Se debe eliminar todo tipo de violencia de género en la Rama Judicial: Comisión de Género
Gloria López, presidenta de la Comisión Género de la Rama Judicial, asegura que deben hacerse diagnósticos sobre equidad de género, similares al que hizo la Corte Constitucional, en juzgados, tribunales y por jurisdicciones. “Nos encontramos en estructuras sociales todavía muy marcadas por estereotipos de género, la cultura machista y la prevalencia del poder”, dijo.
El informe que reveló la existencia de prácticas de acoso sexual y laboral en la Corte Constitucional, sigue provocando reacciones al interior de la Rama Judicial, debido a la magnitud de sus hallazgos. Por ejemplo, que cinco personas se sintieron presionadas para aceptar encuentros por fuera de relaciones laborales de parte de sus superiores, incluido el caso de una mujer a quién le dijeron que podía tener mejores condiciones de trabajo a cambio de favores sexuales. O la existencia de tocamientos, caricias o roces por parte de compañeros de trabajo o superiores, así como actos de acoso en las fiestas de fin de año. La Comisión de Género de la Rama Judicial rechazó estos hechos.
En entrevista con El Espectador, la presidenta de la Comisión, magistrada Gloria Stella López, reveló que en 2018 se intentó hacer una investigación para identificar violencias basadas en Género al interior de la Rama Judicial que no se pudo llevar a cabo por falta de recursos. La Comisión aseguró que tiene un compromiso en fortalecer la política de bienestar laboral, medición del clima laboral y de construir un protocolo de prevención del acoso. Y aseguró que desde 2019 están en funcionamiento de 63 Salas Amigas de la Familia Lactante en 47 municipios del país.
Una carta liderada por Women’s Link pide que este ejercicio de la Corte Constitucional se replique a otras altas cortes y a toda la Rama Judicial, ¿cómo podría entrar ahí el trabajo de la Comisión de Género?
Los magistrados y magistradas integrantes de la Comisión de Género de la Rama Judicial hacemos parte de escenarios internacionales que ha permitido conocer de cerca el fenómeno de violencia basada en género, que se presenta tanto en escenarios privados y públicos, y que permea también a los Poderes Judiciales de la región. En el año 2018, nació el interés por desarrollar una investigación para identificar la dinámica de violencias basadas en Género al interior de la Rama Judicial de Colombia, sin embargo en ese año no se contó con recursos de cooperación internacional ni recursos propios para adelantar este estudio, lo que sumado a la estructura interna de la Rama Judicial en Colombia, dificultó este propósito.
Este primer ejercicio de diagnóstico y prevención realizado en la Corte Constitucional deja claro que las investigaciones deben aplicarse por corporación y jurisdicción, para poder identificar los problemas y plantear las recomendaciones y soluciones adecuadas a cada dinámica institucional. Sin embargo, para ello la Comisión Nacional de Género, una vez se cuente con los recursos necesarios, diseñará con los presidentes de cada Corporación un plan de trabajo que permita replicar esta misma metodología en aras de buscar mecanismos de protección y eliminar todo tipo de acciones discriminatorias o de acoso laboral y sexual contra cualquier servidor judicial.
¿Qué se ha hecho al respecto?
A nivel de los despachos judiciales, desde hace más de cinco años se ha realizado un trabajo interno de bienestar laboral en algunos juzgados que cuentan con ambientes de trabajo hostiles. Este trabajo se realiza con el acompañamiento de la ARL y personal de Recursos Humanos, para implementar dinámicas de trabajo saludables y fomentar el trabajo en equipo. El papel de la Comisión al interior de la Rama Judicial es formar, sensibilizar e informar a los servidores judiciales sobre la aplicación de perspectiva de género y enfoque diferencial en las decisiones judiciales. Adicionalmente, construye herramientas pedagógicas para facilitar la aplicación de la perspectiva de género y el enfoque diferencial, el principio de equidad y no discriminación y, la eliminación de todo tipo de violencia contra cualquier servidor judicial y usuario de la justicia, haciendo énfasis en la protección de las mujeres y la población vulnerable.
