Reapareció el exmagistrado Leonidas Bustos en juicio contra Francisco Ricaurte
Desde finales de 2018, cuando el escándalo conocido como el Cartel de la Toga empezó a salpicarlo, el expresidente de la Corte Suprema de Justicia salió del país y se radicó en Canadá. A partir de ese momento, no se tenían noticias de él.
El juez que tiene en sus manos el futuro del exmagistrado Francisco Ricaurte, continúa escuchando las voces de los testigos citados en la audiencia de juicio oral en el proceso del extogado, quien es investigado por su presunta participación en un supuesto engranaje de favorecimientos judiciales en la alta corte: el cartel de la toga. De acuerdo con la hipótesis de la Fiscalía, el procesado, entre 2013 y 2017, habría cobrado por torcer procesos a favor de los exsenadores Musa Besaile y Álvaro Ashton. En esta oportunidad, sorprendió en la audiencia la presencia del expresidente de la Corte Suprema de Justicia, Leonidas Bustos, de quien no se tenía noticias desde hace varios meses.
El exmagistrado salió del país a finales de 2018, justo cuando el escándalo empezaba a salpicar su gestión. Sin embargo, su partida no evitó que la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes iniciara una investigación por supuestamente integrar una red de corrupción que torcía expedientes judiciales a favor de congresistas y exgobernadores que tenían procesos penales en el alto tribunal. Bustos fue acusado por los delitos de cohecho, tráfico de influencias y concierto para delinquir. Mientras tanto, decidió presentarse en el juicio que avanza contra su compañero de magistratura Francisco Ricaurte. (Lea también: Cartel de la toga: detalles de la acusación en el Senado contra el exmagistrado Bustos)
Bustos fue el primer testigo presentado ante el juez por la defensa de Ricaurte, en la jornada de este martes 26 de enero. El exmagistrado empezó explicando que desde que llegó a la Corte Suprema de Justicia se topó con los expedientes relacionados con la parapolítica los cuales tenían un tratamiento especial respecto a los términos de prescripción por la complejidad de los casos. Afirmó que en las decisiones, no se precisaba el nombre del magistrado ponente para protegerlo de cualquier riesgo y recalcó que periódicamente los magistrados rendían cuentas sobre los avances de las investigaciones por parapolítica, pero eran muy reservados con sus procesos.
“Yo era muy celoso con los términos de prescripción y cada que llegaba un caso a mi despacho le pedía al magistrado auxiliar que registrara la fecha para que no fueran a prescribir, pero jamás conocí un caso de prescripción”, respondió Bustos ante los cuestionamientos del defensor de Ricaurte. El exmagistrado aceptó que cuando se encontraba en el alto tribunal conoció el caso del excongresista Julio Mazur, pero de forma general porque no tenía asignada esa investigación. Además, reiteró que nunca conoció, pidió o entregó información relacionada con procesos distintos a otros magistrados o a terceros.
Lo mismo refirió respecto al proceso contra el excongresista Musa Besaile, manifestando que conoció el caso en reuniones de la Sala de Casación cuando se rendían informes sobre los procesos. “Quiero que quede claro que al interior de la Sala había un profundo respeto entre los magistrados en los asuntos sometidos a la consideración de cada magistrado. No recuerdo de ninguna filtración en casos por parapolítica. Tal vez en alguna oportunidad se filtró información (en medios de comunicación) en relación con un testimonio que había rendido un paramilitar, pero no recuerdo que se presentase esa clase de filtraciones”, afirmó. (Le puede interesar: Lo que dijo Musa Besaile sobre el rol del exmagistrado Ricaurte en el cartel de la toga)
Bustos agregó que durante la investigación que se adelanta en su contra en la Comisión de Acusación pudo constatar que en la Sala de Casación Penal hubo 21 casos contra Besaile: en 14 se dictó resolución inhibitoria y en tres se rechazó la denuncia. Pero, afirmó, nunca fue ponente en ninguno de esos casos. Por otro lado, el defensor lo cuestionó sobre el proceso que llevaba la Corte Suprema contra el exsenador Álvaro Ashton. Al respecto, dijo que no fue ponente del caso, nadie le solicitó información sobre la investigación, tampoco él solicitó información a ningún magistrado y, aseguró, nadie le entregó dinero para favorecer a Asthon, “en lo absoluto”.
