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En una carta llena de pullas, el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso confirmó que asistirá a una cita con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que podría definir su futuro judicial. A pesar de que ese sistema le había cerrado las puertas en 2020, recientemente echó para atrás su decisión y les dio un ultimátum a Mancuso y a Rodrigo Tovar Pupo, Jorge 40: tendrán una audiencia para explicar qué verdad pueden aportar para esclarecer el conflicto armado.
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“Confío que todo el proceso de preparación y realización de dicha audiencia garantice unos mínimos estándares restaurativos y salvaguarda de nuestra dignidad, no solo de quienes compareceremos ante el país y ante las víctimas, sino de ellas mismas”, escribió Salvatore Mancuso en la misiva de dos páginas que envió al presidente de la JEP, el magistrado Eduardo Cifuentes. Además, el exjefe paramilitar explicó que pidió una serie de claridades sobre la audiencia, el rol de las víctimas y otros detalles.
Por ejemplo, Mancuso pidió formalmente a la JEP que le aclaren cómo se garantizará su comparecencia. “Para no ir más lejos, esta misiva se ha tardado en llegar a la opinión pública por las condiciones de aislamiento en las que me encuentro sometido en una cárcel de los Estados Unidos; condiciones que, de seguir como están, hacen imposible cumplir con las expectativas de la audiencia convocada por la JEP”, le escribió al magistrado. El exjefe paramilitar se encuentra privado de su libertad en el estado de Georgia mientras la justicia estadounidense resuelve si deportarlo a Colombia.
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Mancuso está en ese país desde 2008, cuando fue extraditado por narcotráfico junto a una decena de exjefe paramilitares que habían firmado su desarme y estaban participando del sistema de justicia transicional creado para ellos: Justicia y Paz. Según concluyó la Comisión de la Verdad en su Informe Final, esa extradición masiva tuvo la finalidad de ocultar la verdad de la guerra, pues lo que estaban diciendo los exparamilitares ya comenzaba a levantar ampolla.
En ese sentido, el exjefe paramilitar criticó en su carta que la JEP se refiera a la audiencia que les concedió como una “última oportunidad”: “No solo porque no se compadece con nuestro trasegar por el primer sistema de justicia transicional que conoció Colombia, Justicia y Paz, sino porque (…) existen instancias que garantizan el debido proceso. En los 16 años que cumplo vinculado a Justicia y Paz, he participado en 2.759 audiencias, versiones libres, reconocimientos de responsabilidad, solicitudes de perdón y en toda clase de actividades de reconciliación y aportes a la verdad, judicial y extrajudicial”.
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A renglón seguido, añadió: “Decir que esta es la “última oportunidad” para que aportemos la verdad es manifestar que el trabajo realizado por Justicia y Paz y la comparecencia de los postulados junto a la participación de las víctimas no han valido la pena o no han tenido asidero como resultado de un sistema de justicia transicional, o en su defecto, que hayamos incumplido durante todos estos años”. En contraste, Mancuso asegura que entrar a la JEP sería su “primera oportunidad” para tener seguridad jurídica y darles garantías a las víctimas.
Aunque desde 2020 la JEP les había dicho que no a Mancuso y Jorge 40, pues al ser paramilitares debían ir a Justicia y Paz. Sin embargo, la Sección de Apelación del Tribunal para la Paz revocó esas decisiones y, según explicó el magistrado Cifuentes, entendió que estos dos excomandantes podrían tener la calidad de “sujeto incorporado funcional y materialmente a la fuerza pública”: pusieron sus ejércitos ilegales al servicio de agentes del Estado para cometer crímenes. Por ahora, la audiencia de la JEP no tiene fecha.
Esta es la carta completa:
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