“Reafirmamos apoyo a toda política de Estado que tenga por objeto la paz”: CIDH
Luego de su visita a Colombia el pasado mes de abril, la Comisión internacional entregó un documento de 35 páginas en las que explica sus observaciones preliminares tras su instancia en el país.
Luego de dos meses de haber visitado Colombia bajo la modalidad de in loco, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dio a conocer las observaciones preliminares de su visita, luego de haber recorrido departamentos como Antioquia, Cauca, Chocó, La Guajira, Magdalena, Nariño, Putumayo y Valle del Cauca desde el 15 hasta el 19 de abril. Entre sus principales hallazgos, que fueron comunicados al final de su instancia en el país, este organismo internacional encontró varios problemas, principalmente respecto a la situación de inseguridad y cómo esta afecta directamente los derechos humanos de la población.
El objetivo principal de esa visita fue, entre otros asuntos, observar la situación de derechos humanos en Colombia, con especial énfasis en la seguridad ciudadana, los impactos diferenciados de la violencia y la implementación del Acuerdo de Paz. En sus observaciones preliminares, consolidadas en un documento de 35 páginas y 150 puntos, la Comisión resaltó “que la extrema desigualdad y la discriminación estructural se relacionan con el conflicto armado y con las diferentes manifestaciones de la violencia”. Ante ese escenario, la Comisión valoró la implementación del Acuerdo de Paz y reafirmó su apoyo a las políticas de Estado que busquen alcanzar la paz “partir del diálogo participativo y el respeto a los derechos humanos”.
Para alcanzar este objetivo, la CIDH hace hincapié en la necesidad de impulsar espacios de participación efectiva, “a los efectos de alcanzar los acuerdos políticos y sociales necesarios para implementar medidas que aborden la integralidad de las violaciones a los derechos humanos”. La Comisión recordó que durante su instancia en Colombia logró dialogar con autoridades de las diferentes ramas del poder, incluidos los entes de control, y sostuvo encuentros con pueblos indígenas, comunidades afro, campesinos, líderes sociales, personas LGBTIQ+, organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres, víctimas del conflicto, entre otros actores.
La CIDH señala que la elaboración de observaciones se da a partir de la información entregada durante cada uno de los diálogos. En sus conclusiones, la Comisión internacional reseña que en Colombia “se ha consolidado una cultura de la violencia como consecuencia del largo conflicto armado que ha afectado a sucesivas generaciones desde hace 65 años. La normalización de la violencia conlleva a que se acuda a ella, inclusive como un medio ordinario de resolución de conflictos”.
Y añade en otro de sus puntos: “La CIDH observa que las violaciones a los derechos humanos (...) tienen como común denominador la violencia vinculada al conflicto armado, y la derivada de la cultura patriarcal, racista y clasista, que persiste en someter a los sujetos sobre los cuales se ejerce esa violencia. De este modo, las principales víctimas de estas situaciones son las personas indígenas, afrodescendientes y campesinas, las mujeres y personas LGBTI, las niñas, niños y adolescentes, las personas en situación de vulneración socioeconómica y habitantes de zonas con escasa presencia del Estado, mayoritariamente en áreas rurales y periferias urbanas. En las distintas reuniones con sociedad civil, la CIDH pudo comprender cómo todos estos elementos se interseccionan y acumulan los riesgos y vulneraciones a sus derechos humanos”.
Para la Comisión, “el Estado ha tenido un rol fundamental en consolidación de esta cultura de la violencia. Por un lado, históricamente, la respuesta del Estado al conflicto armado se caracterizó por un énfasis punitivo y bélico que prioriza la confrontación armada. El enfoque de mano dura alejado de una seguridad multidimensional, profundizó el conflicto y contribuyó a la consolidación de esta sociabilidad violenta que ha debilitado la confianza en las instituciones y ha fomentado una polarización política que se manifiesta en visiones contrapuestas sobre asuntos como los orígenes del conflicto, los medios para erradicarlo y el modelo económico”.
En entrevista con El Espectador, luego de la visita de la Comisión a Colombia, José Luis Caballero, segundo vicepresidente de la CIDH y relator para Colombia, señaló que la respuesta estatal frente a la violencia en el país “tiene una mirada muy amplia y dedicada a la paz total y a asegurar que el conflicto termine. La Comisión, digamos, ve que el Estado está con mucha disposición y que ha generado un marco muy novedoso. Los órganos derivados del Acuerdo de Paz son ejemplares en muchos contextos de la región. Pero eso se tiene que traducir en una implementación mucho más clara en todos los niveles ante las ausencias que nosotros pudimos constatar, sobre todo en territorio”.
Recomendaciones de la CIDH
Entre las recomendaciones que adjuntó la Comisión al documento de observaciones se destaca el desarrollo de “políticas redistributivas que garanticen el acceso pleno a los derechos y disminuyan la desigualdad, así como a fortalecer su presencia integral en todo territorio”, como le dijo a este diario el relator Caballero. Además, aconsejan “investigar, juzgar y sancionar a los autores materiales e intelectuales responsables de graves violaciones de derechos humanos con enfoque intercultural, de género y generacional”.
Entre otros puntos, la CIDH dejó en claro que Colombia necesita cumplir con su obligación internacional de proteger la vida e integridad de las personas en todo el territorio nacional; y tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de las comunidades, “en particular en aquellos territorios en los que se hayan decretado ceses al fuego bilaterales”.