El 50% de las mujeres entrevistadas para el informe de la Corte dicen que sabían que se iban a enfrentar a barreras sexistas cuando empezaron a trabajar en la Rama, ¿qué nos dice eso de la justicia que tenemos?
Ese dato, lo que nos muestra, es que al igual que en todos los escenarios públicos, privados, sociales, laborales y familiares, de acuerdo a los estudios realizados, la justicia no es ajena a situaciones de discriminación y de violencias basadas en género, como lo revela Consejería Presidencial de Equidad de la Mujer. Esta, es una realidad a la que nos enfrentamos en muchos de los escenarios en los que nos desenvolvemos, en espacios escolares, religiosos, laborales, sociales, deportivos, etc. Eso, lo único que muestra es que nos encontramos inmersos en estructuras sociales todavía muy marcadas por estereotipos de género, la cultura machista y la prevalencia del poder.
Es justamente ese entorno de las relaciones de poder, lo que se constituye en un ambiente propicio para el desarrollo de las conductas reprochables de superioridad y abuso de posición dominante que atentan contra los grupos que históricamente han sido discriminados e invisibilizados. Es por eso que la primera institución donde se tienen que eliminar este tipo de acciones es la Rama Judicial, porque es el órgano que garantiza el acceso a la justicia y materializa la garantía de los derechos fundamentales. Y, adicionalmente, tiene la responsabilidad de que cuando una mujer o una grupo minoritario como población LGTBI, persona en situación de discapacidad o perteneciente a un grupo etario o afrocolombiano, ingrese como servidor público a la Rama Judicial, no tenga enfrentarse a barreras sexistas o de discriminación al interior de las instituciones judiciales.
¿Puede haber enfoque de género en las decisiones de la justicia con un entorno tan generalizado de acoso laboral y sexual?
Debemos trabajar arduamente en el desarrollo de competencias, no solo técnicas sino actitudinales, que permitan a los servidores judiciales aplicar los conocimientos, la normativa y jurisprudencia nacional e internacional y las técnicas procesales con enfoque de género y diferencial en las decisiones judiciales. Para este caso puntual, se hace necesario profundizar en los presupuestos contenidos en la Ley 1010 de 2006 por medio de la cual se adoptaron las medidas para prevenir, corregir y sancionar el acoso laboral y otros hostigamientos en el marco de las relaciones de trabajo.
Desde el 2017, la Comisión ha enfocado parte de sus recursos y esfuerzos a conocer, identificar y erradicar los prejuicios, los estereotipos y los preconceptos culturales que tenemos los colombianos y a reconocer su incidencia en la prestación del servicio judicial, en la atención a los usuarios de la justicia y en la investigación y judicialización de los casos. Se han realizado Clínicas Jurídicas, ejercicios de roles y actividades de sensibilización que ponen de manifiesto la presencia de estos conceptos y comprometan al servidor judicial en su control y eliminación tanto en el ámbito personal como en el laboral. Sin embargo esta tarea no es sencilla, pues implica hacer transformación cultural.
Respondiendo a su pregunta, consideramos que se deben realizar las investigaciones a nivel de Juzgados, Tribunales y las demás cortes. Solo al analizar los resultados de las investigaciones se podrá afirmar si la situación es generalizada o, si por el contrario, el trabajo realizado de la Comisión Nacional de Género ha aportado en la reducción de estas conductas. Es indiscutible pensar que hay decisiones que tienen estos sesgos por el nivel cultural y los estereotipos interiorizados, pero con el compromiso de todos los sectores del país lograremos la igualdad y la eliminación de todo tipo de violencia contra las mujeres y grupos vulnerables. Esto es una responsabilidad social que nos involucra a todos.
¿No es una contradicción que la justicia colombiana enfrente cada vez estereotipos de género y al mismo tiempo sus funcionarios normalicen comportamientos sexistas?
