si se tienen en cuenta los fiscales encargados. Su llegada a uno de los cargos de más poder en el país marca un hecho en la historia de la entidad: es la primera vez que la Corte elige a una terna de solo mujeres y, como pocos fiscales, la ganadora conoce bien los pormenores de la Fiscalía, pues hizo carrera por los pasillos del búnker.
(En contexto: Luz Adriana Camargo es la nueva fiscal general)
¿Quién es la nueva fiscal general de la Nación?
Luz Adriana Camargo es abogada de la Universidad de la Sabana y tiene una especialización en Derecho Penal y Criminología de la Universidad Libre de Colombia. Arrancó su carrera en la Rama Judicial en 1988, como oficial mayor de un juzgado de Bogotá y fue escalando hasta entrar a la Fiscalía. Hoy se sabe que es cercana al ministro de Defensa, Iván Velázquez, cuando trabajaron juntos cuando él hacía parte de la Corte Suprema de Justicia. También fue magistrada auxiliar de la Sala de Casación Penal del alto tribunal.
Camargo también hizo parte, junto al ministro de Defensa, de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), de la cual él era el director y ella la jefa de investigación y litigio. En ese país, ambos adelantaron investigaciones contra funcionarios públicos que tenían que ver con casos de corrupción. Una de ellas tuvo que ver con el entramado de Odebrecht en Guatemala.
(Le puede interesar: Amelia Pérez renunció a la terna para ser fiscal general)
En Colombia, Camargo es reconocida por su trabajo como magistrada auxiliar de la Corte Suprema, donde investigó los vínculos entre distintos políticos con grupos paramilitares, en lo que se conoció como la parapolítica. Asimismo, participó de la investigación por corrupción que reveló la llamada Yidispolítica, en la que se condenó a algunos políticos como los exministros Diego Palacio y Sabas Pretelt por entregar coimas a la entonces congresista Yidis Medina y a Teodolindo Avendaño a cambio de votos en el Congreso para aprobar la reelección de Álvaro Uribe Vélez.
Durante su presentación ante la Sala Plena de la Corte el pasado 20 de noviembre, Camargo propuso fortalecer las rutas de atención de las víctimas, mejoras en la participación de los fiscales en el juicio, priorizar casos con enfoque territorial (fenómenos criminales que afectan a los lugares más afectados). Sobre este último punto, señaló que hay que fortalecer las seccionales de la Fiscalía General en las regiones para evitar que estos grupos de crimen multimodal avancen.
(Lea también: Corte Suprema de Justicia vota por cuarta vez, pero no elige fiscal general)
Para Camargo es clave centralizar información para poder cruzar datos y avanzar en investigaciones, a través de modelos de inteligencia artificial. “Es importante perfeccionar colaboraciones con otras agencias como ciberdelitos, ciberseguridad, análisis de ADN, que tienen agencias y gobiernos como el británico, chino, entre otros”, aseguró en ese entonces.
Esta es la hoja de vida de Luz Adriana Camargo:
Según registra en la hoja de vida que le presentó Camargo a la Corte Suprema de Justicia, arrancó su vida en la rama judicial en 1987, cuando fue Oficial Mayor del Juzgado 19 Superior de Bogotá. En ese cargo, la ahora fiscal general de la Nación tenía que “proyectar autos y sentencias en juicios seguidos contra ciudadanos por la comisión de delitos de homicidio y contra la fe pública”. Un año después, pasó a ser la juez 106 de Instrucción Criminal, puesto en el que, principalmente, adelantó investigaciones en contra de ciudadanos por la comisión de delitos comunes.
Al salir de ese cargo en abril de 1989 se dedicó por dos años al litigio. En abril de 1991 fue asesora del director Seccional de Instrucción Criminal de Bogotá, D.C.y Cundinamarca en el manejo y dirección de los Juzgados de Instrucción Criminal y de la Policía Judicial. También lo asesoró en la programación y ejecución del presupuesto de inversión y gasto. De allí, dio el primer salto en su carrera en la Fiscalía. En junio de 1992 fue directora Seccional Administrativa y Financiera de la Fiscalía en Bogotá y Cundinamarca, cargo que ocupó hasta 1994 y en el que tuvo que “programar y ejecutar el presupuesto de inversión y gasto para las áreas funcionales adscritas a la fiscalía General de la Nación, Seccionales Bogotá y Cundinamarca”, según consta en su hoja de vida.