Asimismo, rindió explicaciones sobre la defensa que le hizo al exgobernador del Valle, Juan Carlos Abadía. “Cuando salí de la Corte y, posteriormente, abrí una oficina profesional y estando como abobado litigante, para septiembre de 2016, Juan Carlos Abadía se presentó a mi oficina porque anteriormente le había pedido a mi señora que si podía hablar conmigo para que yo lo atendiese. Yo no lo conocía, me lo presentó mi señora. Ella lo conoció accidentalmente porque para ese momento ella aspiraba a la magistratura del Consejo de Disciplina judicial. Me dijo que se había encontrado en las escaleras del Congreso a este doctor que se le presentó y le dijo que tenía congresistas amigos y se ofreció a presentarle a Álvaro Uribe Vélez y a Cesar Gaviria”, dijo. (Lea también: Corte Suprema admite testimonios en caso del exgobernador del Valle, Juan Carlos Abadía)
Agregó que a raíz de la cortesía con la que Abadía trató a su esposa, ella le pidió que atendiera a Abadía. “Me contó el caso, me resolvió todas las preguntas de rigor y después decidí atenderle un caso relacionado con la adquisición de unas bibliotecas. Lo asistí en algunas diligencias y posteriormente me revocó el poder. Fue el único caso que conocí de Abadía”, explicó. Más adelante, le dijo a la fiscal del caso que no se enteró, sino hasta después de que tomó el caso, de que el exfiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno, hoy condenado en el país y privado de la libertad, era el abogado que llevaba el proceso. Además, manifestó que conocía al fiscal que llevaba el caso, Alfredo Bettin, pero que nunca tuvo una amistad estrecha con él. Incluso, Refirió que en el proceso solicitó el archivo del caso, pero Bettin resolvió imputar al exgobernador. (Lea también: Exfiscal Alfredo Bettín condenado a pagar cerca de $40 millones por el cartel de la toga)
Luego, el abogado defensor de Ricaurte cuestionó a Bustos sobre el tipo de relación que había sostenido con el también exmagistrado Gustavo Malo. “Lo conocí cuando él estaba tratando de llegar a la Sala de Casación Penal, estaba aspirando. Tal vez lo conocí en Cartagena o en Bogotá, como todas las personas que aspiraban a la Corte Suprema, todos buscaban audiencia con los magistrados titulares, presentaban su hoja de vida, su experiencia, y en ese ambiente lo conocí. (Cuando fue elegido) mi relación con él, como con todos los magistrados, fue respetuosa, de compañeros. Si compartíamos eran los asuntos oficiales, o bien de la Corte, o bien de la Sala. Por ejemplo, cuando algún magistrado cumplía años teníamos por costumbre ir a almorzar. Había ese compañerismo propio de la Sala, pero nadie era íntimo de nadie”, afirmó.
Dijo que Malo se comportaba “como cualquier magistrado de la Sala de Casación Penal”, que era respetuoso, decente, escuchaba alguna crítica a una ponencia y si estaban de acuerdo hacía las correcciones que a consideraba. De lo contrario, expresaba sus argumentos y los magistrados disidentes podían salvar o aclarar voto. “Nunca vi ninguna alteración por parte del doctor Malo”, manifestó Leonidas Bustos indicando que nunca hubo en la Sala una especie de “bloque” para tomar decisiones y que nunca recibió por parte de Malo una solicitud de información, ni remitió información a su despacho. Asimismo, el exmagistrado Bustos aceptó haber conocido a los magistrados Eugenio Fernández Carlier y Eyder Patiño Cabrera y dijo que con ambos tuvo una relación amable y respetuosa.
