Reiniciar la aspersión aérea tendrá resultado positivo sobre masacres: ministro de Defensa
De acuerdo con el ministro Carlos Holmes Trujillo, el narcotráfico está detrás de las seis masacres de las últimas dos semanas, lo cual hace urgente la erradicación de los cultivos ilícitos. Aseguró que la lucha contra el narcotráfico se intensificará con la creación del Comando contra el narcotráfico y las amenazas trasnacionales.
“El mayor enemigo de la paz es el narcotráfico”: así inició esta mañana la intervención del ministro de Defensa, Calos Holmes Trujillo, en la cual se refirió a las masacres ocurridas en las últimas dos semanas. De acuerdo con el líder de esta cartera, grupos armados ilegales estarían detrás de los crímenes que se han ejecutado en diferentes zonas del país, siendo clara una particularidad: el lucro del negocio de la cocaína. El ministro Holmes aseguró que suspender la aspersión aérea de cultivos de uso ilícito fue un gravísimo error y con seis masacres registradas en las últimas dos semanas es necesario ver la aspersión como un asunto de seguridad nacional.
(En contexto: Otra masacre en Colombia: seis personas fueron asesinadas en El Tambo, Cauca)
En aras de fortalecer las labores en contra de los grupos armados, Holmes se refirió a la creación del Comando contra el narcotráfico y las amenazas transnacionales del Ejército cuyo objetivo será la desarticulación de estas empresas criminales. Asimismo, señaló que la aspersión aérea debe regresar lo más pronto posible dándole paso la última etapa del proceso: la audiencia pública programada para el próximo 1 de septiembre de 2020. Según el ministro de Defensa, retomarla tendrá un resultado positivo en el panorama de violencia que se recrudece en el país.
“En las condiciones de hoy, reiniciar la aspersión aérea es absolutamente indispensable porque su reiniciación tendrá además un resultado positivo en este asunto de los homicidios colectivos que tienen indignado al país”, dijo el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo. Según las declaraciones del jefe de esta cartera, todo se encuentra listo para el regreso del glifosato, el cual dejó de operar en 2015 cuando el gobierno Santos, en consonancia con nuevos hallazgos de la OMS, pidió su suspensión. Luego, en 2017, la Corte Constitucional hizo lo propio e impuso varias condiciones para que se retomara su uso.
De acuerdo con Trujiillo, la aspersión aérea, en su perspectiva, es una política antidrogas exitosa que podría dar nuevamente resultados favorables en contra de los grupos armados. “La aspersión aérea ya está probada, mostró su eficacia y hoy es más necesaria que nunca”, recalcó el ministro. Según las cifras del Ministerio de Defensa, en 2001 Colombia tenía 145.000 hectáreas de cultivos de coca que se redujeron a 48.000 hectáreas de cultivos ilícitos en 2013 gracias a la aspersión aérea.
(Le puede interesar: Campesinos serán considerados para el regreso del glifosato: justicia les dio la razón)
“Cuando se desmontó la política empezaron a crecer exponencialmente las hectáreas de cultivos ilícitos hasta llegar a 171.000 hectáreas en 2017″, aseguró el alto funcionario. A pesar de que el Gobierno le apuesta al glifosato para disminuir la violencia en el país, en los territorios las cosas no son tan claras. El programa de aspersión aérea se ejecutará en 104 municipios distribuidos en 14 departamentos del país.
Uno de esos lugares es el Cauca, lugar donde habita Miladi Morales, acompañante del programa económico-ambiental del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC). Allí, como en otras zonas, las comunidades creen que con el glifosato se le abren las puertas a la muerte y a la guerra. “La política antidrogas en Colombia ha fracasado y muestra de ello son las falencias en la implantación del punto cuatro del Acuerdo de Paz. Las fumigaciones lo que hacen es profundizar las problemáticas ya existentes en los territorios”.
Las cosas no son muy diferentes en Buenaventura, más exactamente en el río Anchicaya en donde en tres ocaciones el Gobierno fumigó los cultivos de las comunidades afrocolombianas que residen allí. Jorge Histon Segura, líder del Consejo Comunitario de esta región, le dijo a este diario en una entrevista el pasado 22 de julio de 2020 que “desde el 2011 hemos venido haciendo el análisis y, por ejemplo, el mejor chontaduro salía de esta zona, ya ese chontaduro no existe. Cuando hacen la aspersión aérea afectan cultivos de pancoger. El chontaduro quedó con una plaga que hace que la palma ya quede hueca y no produzca más, eso llegó con las fumigaciones con glifosato”.