En noviembre de 1996, Luz Adriana Camargo fue nombrada fiscal auxiliar ante la Corte Suprema de Justicia, cargo en el que apoyó las investigaciones contra ministros, gobernadores y miembros de misión diplomática, investigaciones especialmente referidas a delitos contra la administración pública y fenómenos de corrupción. Se mantuvo ahí hasta 2003, año en el que pasó a ser fiscal delegada ante el alto tribunal. En ese puesto, Camargo dirigió las investigaciones que en el cargo anterior solo apoyó.
En 2005, Camargo llegó a la Corte Suprema de Justicia como magistrada auxiliar de la Sala Penal. Al cumplir tres años en ese cargo, Camargo fue designada para integrar la Unidad Especial de Investigación, creada para adelantar las averiguaciones penales contra Senadores y Representantes a la Cámara. Esto, con ocasión de la infiltración de organizaciones paramilitares en política. En 2014, cuando dejó la Corte, fue que llegó a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG-ONU), donde trabajó de la mano con el hoy ministro de Defensa, Iván Velásquez.
Desde 2018 y hasta ahora, Luz Adriana Camargo se dedicó a ser perito en litigios internacionales ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Dentro de sus más recientes casos, está el de Santiago Leguizamón y Familia vs. Paraguay en 2022, en donde aportó su experiencia para emitir conceptos sobre la violencia contra periodistas en regiones de alta peligrosidad para ejercer la libertad de expresión.
En 2022, por ejemplo, también fue perito en el caso Digan Ochoa y Plácido vs México. Allí trabajó sobre los estándares internacionales aplicables a investigaciones por asesinato de defensoras o defensores de derechos humano. El enfoque manejado en ese caso fue “en materia forense, conformación de cadena de custodia de la prueba, manejo de escenas de crimen complejas, líneas lógicas de investigación y peritajes sicológicos, cuando se maneja como variante una hipótesis de suicidio”.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
Luz Adriana Camargo Garzón es la décima fiscal general de la Nación. Así lo decidió la Corte Suprema de Justicia este martes 12 de marzo, luego de casi tres meses de votaciones. La recién elegida llega como la fiscal número 10 en ser escogida por el alto tribunal, pero la 15 si se tienen en cuenta los fiscales encargados. Su llegada a uno de los cargos de más poder en el país marca un hecho en la historia de la entidad: es la primera vez que la Corte elige a una terna de solo mujeres y, como pocos fiscales, la ganadora conoce bien los pormenores de la Fiscalía, pues hizo carrera por los pasillos del búnker.
(En contexto: Luz Adriana Camargo es la nueva fiscal general)
¿Quién es la nueva fiscal general de la Nación?
Luz Adriana Camargo es abogada de la Universidad de la Sabana y tiene una especialización en Derecho Penal y Criminología de la Universidad Libre de Colombia. Arrancó su carrera en la Rama Judicial en 1988, como oficial mayor de un juzgado de Bogotá y fue escalando hasta entrar a la Fiscalía. Hoy se sabe que es cercana al ministro de Defensa, Iván Velázquez, cuando trabajaron juntos cuando él hacía parte de la Corte Suprema de Justicia. También fue magistrada auxiliar de la Sala de Casación Penal del alto tribunal.
Camargo también hizo parte, junto al ministro de Defensa, de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), de la cual él era el director y ella la jefa de investigación y litigio. En ese país, ambos adelantaron investigaciones contra funcionarios públicos que tenían que ver con casos de corrupción. Una de ellas tuvo que ver con el entramado de Odebrecht en Guatemala.
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En Colombia, Camargo es reconocida por su trabajo como magistrada auxiliar de la Corte Suprema, donde investigó los vínculos entre distintos políticos con grupos paramilitares, en lo que se conoció como la parapolítica. Asimismo, participó de la investigación por corrupción que reveló la llamada Yidispolítica, en la que se condenó a algunos políticos como los exministros Diego Palacio y Sabas Pretelt por entregar coimas a la entonces congresista Yidis Medina y a Teodolindo Avendaño a cambio de votos en el Congreso para aprobar la reelección de Álvaro Uribe Vélez.