Bustos también habló sobre el exfiscal Luis Gustavo Moreno quien se convirtió en el mayor ventilador de este escándalo, luego de comprometerse con la Fiscalía a colaborar con la justicia. Manifestó el exmagistrado que lo conoció entre el año 2005 y 2006, que se lo presentaron cuando él era docente en la Universidad Libre y que, aunque no fue su profesor, tuvieron una relación académica. Contó que Moreno se mostraba como un joven interesado en aprender, hacía preguntas, escribía artículos y comentaba las decisiones que tomaba la Corte Suprema. Sin embargo, dejó en claro que nunca lo presentó para ningún proceso y menos para que atendiera casos en el interior de la Sala de Casación Penal. (Noticia relacionada: “Faltan muchos nombres en el cartel de la toga”: exfiscal Gustavo Moreno)
“No sabía que él estuviera atendiendo ningún caso en la Corte. Lo vine a conocer cuando alguna vez se discutió en Sala un proceso relacionado con Luis Alfredo Ramos y al final de esa decisión se compulsaron copias disciplinarias (contra Luis Gustavo Moreno), y ahí me enteré que llevaba procesos al interior de la Corte. No lo patrociné en nada y prueba de ello es que, si analizan todas las hojas de vida que Luis Gustavo Moreno presentó en las entidades públicas y privadas, entre las referencias que coloca, nunca presentó mi nombre, ni me dedicó un libro, ni le hice un prólogo, ni lo patrociné para ningún cargo público”, explicó Bustos.
Sobre este tema, agregó, por la investigación que hay en la Comisión de Acusación en su contra, se enteró de que su exescolta Wilson Fonseca declaró que Luis Gustavo Moreno le dio $20 millones, a modo de préstamo, para que le suministrara información sus movimientos (los de Bustos). Finalmente, narró que conoció a Francisco Ricaurte cuando este era presidente de la Corte Suprema y tuvo que ir a su despacho para presentarle su aspiración a esa Corporación. “Como consecuencia de mi llegada a la magistratura, tuvimos una relación de amigos, pero no estrecha, ni íntima. Tomábamos café, discutíamos temas, pero íntima no era”, contó Bustos aclarando que nunca se sintió presionado por Ricaurte para tomar alguna decisión en los procesos que llevaba y que este “jamás” le hizo una solicitud irregular. “Nunca constituí ninguna organización criminal, siempre obré conforme con la Constitución y la Ley”, concluyó.
El juez que tiene en sus manos el futuro del exmagistrado Francisco Ricaurte, continúa escuchando las voces de los testigos citados en la audiencia de juicio oral en el proceso del extogado, quien es investigado por su presunta participación en un supuesto engranaje de favorecimientos judiciales en la alta corte: el cartel de la toga. De acuerdo con la hipótesis de la Fiscalía, el procesado, entre 2013 y 2017, habría cobrado por torcer procesos a favor de los exsenadores Musa Besaile y Álvaro Ashton. En esta oportunidad, sorprendió en la audiencia la presencia del expresidente de la Corte Suprema de Justicia, Leonidas Bustos, de quien no se tenía noticias desde hace varios meses.
El exmagistrado salió del país a finales de 2018, justo cuando el escándalo empezaba a salpicar su gestión. Sin embargo, su partida no evitó que la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes iniciara una investigación por supuestamente integrar una red de corrupción que torcía expedientes judiciales a favor de congresistas y exgobernadores que tenían procesos penales en el alto tribunal. Bustos fue acusado por los delitos de cohecho, tráfico de influencias y concierto para delinquir. Mientras tanto, decidió presentarse en el juicio que avanza contra su compañero de magistratura Francisco Ricaurte. (Lea también: Cartel de la toga: detalles de la acusación en el Senado contra el exmagistrado Bustos)
Bustos fue el primer testigo presentado ante el juez por la defensa de Ricaurte, en la jornada de este martes 26 de enero. El exmagistrado empezó explicando que desde que llegó a la Corte Suprema de Justicia se topó con los expedientes relacionados con la parapolítica los cuales tenían un tratamiento especial respecto a los términos de prescripción por la complejidad de los casos. Afirmó que en las decisiones, no se precisaba el nombre del magistrado ponente para protegerlo de cualquier riesgo y recalcó que periódicamente los magistrados rendían cuentas sobre los avances de las investigaciones por parapolítica, pero eran muy reservados con sus procesos.
