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El estadounidense Patrick Dale Liljebeck fue nuevamente capturado en Barranquilla esta semana. Se trata de un hombre condenado por cargos de narcotráfico en el estado de Arkansas, pedido en extradición, que ya había sido capturado en la capital del Atlántico en 2018 y, cuatro años más tarde, fue sorprendido nuevamente allí.
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La Fiscalía colombiana explicó que, en virtud del proceso por el que fue condenado en Estados Unidos, Dale Liljebeck había salido de la cárcel tras obtener el beneficio de libertad condicional. Sin embargo, salió de su país con documentos falsos sin que se solucionara su lío con la justicia y se instaló en Barranquilla.
Allí fue capturado en octubre de 2018, en una operación contra una organización criminal señalada de enviar droga a España. En su contra había una circular roja de Interpol, además de la condena que le habían impuesto en Arkansas. Al momento de su captura tenía una cédula con la identidad de otra persona.
Fue entonces que lo enviaron a Europa para que compareciera en el proceso judicial que nació de la investigación de la Policía española. Pero ese país lo deportó en 2020 y Dale Liljebeck se dirigió, una vez más, a Colombia. Más exactamente, a Barranquilla. “El CTI y la Policía Nacional lo localizaron nuevamente y establecieron que se movilizaba con una identificación que no le pertenecía”, dijo la Fiscalía en un comunicado.
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Tras su captura, Dale Liljebeck quedó a disposición de Migración Colombia. Esta entidad procederá a iniciar el trámite para expulsar al ciudadano estadounidense y enviarlo a su país, donde es judicializado por el delito de violación de libertad condicional.
Otro colombiano prófugo de Estados Unidos
Este operativo, dijo la Fiscalía, hace parte “del acuerdo para la ubicación de personas fugitivas suscrito entre la Fiscalía y Agencia U.S. Marshals del Departamento de Justicia de Estados Unidos”. Y, precisamente por estos días, las autoridades colombianas pudieron dar con el paradero de otro prófugo de la justicia estadounidense. Esta vez, un colombiano.
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Se trata de Guillermo Alejandro Castillo Aguilar, quien prestó servicio militar en Estados Unidos en 1998 y, una noche, en una reunión social, terminó involucrado en una riña. “El requerimiento internacional indica que durante el enfrentamiento habría golpeado en varias oportunidades a un joven estadounidense hasta causarle la muerte”, añadió la Fiscalía en un comunicado.
Aunque en ese momento fue capturado, pagó la fianza de $20.000 dólares que le impusieron las autoridades y, al poco tiempo, se escapó. Solo 24 años más tarde pudo ser ubicado en Bogotá, con base en una solicitud de una corte del condado de Harris, en el estado de Texas (Estados Unidos), donde es procesado por el delito de homicidio.
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