La Rama Judicial es el órgano que garantiza el acceso a la justicia y los derechos fundamentales, y es el primer escenario donde se tiene que eliminar todo tipo de discriminación, violencia y estereotipos de género. Asimismo, ese cambio cultural, requiere de un esfuerzo mancomunado entre todos, incluso desde escenarios privados como la familia e inclusive los medios de comunicación. Desde las Corporaciones Judiciales hay mucho por hacer para reducir la brecha entre la fortaleza normativa de género y enfoque diferencial y, la materialización de los derechos consagrados en nuestra constitución. Suena contradictorio, pero a pesar de estos comportamientos negativos hay muchas más de 1100 sentencias de las altas cortes con aplicación de perceptiva de género y enfoque diferencial. Si bien la meta parece inalcanzable, no es así. Tenemos que seguir trabajando y realizar un plan articulado interinstitucional. Reconocemos que no es un esfuerzo de un plan de gobierno, sino es un compromiso de país, un compromiso mundial, un compromiso centrado en la igualdad y la libertad de todas las personas.
Cómo debería enfrentar la Rama Judicial -con apoyo de la Comisión de Género-el acoso laboral y sexual?
Para la Comisión de Género, la estrategia para afrontar y enfrentar este fenómeno, se encuentra en la transversalización de la política de Género y enfoque diferencial en todas las áreas, jurisdicciones, niveles de la Rama Judicial. Como se ha plasmado en los Acuerdos que regulan la estructura y funcionamiento de la Comisión, la política de Género en la Rama Judicial, y el trato digno al usuario de la administración de justicia, es compromiso de todos/as. Es un proceso que exige desde la planeación y los mapas de procesos del Sistema de Gestión de Calidad, (que) se incluya el componente de género como eje transversal que impacte a todos los procesos estratégicos, misionales y de apoyo de la Rama Judicial.
La Comisión de Género seguirá adelantando la promoción del respeto a la dignidad humana y la promoción de la equidad de género a través de las acciones de formación, sensibilización, e información. Adicionalmente, se acompañará todos los procesos para al fortalecimiento de la política de bienestar laboral, medición del clima laboral, construcción de un protocolo de prevención del acoso y el desarrollo de una estrategia de comunicación interna que promueva mejores relaciones laborales y el uso de patrones de lenguaje respetuosos, que eliminen las expresiones sexistas en los ambientes de trabajo de la Rama Judicial.
Usted como magistarda con una larga carrera en la rama judicial, ¿se ha visto enfrentada a esas barreras sexistas?
Primero debo aclarar que no ejerzo competencias jurisdiccionales, soy magistrada del órgano de gobierno y administración de la Rama Judicial. El fenómeno de las violencias basadas en género no afecta a unas pocas mujeres, más bien se constituye en una dinámica consuetudinaria que se va experimentando de manera diferente en cada etapa de la vida de las mujeres. Y lo más crítico es que no resulta indiferente para ninguna. Esto quiere decir que todas nosotras en mayor o menor medida hemos experimentado alguna forma de discriminación o violencia basada en género. Lo que sí es cierto, es que sumado a ser mujer, hay condiciones que potencializan, agravan y predisponen la presencia de estas conductas de discriminación, como son las condiciones económicas, sociales, culturales, étnicas y académicas, entre otras.
Es en esa conjugación de factores múltiples de discriminación, que ahora conocemos, donde se presentan mayores probabilidades de discriminación y violencia. Dado que debemos hacer una construcción colectiva sobre una problemática tan seria que se toma como una común, debemos trabajar solidariamente en fortalecer nuestras capacidades personales, intelectuales y profesionales. Empoderarnos del nuevo rol que nos convoca ahora como actores principales en el modelamiento de nuevas formas de relación interpersonal que eliminen todos tipo de barreras de género, de discriminación y violencia que reduzcan la brecha de oportunidades de acceso al servicio público de Administración de Justicia a las mujeres y miembros de grupos vulnerables.