No obstante, de acuerdo con el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, otro fue el escenario que encontró el presidente Iván Duque al posesionarse: el aumento en los cultivos ilícitos y una política antidrogas desmontada, que se debe retomar. El ministro hizo un llamado para que se “deje de hacer politiquería con la muerte” y aseguró que no es cierto que durante el mandato del presidente Duque las masacres y otros crímenes se han incrementado.
(Lea también: Juzgado de Pasto suspende sesiones virtuales de la ANLA sobre aspersión aérea)
“Aquí no ha faltado de voluntad política, aquí no ha faltado claridad en la concepción de lo que debemos hacer (...) y con la erradicación vamos a seguir adelante, es fundamental para que lleguemos a un país con mejores condiciones económicas y sociales desarrollando verdaderos programas con visión empresarial y con visión de mercado en esas zonas”, enfatizó el ministro de Defensa.
Para ello, Trujillo aseguró que “se incrementar las labores contra todos los eslabones del narcotráfico” que cubrirán todos los frentes con el nuevo Comando contra el narcotráfico y las amenazas trasnacionales del Ejército. Esta nueva unidad concentrará los esfuerzos que permitan frenar el avance de las industrias criminales dedicadas al negocio de la cocaína.
Centralizar, hacer mejor seguimiento y ser más eficaces en la lucha contra este delito serán los objetivos que se quieren alcanzar con esta nueva unidad militar. Para ello, el Ministerio de Defensa ha dispuesto una brigada especial contra el narcotráfico, una fuerza de despliegue contra amenazas transnacionales, una brigada contra la minería ilegal y el apoyo de un batallón de inteligencia.
Por su parte, el general Oscar Atehortúa, director de la Policía, aseguró que en Colombia no hay presencia de carteles de droga mexicanos, pero que sí han cambiado las dinámicas al interior de las organizaciones armadas colombianas para la comercialización de la droga en otros países, incluyendo México. De acuerdo con el general Eduardo Zapateiro, comandante del Ejército, esta semana llegarán a Bogotá las fuerzas conjuntas Hércules y Mega para dar a conocer las problemáticas que combaten en diferentes puntos del país.
“El mayor enemigo de la paz es el narcotráfico”: así inició esta mañana la intervención del ministro de Defensa, Calos Holmes Trujillo, en la cual se refirió a las masacres ocurridas en las últimas dos semanas. De acuerdo con el líder de esta cartera, grupos armados ilegales estarían detrás de los crímenes que se han ejecutado en diferentes zonas del país, siendo clara una particularidad: el lucro del negocio de la cocaína. El ministro Holmes aseguró que suspender la aspersión aérea de cultivos de uso ilícito fue un gravísimo error y con seis masacres registradas en las últimas dos semanas es necesario ver la aspersión como un asunto de seguridad nacional.
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En aras de fortalecer las labores en contra de los grupos armados, Holmes se refirió a la creación del Comando contra el narcotráfico y las amenazas transnacionales del Ejército cuyo objetivo será la desarticulación de estas empresas criminales. Asimismo, señaló que la aspersión aérea debe regresar lo más pronto posible dándole paso la última etapa del proceso: la audiencia pública programada para el próximo 1 de septiembre de 2020. Según el ministro de Defensa, retomarla tendrá un resultado positivo en el panorama de violencia que se recrudece en el país.
“En las condiciones de hoy, reiniciar la aspersión aérea es absolutamente indispensable porque su reiniciación tendrá además un resultado positivo en este asunto de los homicidios colectivos que tienen indignado al país”, dijo el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo. Según las declaraciones del jefe de esta cartera, todo se encuentra listo para el regreso del glifosato, el cual dejó de operar en 2015 cuando el gobierno Santos, en consonancia con nuevos hallazgos de la OMS, pidió su suspensión. Luego, en 2017, la Corte Constitucional hizo lo propio e impuso varias condiciones para que se retomara su uso.
