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Desde hace varios años, las autoridades ya le respiraban en la nuca a Dairo Antonio Úsuga. La operación Agamenón, liderada militares, policías, la Fiscalía y funcionarios de inteligencia, desplegada hace varios años para dar con su paradero logró su objetivo este sábado 23 de octubre: capturó a Úsuga, más conocido como Otoniel, uno de los hombres que ha conocido el crimen colombiano prácticamente desde todas sus facetas.
Sus inicios
Hasta hoy fue el hombre más buscado de Colombia y la cabeza desde hace años del Clan del Golfo, para muchos investigadores, como la Fundación Paz y Reconciliación, la estructura armada ilegal más grande de Colombia. Nació en Turbo (Antioquia) e inició su carrera criminal en las filas de la extinta guerrilla del Ejército Popular de Liberación (EPL), hasta su desmovilización en 1991. A sus 19 años, y cuando ya había dejado las armas pasó a ser parte los hombres de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu).
(En contexto: Clan del Golfo: Capturan a alias Otoniel, el hombre más buscado del país)
Allí llegó de la mano de uno de sus hermanos, Juan de Dios Úsuga, alias Giovanni, uno de sus familiares y quien lo acompañó por varios años en el paramilitarismo. Según el portal InsightCrime, cuando las Acci se fusionaron con las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), Otoniel pasó a estar bajo las órdenes de Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario, con quien inició el negocio de las extorsiones y el lavado de activos. Para septiembre de 2005, Antonio Úsuga volvió a dejar las armas.
Entregó armas en dos ocasiones
Lo hizo en el corregimiento de Tilodirán del municipio de Yopal (Casanare), pues quería acceder a los beneficios de la ley de Justicia y Paz. Y así fue. En agosto del siguiente año, Otoniel quedó en los registros oficiales como un paramilitar que podía acceder a esa justicia transicional, pero para esa época era conocido con el alias de Cachama. Para ese momento se sabía que Úsuga había tomado las riendas del Bloque Centauros en 2004, después de la muerte de Miguel Arroyave.
En video: Imágenes de la captura de alias Otoniel)
Sin que al día de hoy exista una explicación de su parte, Otoniel se retiró de Justicia y Paz y nunca participó en ninguna diligencia. Su ausencia le costó la expulsión del sistema transicional casi 10 años después de haber dejado las armas por segunda vez. Con la desaparición de Otoniel del radar de las autoridades, se supo que había vuelto a armarse en alianza con su antiguo jefe, Don Mario. De esa unión nacieron Los Urabeños, un grupo que se asentó en la costa Caribe, Pacífica y en la región Andina, con el objetivo de retomar la operación y control criminal, con un especial foco en el narcotráfico.
Después de la muerte de “Don Mario”, “Otoniel” se convirtió en el único líder
Tras la captura de Don Mario en 2009 y su extradición meses después, Otoniel y su hermano Giovanni, tomaron el control de Los Urabeños, cuyo nombre se debe al control que ejercían en la zona antioqueña de Urabá. Con los hermanos a la cabeza del grupo, pronto se empezaron a ser llamado: el Clan Úsuga. Años después su nombre cambió y hoy son reconocidos bajo el nombre del Clan del Golfo o Autodefensas Gaitanistas de Colombia -nombre que la familia de Jorge Eliecer Gaitán repudia profundamente-.
(Lea también: Estas son las primeras fotos de Otoniel tras su captura)
Otoniel llegó a convertirse en la cabeza única del grupo luego de la muerte de su hermano en un operativo militar en 2012. Información oficial da cuenta de que el Clan del Golfo trabaja con antiguos miembros del EPL y de los movimientos de autodefensas que integró Úsuga. De acuerdo con la Fundación Paz y Reconciliación, para agosto de 2020 el grupo llegó a tener presencia en 211 de los más de 1.100 municipios del país. Sus milicias operan principalmente en Antioquia (52 municipios), Bolívar (23 municipios), Córdoba (23 municipios) y Chocó (21 municipios).
Su importancia
La captura de Otoniel tardó años en realizarse, pese a que el gobierno Duque desplegó una de las operaciones militares más grandes de los últimos años para dar con su paradero: Agamenón. Según el ministro de Defensa, Diego Molano, el jefe del Clan del Golfo se había convertido en una de las peores amenazas para todo el país, no solo por las grandes cantidades de droga que podía exportar, sino porque era un “regulador del microtráfico”, que generó una guerra entre otros grupos ilegales que incluso ocasionó varias masacres
Su trascendencia era tan elevada que hasta la DEA ofrecía $18 mil millones por su captura. Aunque llevaba varios años buscando negociar su entrega o desmovilización con las autoridades. Sin embargo, nunca se concretó y, desde el viernes pasado, el Ejército, la Policía y la Fiscalía lo mantuvieron cercado en zona rural de El Totumo, en el municipio de Necoclí, en el golfo de Urabá. Se estima que Otoniel tiene en su contra al menos 122 órdenes de captura por homicidios, reclutamiento ilícito, concierto para delinquir, secuestro extorsivo, terrorismo, porte ilegal de armas y narcotráfico.
Además, tiene ya en su contra seis condenas en firme y se espera que sea extraditado hacia Estados Unidos, luego de que un juez de Bogotá, a donde será trasladado esta misma noche. Según los registros oficiales, en su contra ya existen dos pedidos de extradición.
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