El informe que reveló la existencia de prácticas de acoso sexual y laboral en la Corte Constitucional, sigue provocando reacciones al interior de la Rama Judicial, debido a la magnitud de sus hallazgos. Por ejemplo, que cinco personas se sintieron presionadas para aceptar encuentros por fuera de relaciones laborales de parte de sus superiores, incluido el caso de una mujer a quién le dijeron que podía tener mejores condiciones de trabajo a cambio de favores sexuales. O la existencia de tocamientos, caricias o roces por parte de compañeros de trabajo o superiores, así como actos de acoso en las fiestas de fin de año. La Comisión de Género de la Rama Judicial rechazó estos hechos.
En entrevista con El Espectador, la presidenta de la Comisión, magistrada Gloria Stella López, reveló que en 2018 se intentó hacer una investigación para identificar violencias basadas en Género al interior de la Rama Judicial que no se pudo llevar a cabo por falta de recursos. La Comisión aseguró que tiene un compromiso en fortalecer la política de bienestar laboral, medición del clima laboral y de construir un protocolo de prevención del acoso. Y aseguró que desde 2019 están en funcionamiento de 63 Salas Amigas de la Familia Lactante en 47 municipios del país.
Una carta liderada por Women’s Link pide que este ejercicio de la Corte Constitucional se replique a otras altas cortes y a toda la Rama Judicial, ¿cómo podría entrar ahí el trabajo de la Comisión de Género?
Los magistrados y magistradas integrantes de la Comisión de Género de la Rama Judicial hacemos parte de escenarios internacionales que ha permitido conocer de cerca el fenómeno de violencia basada en género, que se presenta tanto en escenarios privados y públicos, y que permea también a los Poderes Judiciales de la región. En el año 2018, nació el interés por desarrollar una investigación para identificar la dinámica de violencias basadas en Género al interior de la Rama Judicial de Colombia, sin embargo en ese año no se contó con recursos de cooperación internacional ni recursos propios para adelantar este estudio, lo que sumado a la estructura interna de la Rama Judicial en Colombia, dificultó este propósito.
Este primer ejercicio de diagnóstico y prevención realizado en la Corte Constitucional deja claro que las investigaciones deben aplicarse por corporación y jurisdicción, para poder identificar los problemas y plantear las recomendaciones y soluciones adecuadas a cada dinámica institucional. Sin embargo, para ello la Comisión Nacional de Género, una vez se cuente con los recursos necesarios, diseñará con los presidentes de cada Corporación un plan de trabajo que permita replicar esta misma metodología en aras de buscar mecanismos de protección y eliminar todo tipo de acciones discriminatorias o de acoso laboral y sexual contra cualquier servidor judicial.
¿Qué se ha hecho al respecto?
A nivel de los despachos judiciales, desde hace más de cinco años se ha realizado un trabajo interno de bienestar laboral en algunos juzgados que cuentan con ambientes de trabajo hostiles. Este trabajo se realiza con el acompañamiento de la ARL y personal de Recursos Humanos, para implementar dinámicas de trabajo saludables y fomentar el trabajo en equipo. El papel de la Comisión al interior de la Rama Judicial es formar, sensibilizar e informar a los servidores judiciales sobre la aplicación de perspectiva de género y enfoque diferencial en las decisiones judiciales. Adicionalmente, construye herramientas pedagógicas para facilitar la aplicación de la perspectiva de género y el enfoque diferencial, el principio de equidad y no discriminación y, la eliminación de todo tipo de violencia contra cualquier servidor judicial y usuario de la justicia, haciendo énfasis en la protección de las mujeres y la población vulnerable.
El 50% de las mujeres entrevistadas para el informe de la Corte dicen que sabían que se iban a enfrentar a barreras sexistas cuando empezaron a trabajar en la Rama, ¿qué nos dice eso de la justicia que tenemos?
