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Hace poco más de un año, el Ejército Nacional lideró una operación para dar con alias Bruno, un líder narcotraficante que al parecer operaba en Putumayo, específicamente en la vereda Alto Remanso de Puerto Leguízamo. La incursión militar, dirigida contra un bazar, terminó con la muerte de 11 civiles, entre ellos autoridades indígenas y un menor de edad. Ahora, la Procuraduría abrió una investigación formal y tiene un listado preciso de los militares que podrían responder por graves violaciones de derechos humanos.
En contexto: ¿Cómo fue el operativo militar en Putumayo en el que murieron 11 civiles?
Se trata del brigadier general Walther Adrián Giraldo Jiménez; el coronel Carlos Mauricio Salgado Romero; el teniente coronel Néstor Andrés Cadena Bautista; el capitán Jorge Erney Marroquín Cadena; el teniente Julián Ernesto Ávila Martínez; el sargento segundo Andrés Quiñonez Mendoza; y los cabos primeros Wilson Santamaría Ramos y Wilmer Rodríguez Arango.
La hipótesis consolidada hasta el momento por la Sala de Instrucción de la Procuraduría, tras analizar las pesquisas de la Delegada para los Derechos Humanos, es que los militares habrían disparado de manera indiscriminada, causándole la muerte a más de una decena de personas y dejando heridas a otras cinco, entre ellas una mujer embarazada. Además, todo indica que modificaron la escena, antes de que funcionarios de policía judicial llegaran al bazar comunal.
Un general bajo la lupa
El brigadier general Walther Adrián Giraldo Jiménez es uno de los oficiales del Ejército con mayor responsabilidad en Colombia. Desde noviembre pasado, es comandante de la Fuerza de Tarea Quirón. Una unidad militar encargada de los siete municipios de Arauca, así como el municipio de Cubará (Boyacá) y los corregimientos de Samoré y Gibraltar (Norte de Santander). Giraldo comanda parte de la frontera con Venezuela, donde el Eln se esconde tras las montañas y donde se ubican cruciales proyectos de hidrocarburos como el oleoducto Caño Limón – Coveñas.
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Al momento de la incursión en Alto Remanso, el brigadier general Giraldo lideraba el Comando contra el Narcotráfico y Amenazas Transnacionales (CONAT) del Ejército. Justamente, las Fuerzas Militares allegaron a la Defensoría que se perseguía a los Comandos de la Frontera y a la disidencia de Iván Márquez, que operaría con alrededor de 500 integrantes en Putumayo. Giraldo cuenta con una hoja de vida destacada: sus distintivos, medallas y condecoraciones se cuentan por decenas.
Entre los cursos del brigadier general Giraldo están de lucha contra las finanzas ilícitas, derechos humanos, paracaidismo y el básico de infantería. Tiene una trayectoria de más de 33 años y ha sido comandante de batallón contraguerrillas, de fuerzas especiales, de infantería y comandante del Centro Nacional de Entrenamiento Militar. La Procuraduría investigará si, además, tiene algo que ver con un hecho aberrante: agregar en la escena del crimen material de guerra, como armas y chalecos, así como el traslado de varios de los cuerpos de las víctimas.
De mejor comandante de brigada, a investigado
El coronel Carlos Mauricio Salgado Romero fue laureado a finales de 2021, tres meses antes de la incursión en Alto Remanso, como el mejor comandante de brigada del Ejército contra el Narcotráfico. La misma Fiscalía, a través del investigador Anderxon Acosta, reconoció que Salgado fue crucial para el desmantelamiento de diferentes grupos delictivos dedicados al tráfico de estupefacientes durante los meses previos a las muertes durante operación militar. “La justicia ha podido consolidar importantes golpes a distintas actividades ilícitas propias del narcotráfico, y en gran medida, a la labor del coronel”, registró el Ejército Nacional.
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Salgado Romero, al momento de la incursión en Putumayo, era comandante de la Brigada Contra el Narcotráfico N. 1, dependiente del mencionado CONAT y definido como la “punta de lanza” de la lucha contra los delitos transnacionales. La información pública sobre la brigada permite saber el porqué el Ejército terminó incursionando en Alto Remanso. Entre 2020 y 2021, ayudó con la destrucción de 70 laboratorios de procesamiento de cocaína, la captura de 141 personas señaladas por narcotráfico y presentó como resultado la muerte de nueve personas. Sin embargo, la Procuraduría considera que la brigada comandada por Salgado habría participado en “situaciones presuntamente irregulares” en Putumayo.
Escasez de información pública
Sobre los demás militares involucrados en la investigación, solo se encuentra información pública del teniente Julián Ernesto Ávila Martínez, quien es miembro del Ejército Nacional desde julio de 2013. Se puede constatar su formación en inteligencia de combate a distancia, de la Escuela “Brigadier General Ricardo Charry Solano”. De los demás, se conoce de su carrera como oficiales y suboficiales, y que en su contra se ordenó la práctica de pruebas documentales y testimoniales para esclarecer los hechos que rodearon la muerte de los civiles en la vereda Alto Remanso.
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