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En una elección cargada de tensiones y controversias, el Senado eligió este martes a Miguel Efraín Polo Rosero como nuevo magistrado de la Corte Constitucional. Polo reemplazará a Antonio José Lizarazo, quien culminará su periodo en febrero de 2025. La plenaria del Senado decidió entre la terna enviada por el Consejo de Estado el pasado 22 de octubre, conformada por Polo, Claudia Dangond y Jaime Humberto Tobar.
Polo Rosero terminó siendo elegido con 57 votos de 104 posibles. El nuevo magistrado destacó su compromiso de defender con firmeza el papel de la Corte Constitucional y el trabajo de sus integrantes, resaltando la dedicación y entrega de estos en la protección de la Constitución. También expresó su agradecimiento al Consejo de Estado por haberlo incluido en la terna que le permitió llegar al alto tribunal.
En contexto: Senado eligió a Miguel Polo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional
Miguel Efraín Polo, de 47 años, cuenta con una amplia trayectoria profesional y académica. Nacido en Bogotá, es abogado de la Universidad Javeriana, posee una maestría en Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia y diversas especializaciones en áreas como Políticas Públicas con Perspectiva de Género, Derecho Administrativo y Derecho Comercial. Su experiencia en la Corte Constitucional abarca más de una década.
Inició como auxiliar judicial de ese alto tribunal en 2005 y, con el tiempo, ascendió a magistrado auxiliar en varios despachos, incluido el de Vladimir Fernández Andrade, quien posteriormente fue secretario jurídico de la Presidencia de Gustavo Petro. Durante el periodo en que Fernández no había asumido como magistrado titular, Polo ocupó su lugar como magistrado encargado. Además, trabajó como magistrado auxiliar en los despachos de Luis Guillermo Guerrero y Alejandro Linares Cantillo. También se desempeñó como abogado sustanciador en el Consejo de Estado.
Entre 2008 y 2009 fue asesor legislativo de Germán Vargas Lleras y Rodrigo Lara en el Senado. Posteriormente, durante el gobierno de Juan Manuel Santos, trabajó en la Defensoría del Pueblo como defensor delegado para las políticas públicas en derechos humanos. Su elección al cargo estuvo rodeada de tensiones políticas y un hecho sin precedentes en el Senado. Luego de un empate inicial de 50 votos con Claudia Dangond, un “voto fantasma” obligó a repetir la votación al día siguiente, donde Polo finalmente obtuvo 57 votos frente a los 47 de Dangond.
Este proceso puso nuevamente sobre la mesa la supuesta polarización en el Senado entre los partidarios del gobierno de Gustavo Petro y la oposición, ya que Polo fue señalado como el candidato afín al presidente y al Pacto Histórico. A pesar de estas críticas, el nuevo magistrado afirmó que su designación fue producto del Consejo de Estado y el voto del Senado, destacando su independencia y trayectoria. Sin embargo, Polo contó con el respaldo político del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y del Pacto Histórico. Incluso el presidente Petro calificó la elección como “un gran triunfo”. No obstante, su carrera muestra vínculos con figuras de diferentes corrientes políticas.
Esta era la cuarta vez que Polo aspiraba a una silla en la Corte Constitucional, tras intentarlo en 2020, 2021 y 2022. En octubre de este año, fue incluido en la terna enviada por el Consejo de Estado junto a Claudia Dangond y Jaime Humberto Tobar, para reemplazar al magistrado Lizarazo. Aunque fue el último en ser ternado, su postura crítica hacia el alto tribunal, en especial frente al porcentaje de tutelas tomadas en contra de decisiones judiciales de otras cortes, marcó su candidatura. Esta postura generó debate e incluso provocó que, poco después de su designación en la terna, circulara un documento interno en la Corte Constitucional refutando sus declaraciones.
Durante su intervención ante la plenaria del Senado el pasado lunes, Miguel Polo Rosero destacó la trascendencia del papel de los congresistas en la elección de magistrados de la Corte Constitucional. Subrayó que este deber implica un compromiso esencial con la integridad y supremacía de la Constitución. Según Polo, los magistrados deben estar dedicados a la defensa de la democracia, la protección de las instituciones y la preservación del equilibrio de poderes.
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Además, enfatizó que su inclusión en la terna fue resultado del reconocimiento del Consejo de Estado a su trayectoria profesional. Resaltó que este órgano confió en su autonomía, independencia, transparencia, honradez y capacidad jurídica para ocupar el cargo. Polo aseguró a los congresistas y al país que su labor estará guiada por una fidelidad absoluta a la Constitución, al sistema democrático y a las reglas electorales, reafirmando su visión sobre el papel que debe desempeñar un juez constitucional.
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