“Yo era muy celoso con los términos de prescripción y cada que llegaba un caso a mi despacho le pedía al magistrado auxiliar que registrara la fecha para que no fueran a prescribir, pero jamás conocí un caso de prescripción”, respondió Bustos ante los cuestionamientos del defensor de Ricaurte. El exmagistrado aceptó que cuando se encontraba en el alto tribunal conoció el caso del excongresista Julio Mazur, pero de forma general porque no tenía asignada esa investigación. Además, reiteró que nunca conoció, pidió o entregó información relacionada con procesos distintos a otros magistrados o a terceros.
Lo mismo refirió respecto al proceso contra el excongresista Musa Besaile, manifestando que conoció el caso en reuniones de la Sala de Casación cuando se rendían informes sobre los procesos. “Quiero que quede claro que al interior de la Sala había un profundo respeto entre los magistrados en los asuntos sometidos a la consideración de cada magistrado. No recuerdo de ninguna filtración en casos por parapolítica. Tal vez en alguna oportunidad se filtró información (en medios de comunicación) en relación con un testimonio que había rendido un paramilitar, pero no recuerdo que se presentase esa clase de filtraciones”, afirmó. (Le puede interesar: Lo que dijo Musa Besaile sobre el rol del exmagistrado Ricaurte en el cartel de la toga)
Bustos agregó que durante la investigación que se adelanta en su contra en la Comisión de Acusación pudo constatar que en la Sala de Casación Penal hubo 21 casos contra Besaile: en 14 se dictó resolución inhibitoria y en tres se rechazó la denuncia. Pero, afirmó, nunca fue ponente en ninguno de esos casos. Por otro lado, el defensor lo cuestionó sobre el proceso que llevaba la Corte Suprema contra el exsenador Álvaro Ashton. Al respecto, dijo que no fue ponente del caso, nadie le solicitó información sobre la investigación, tampoco él solicitó información a ningún magistrado y, aseguró, nadie le entregó dinero para favorecer a Asthon, “en lo absoluto”.
Asimismo, rindió explicaciones sobre la defensa que le hizo al exgobernador del Valle, Juan Carlos Abadía. “Cuando salí de la Corte y, posteriormente, abrí una oficina profesional y estando como abobado litigante, para septiembre de 2016, Juan Carlos Abadía se presentó a mi oficina porque anteriormente le había pedido a mi señora que si podía hablar conmigo para que yo lo atendiese. Yo no lo conocía, me lo presentó mi señora. Ella lo conoció accidentalmente porque para ese momento ella aspiraba a la magistratura del Consejo de Disciplina judicial. Me dijo que se había encontrado en las escaleras del Congreso a este doctor que se le presentó y le dijo que tenía congresistas amigos y se ofreció a presentarle a Álvaro Uribe Vélez y a Cesar Gaviria”, dijo. (Lea también: Corte Suprema admite testimonios en caso del exgobernador del Valle, Juan Carlos Abadía)
Agregó que a raíz de la cortesía con la que Abadía trató a su esposa, ella le pidió que atendiera a Abadía. “Me contó el caso, me resolvió todas las preguntas de rigor y después decidí atenderle un caso relacionado con la adquisición de unas bibliotecas. Lo asistí en algunas diligencias y posteriormente me revocó el poder. Fue el único caso que conocí de Abadía”, explicó. Más adelante, le dijo a la fiscal del caso que no se enteró, sino hasta después de que tomó el caso, de que el exfiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno, hoy condenado en el país y privado de la libertad, era el abogado que llevaba el proceso. Además, manifestó que conocía al fiscal que llevaba el caso, Alfredo Bettin, pero que nunca tuvo una amistad estrecha con él. Incluso, Refirió que en el proceso solicitó el archivo del caso, pero Bettin resolvió imputar al exgobernador. (Lea también: Exfiscal Alfredo Bettín condenado a pagar cerca de $40 millones por el cartel de la toga)
Luego, el abogado defensor de Ricaurte cuestionó a Bustos sobre el tipo de relación que había sostenido con el también exmagistrado Gustavo Malo. “Lo conocí cuando él estaba tratando de llegar a la Sala de Casación Penal, estaba aspirando. Tal vez lo conocí en Cartagena o en Bogotá, como todas las personas que aspiraban a la Corte Suprema, todos buscaban audiencia con los magistrados titulares, presentaban su hoja de vida, su experiencia, y en ese ambiente lo conocí. (Cuando fue elegido) mi relación con él, como con todos los magistrados, fue respetuosa, de compañeros. Si compartíamos eran los asuntos oficiales, o bien de la Corte, o bien de la Sala. Por ejemplo, cuando algún magistrado cumplía años teníamos por costumbre ir a almorzar. Había ese compañerismo propio de la Sala, pero nadie era íntimo de nadie”, afirmó.