Durante su presentación ante la Sala Plena de la Corte el pasado 20 de noviembre, Camargo propuso fortalecer las rutas de atención de las víctimas, mejoras en la participación de los fiscales en el juicio, priorizar casos con enfoque territorial (fenómenos criminales que afectan a los lugares más afectados). Sobre este último punto, señaló que hay que fortalecer las seccionales de la Fiscalía General en las regiones para evitar que estos grupos de crimen multimodal avancen.
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Para Camargo es clave centralizar información para poder cruzar datos y avanzar en investigaciones, a través de modelos de inteligencia artificial. “Es importante perfeccionar colaboraciones con otras agencias como ciberdelitos, ciberseguridad, análisis de ADN, que tienen agencias y gobiernos como el británico, chino, entre otros”, aseguró en ese entonces.
Esta es la hoja de vida de Luz Adriana Camargo:
Según registra en la hoja de vida que le presentó Camargo a la Corte Suprema de Justicia, arrancó su vida en la rama judicial en 1987, cuando fue Oficial Mayor del Juzgado 19 Superior de Bogotá. En ese cargo, la ahora fiscal general de la Nación tenía que “proyectar autos y sentencias en juicios seguidos contra ciudadanos por la comisión de delitos de homicidio y contra la fe pública”. Un año después, pasó a ser la juez 106 de Instrucción Criminal, puesto en el que, principalmente, adelantó investigaciones en contra de ciudadanos por la comisión de delitos comunes.
Al salir de ese cargo en abril de 1989 se dedicó por dos años al litigio. En abril de 1991 fue asesora del director Seccional de Instrucción Criminal de Bogotá, D.C.y Cundinamarca en el manejo y dirección de los Juzgados de Instrucción Criminal y de la Policía Judicial. También lo asesoró en la programación y ejecución del presupuesto de inversión y gasto. De allí, dio el primer salto en su carrera en la Fiscalía. En junio de 1992 fue directora Seccional Administrativa y Financiera de la Fiscalía en Bogotá y Cundinamarca, cargo que ocupó hasta 1994 y en el que tuvo que “programar y ejecutar el presupuesto de inversión y gasto para las áreas funcionales adscritas a la fiscalía General de la Nación, Seccionales Bogotá y Cundinamarca”, según consta en su hoja de vida.
En noviembre de 1996, Luz Adriana Camargo fue nombrada fiscal auxiliar ante la Corte Suprema de Justicia, cargo en el que apoyó las investigaciones contra ministros, gobernadores y miembros de misión diplomática, investigaciones especialmente referidas a delitos contra la administración pública y fenómenos de corrupción. Se mantuvo ahí hasta 2003, año en el que pasó a ser fiscal delegada ante el alto tribunal. En ese puesto, Camargo dirigió las investigaciones que en el cargo anterior solo apoyó.
En 2005, Camargo llegó a la Corte Suprema de Justicia como magistrada auxiliar de la Sala Penal. Al cumplir tres años en ese cargo, Camargo fue designada para integrar la Unidad Especial de Investigación, creada para adelantar las averiguaciones penales contra Senadores y Representantes a la Cámara. Esto, con ocasión de la infiltración de organizaciones paramilitares en política. En 2014, cuando dejó la Corte, fue que llegó a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG-ONU), donde trabajó de la mano con el hoy ministro de Defensa, Iván Velásquez.
Desde 2018 y hasta ahora, Luz Adriana Camargo se dedicó a ser perito en litigios internacionales ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Dentro de sus más recientes casos, está el de Santiago Leguizamón y Familia vs. Paraguay en 2022, en donde aportó su experiencia para emitir conceptos sobre la violencia contra periodistas en regiones de alta peligrosidad para ejercer la libertad de expresión.
En 2022, por ejemplo, también fue perito en el caso Digan Ochoa y Plácido vs México. Allí trabajó sobre los estándares internacionales aplicables a investigaciones por asesinato de defensoras o defensores de derechos humano. El enfoque manejado en ese caso fue “en materia forense, conformación de cadena de custodia de la prueba, manejo de escenas de crimen complejas, líneas lógicas de investigación y peritajes sicológicos, cuando se maneja como variante una hipótesis de suicidio”.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.