Conozca las observaciones de la visita de la CIDH a Colombia:
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
Luego de dos meses de haber visitado Colombia bajo la modalidad de in loco, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dio a conocer las observaciones preliminares de su visita, luego de haber recorrido departamentos como Antioquia, Cauca, Chocó, La Guajira, Magdalena, Nariño, Putumayo y Valle del Cauca desde el 15 hasta el 19 de abril. Entre sus principales hallazgos, que fueron comunicados al final de su instancia en el país, este organismo internacional encontró varios problemas, principalmente respecto a la situación de inseguridad y cómo esta afecta directamente los derechos humanos de la población.
El objetivo principal de esa visita fue, entre otros asuntos, observar la situación de derechos humanos en Colombia, con especial énfasis en la seguridad ciudadana, los impactos diferenciados de la violencia y la implementación del Acuerdo de Paz. En sus observaciones preliminares, consolidadas en un documento de 35 páginas y 150 puntos, la Comisión resaltó “que la extrema desigualdad y la discriminación estructural se relacionan con el conflicto armado y con las diferentes manifestaciones de la violencia”. Ante ese escenario, la Comisión valoró la implementación del Acuerdo de Paz y reafirmó su apoyo a las políticas de Estado que busquen alcanzar la paz “partir del diálogo participativo y el respeto a los derechos humanos”.
Para alcanzar este objetivo, la CIDH hace hincapié en la necesidad de impulsar espacios de participación efectiva, “a los efectos de alcanzar los acuerdos políticos y sociales necesarios para implementar medidas que aborden la integralidad de las violaciones a los derechos humanos”. La Comisión recordó que durante su instancia en Colombia logró dialogar con autoridades de las diferentes ramas del poder, incluidos los entes de control, y sostuvo encuentros con pueblos indígenas, comunidades afro, campesinos, líderes sociales, personas LGBTIQ+, organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres, víctimas del conflicto, entre otros actores.
La CIDH señala que la elaboración de observaciones se da a partir de la información entregada durante cada uno de los diálogos. En sus conclusiones, la Comisión internacional reseña que en Colombia “se ha consolidado una cultura de la violencia como consecuencia del largo conflicto armado que ha afectado a sucesivas generaciones desde hace 65 años. La normalización de la violencia conlleva a que se acuda a ella, inclusive como un medio ordinario de resolución de conflictos”.
Y añade en otro de sus puntos: “La CIDH observa que las violaciones a los derechos humanos (...) tienen como común denominador la violencia vinculada al conflicto armado, y la derivada de la cultura patriarcal, racista y clasista, que persiste en someter a los sujetos sobre los cuales se ejerce esa violencia. De este modo, las principales víctimas de estas situaciones son las personas indígenas, afrodescendientes y campesinas, las mujeres y personas LGBTI, las niñas, niños y adolescentes, las personas en situación de vulneración socioeconómica y habitantes de zonas con escasa presencia del Estado, mayoritariamente en áreas rurales y periferias urbanas. En las distintas reuniones con sociedad civil, la CIDH pudo comprender cómo todos estos elementos se interseccionan y acumulan los riesgos y vulneraciones a sus derechos humanos”.
Para la Comisión, “el Estado ha tenido un rol fundamental en consolidación de esta cultura de la violencia. Por un lado, históricamente, la respuesta del Estado al conflicto armado se caracterizó por un énfasis punitivo y bélico que prioriza la confrontación armada. El enfoque de mano dura alejado de una seguridad multidimensional, profundizó el conflicto y contribuyó a la consolidación de esta sociabilidad violenta que ha debilitado la confianza en las instituciones y ha fomentado una polarización política que se manifiesta en visiones contrapuestas sobre asuntos como los orígenes del conflicto, los medios para erradicarlo y el modelo económico”.
En entrevista con El Espectador, luego de la visita de la Comisión a Colombia, José Luis Caballero, segundo vicepresidente de la CIDH y relator para Colombia, señaló que la respuesta estatal frente a la violencia en el país “tiene una mirada muy amplia y dedicada a la paz total y a asegurar que el conflicto termine. La Comisión, digamos, ve que el Estado está con mucha disposición y que ha generado un marco muy novedoso. Los órganos derivados del Acuerdo de Paz son ejemplares en muchos contextos de la región. Pero eso se tiene que traducir en una implementación mucho más clara en todos los niveles ante las ausencias que nosotros pudimos constatar, sobre todo en territorio”.
Recomendaciones de la CIDH
Entre las recomendaciones que adjuntó la Comisión al documento de observaciones se destaca el desarrollo de “políticas redistributivas que garanticen el acceso pleno a los derechos y disminuyan la desigualdad, así como a fortalecer su presencia integral en todo territorio”, como le dijo a este diario el relator Caballero. Además, aconsejan “investigar, juzgar y sancionar a los autores materiales e intelectuales responsables de graves violaciones de derechos humanos con enfoque intercultural, de género y generacional”.
Entre otros puntos, la CIDH dejó en claro que Colombia necesita cumplir con su obligación internacional de proteger la vida e integridad de las personas en todo el territorio nacional; y tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de las comunidades, “en particular en aquellos territorios en los que se hayan decretado ceses al fuego bilaterales”.
Conozca las observaciones de la visita de la CIDH a Colombia:
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