Dijo que Malo se comportaba “como cualquier magistrado de la Sala de Casación Penal”, que era respetuoso, decente, escuchaba alguna crítica a una ponencia y si estaban de acuerdo hacía las correcciones que a consideraba. De lo contrario, expresaba sus argumentos y los magistrados disidentes podían salvar o aclarar voto. “Nunca vi ninguna alteración por parte del doctor Malo”, manifestó Leonidas Bustos indicando que nunca hubo en la Sala una especie de “bloque” para tomar decisiones y que nunca recibió por parte de Malo una solicitud de información, ni remitió información a su despacho. Asimismo, el exmagistrado Bustos aceptó haber conocido a los magistrados Eugenio Fernández Carlier y Eyder Patiño Cabrera y dijo que con ambos tuvo una relación amable y respetuosa.
Bustos también habló sobre el exfiscal Luis Gustavo Moreno quien se convirtió en el mayor ventilador de este escándalo, luego de comprometerse con la Fiscalía a colaborar con la justicia. Manifestó el exmagistrado que lo conoció entre el año 2005 y 2006, que se lo presentaron cuando él era docente en la Universidad Libre y que, aunque no fue su profesor, tuvieron una relación académica. Contó que Moreno se mostraba como un joven interesado en aprender, hacía preguntas, escribía artículos y comentaba las decisiones que tomaba la Corte Suprema. Sin embargo, dejó en claro que nunca lo presentó para ningún proceso y menos para que atendiera casos en el interior de la Sala de Casación Penal. (Noticia relacionada: “Faltan muchos nombres en el cartel de la toga”: exfiscal Gustavo Moreno)
“No sabía que él estuviera atendiendo ningún caso en la Corte. Lo vine a conocer cuando alguna vez se discutió en Sala un proceso relacionado con Luis Alfredo Ramos y al final de esa decisión se compulsaron copias disciplinarias (contra Luis Gustavo Moreno), y ahí me enteré que llevaba procesos al interior de la Corte. No lo patrociné en nada y prueba de ello es que, si analizan todas las hojas de vida que Luis Gustavo Moreno presentó en las entidades públicas y privadas, entre las referencias que coloca, nunca presentó mi nombre, ni me dedicó un libro, ni le hice un prólogo, ni lo patrociné para ningún cargo público”, explicó Bustos.
Sobre este tema, agregó, por la investigación que hay en la Comisión de Acusación en su contra, se enteró de que su exescolta Wilson Fonseca declaró que Luis Gustavo Moreno le dio $20 millones, a modo de préstamo, para que le suministrara información sus movimientos (los de Bustos). Finalmente, narró que conoció a Francisco Ricaurte cuando este era presidente de la Corte Suprema y tuvo que ir a su despacho para presentarle su aspiración a esa Corporación. “Como consecuencia de mi llegada a la magistratura, tuvimos una relación de amigos, pero no estrecha, ni íntima. Tomábamos café, discutíamos temas, pero íntima no era”, contó Bustos aclarando que nunca se sintió presionado por Ricaurte para tomar alguna decisión en los procesos que llevaba y que este “jamás” le hizo una solicitud irregular. “Nunca constituí ninguna organización criminal, siempre obré conforme con la Constitución y la Ley”, concluyó.