De acuerdo con Trujiillo, la aspersión aérea, en su perspectiva, es una política antidrogas exitosa que podría dar nuevamente resultados favorables en contra de los grupos armados. “La aspersión aérea ya está probada, mostró su eficacia y hoy es más necesaria que nunca”, recalcó el ministro. Según las cifras del Ministerio de Defensa, en 2001 Colombia tenía 145.000 hectáreas de cultivos de coca que se redujeron a 48.000 hectáreas de cultivos ilícitos en 2013 gracias a la aspersión aérea.
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“Cuando se desmontó la política empezaron a crecer exponencialmente las hectáreas de cultivos ilícitos hasta llegar a 171.000 hectáreas en 2017″, aseguró el alto funcionario. A pesar de que el Gobierno le apuesta al glifosato para disminuir la violencia en el país, en los territorios las cosas no son tan claras. El programa de aspersión aérea se ejecutará en 104 municipios distribuidos en 14 departamentos del país.
Uno de esos lugares es el Cauca, lugar donde habita Miladi Morales, acompañante del programa económico-ambiental del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC). Allí, como en otras zonas, las comunidades creen que con el glifosato se le abren las puertas a la muerte y a la guerra. “La política antidrogas en Colombia ha fracasado y muestra de ello son las falencias en la implantación del punto cuatro del Acuerdo de Paz. Las fumigaciones lo que hacen es profundizar las problemáticas ya existentes en los territorios”.
Las cosas no son muy diferentes en Buenaventura, más exactamente en el río Anchicaya en donde en tres ocaciones el Gobierno fumigó los cultivos de las comunidades afrocolombianas que residen allí. Jorge Histon Segura, líder del Consejo Comunitario de esta región, le dijo a este diario en una entrevista el pasado 22 de julio de 2020 que “desde el 2011 hemos venido haciendo el análisis y, por ejemplo, el mejor chontaduro salía de esta zona, ya ese chontaduro no existe. Cuando hacen la aspersión aérea afectan cultivos de pancoger. El chontaduro quedó con una plaga que hace que la palma ya quede hueca y no produzca más, eso llegó con las fumigaciones con glifosato”.
No obstante, de acuerdo con el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, otro fue el escenario que encontró el presidente Iván Duque al posesionarse: el aumento en los cultivos ilícitos y una política antidrogas desmontada, que se debe retomar. El ministro hizo un llamado para que se “deje de hacer politiquería con la muerte” y aseguró que no es cierto que durante el mandato del presidente Duque las masacres y otros crímenes se han incrementado.
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“Aquí no ha faltado de voluntad política, aquí no ha faltado claridad en la concepción de lo que debemos hacer (...) y con la erradicación vamos a seguir adelante, es fundamental para que lleguemos a un país con mejores condiciones económicas y sociales desarrollando verdaderos programas con visión empresarial y con visión de mercado en esas zonas”, enfatizó el ministro de Defensa.
Para ello, Trujillo aseguró que “se incrementar las labores contra todos los eslabones del narcotráfico” que cubrirán todos los frentes con el nuevo Comando contra el narcotráfico y las amenazas trasnacionales del Ejército. Esta nueva unidad concentrará los esfuerzos que permitan frenar el avance de las industrias criminales dedicadas al negocio de la cocaína.
Centralizar, hacer mejor seguimiento y ser más eficaces en la lucha contra este delito serán los objetivos que se quieren alcanzar con esta nueva unidad militar. Para ello, el Ministerio de Defensa ha dispuesto una brigada especial contra el narcotráfico, una fuerza de despliegue contra amenazas transnacionales, una brigada contra la minería ilegal y el apoyo de un batallón de inteligencia.
Por su parte, el general Oscar Atehortúa, director de la Policía, aseguró que en Colombia no hay presencia de carteles de droga mexicanos, pero que sí han cambiado las dinámicas al interior de las organizaciones armadas colombianas para la comercialización de la droga en otros países, incluyendo México. De acuerdo con el general Eduardo Zapateiro, comandante del Ejército, esta semana llegarán a Bogotá las fuerzas conjuntas Hércules y Mega para dar a conocer las problemáticas que combaten en diferentes puntos del país.