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A través de un comunicado de prensa, El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso se refirió con respecto a los últimos hallazgos de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) en relación con los hornos crematorios en el municipio de Juan Frio, región del Catatumbo. El temido líder criminal de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) entregó detalles de la ubicación de estas estructuras en mayo pasado a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y desde entonces ha venido pidiendo un sometimiento a esta justicia para hablar sobre este y otros temas que ya mencionó en el pasado.
En el comunicado Mancuso señala que “Actualmente, estoy a la espera de decisiones y soluciones definitivas por parte del Estado colombiano respecto a mi retorno al país, así como la finalización de un protocolo que elabora el Gobierno a través de la OACP, destinado a prevenir trabas, obstrucciones, violaciones, entrampamientos e incumplimientos, que posibilite mi retorno inmediato a Colombia, de tal manera que pueda asumir junto a mis otrora compañeros de armas, la búsqueda de las personas desaparecidas. Este retorno es imperativo e ineludible para honrar mis compromisos y obligaciones con la agenda de paz, reconciliación y no repetición”.
Los procesos emprendidos por los componentes del Sistema Integral, dice Mancuso, tienen la capacidad de brindar una respuesta concreta a las víctimas, aquejadas “durante años por el silencio administrativo; desde una perspectiva restaurativa que nos permite a los máximos responsables participar del proceso de dignificación de las personas desaparecidas y de sus familiares. Los hechos que conoce la opinión pública sobre los hornos son el fruto de una cooperación judicial y extrajudicial reciente entre entidades del Estado como la JEP, la UBPD, la Cancillería y su Oficina de No Repetición, la OACP y ex integrantes de las AUC”.
Y concluyó. “De fondo, la lección que deja el proceso emprendido en el municipio de Juan Frío y en la zona de Catatumbo Colombo-Venezolano, es la necesidad de que se implemente un modelo de alternatividad penal que le permita a los excomandantes y máximos responsables materiales, participar de los procesos de búsqueda desde una perspectiva restaurativa, esto significa: su participación activa en la identificación, búsqueda, recuperación y entrega de las víctimas a sus seres queridos. Lo contrario a ello son heridas incesantemente abiertas nunca sanadas, víctimas esperando explicaciones, arrepentimientos y pedidos de perdón, y un sistema penitenciario anacrónico que no repara, no resocializa, ni reconcilia, dirigido al castigo, no a la redención”.
Este comunicado de Mancuso se da luego de que el pasado 26 de septiembre La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) de Colombia comenzara las excavaciones en un antiguo trapiche situado en la zona de frontera con Venezuela, donde están los llamados “hornos crematorios” usados por los paramilitares, en busca de restos de las víctimas. Las excavaciones, que se extenderán hasta el próximo viernes, se hacen en el caserío de Juan Frío, usado hace 23 años por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) para desaparecer a centenares de personas.
En Juan Frío, que hace parte del municipio de Villa del Rosario, en el departamento de Norte de Santander, un grupo de forenses de la UBPD excavó lo que antiguamente fueron unos hornos para el procesamiento del zumo de caña de azúcar pero luego fueron usados por las AUC para incinerar cuerpos. De esta forma, los paramilitares evitaban dejar rastros de la barbarie que cometían en la línea fronteriza con Venezuela bajo las órdenes de Salvatore Mancuso, quien actualmente se encuentra recluido en una cárcel de Georgia (Estados Unidos), donde cumple una condena por narcotráfico.
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