Ese dato, lo que nos muestra, es que al igual que en todos los escenarios públicos, privados, sociales, laborales y familiares, de acuerdo a los estudios realizados, la justicia no es ajena a situaciones de discriminación y de violencias basadas en género, como lo revela Consejería Presidencial de Equidad de la Mujer. Esta, es una realidad a la que nos enfrentamos en muchos de los escenarios en los que nos desenvolvemos, en espacios escolares, religiosos, laborales, sociales, deportivos, etc. Eso, lo único que muestra es que nos encontramos inmersos en estructuras sociales todavía muy marcadas por estereotipos de género, la cultura machista y la prevalencia del poder.
Es justamente ese entorno de las relaciones de poder, lo que se constituye en un ambiente propicio para el desarrollo de las conductas reprochables de superioridad y abuso de posición dominante que atentan contra los grupos que históricamente han sido discriminados e invisibilizados. Es por eso que la primera institución donde se tienen que eliminar este tipo de acciones es la Rama Judicial, porque es el órgano que garantiza el acceso a la justicia y materializa la garantía de los derechos fundamentales. Y, adicionalmente, tiene la responsabilidad de que cuando una mujer o una grupo minoritario como población LGTBI, persona en situación de discapacidad o perteneciente a un grupo etario o afrocolombiano, ingrese como servidor público a la Rama Judicial, no tenga enfrentarse a barreras sexistas o de discriminación al interior de las instituciones judiciales.
¿Puede haber enfoque de género en las decisiones de la justicia con un entorno tan generalizado de acoso laboral y sexual?
Debemos trabajar arduamente en el desarrollo de competencias, no solo técnicas sino actitudinales, que permitan a los servidores judiciales aplicar los conocimientos, la normativa y jurisprudencia nacional e internacional y las técnicas procesales con enfoque de género y diferencial en las decisiones judiciales. Para este caso puntual, se hace necesario profundizar en los presupuestos contenidos en la Ley 1010 de 2006 por medio de la cual se adoptaron las medidas para prevenir, corregir y sancionar el acoso laboral y otros hostigamientos en el marco de las relaciones de trabajo.
Desde el 2017, la Comisión ha enfocado parte de sus recursos y esfuerzos a conocer, identificar y erradicar los prejuicios, los estereotipos y los preconceptos culturales que tenemos los colombianos y a reconocer su incidencia en la prestación del servicio judicial, en la atención a los usuarios de la justicia y en la investigación y judicialización de los casos. Se han realizado Clínicas Jurídicas, ejercicios de roles y actividades de sensibilización que ponen de manifiesto la presencia de estos conceptos y comprometan al servidor judicial en su control y eliminación tanto en el ámbito personal como en el laboral. Sin embargo esta tarea no es sencilla, pues implica hacer transformación cultural.
Respondiendo a su pregunta, consideramos que se deben realizar las investigaciones a nivel de Juzgados, Tribunales y las demás cortes. Solo al analizar los resultados de las investigaciones se podrá afirmar si la situación es generalizada o, si por el contrario, el trabajo realizado de la Comisión Nacional de Género ha aportado en la reducción de estas conductas. Es indiscutible pensar que hay decisiones que tienen estos sesgos por el nivel cultural y los estereotipos interiorizados, pero con el compromiso de todos los sectores del país lograremos la igualdad y la eliminación de todo tipo de violencia contra las mujeres y grupos vulnerables. Esto es una responsabilidad social que nos involucra a todos.
¿No es una contradicción que la justicia colombiana enfrente cada vez estereotipos de género y al mismo tiempo sus funcionarios normalicen comportamientos sexistas?
La Rama Judicial es el órgano que garantiza el acceso a la justicia y los derechos fundamentales, y es el primer escenario donde se tiene que eliminar todo tipo de discriminación, violencia y estereotipos de género. Asimismo, ese cambio cultural, requiere de un esfuerzo mancomunado entre todos, incluso desde escenarios privados como la familia e inclusive los medios de comunicación. Desde las Corporaciones Judiciales hay mucho por hacer para reducir la brecha entre la fortaleza normativa de género y enfoque diferencial y, la materialización de los derechos consagrados en nuestra constitución. Suena contradictorio, pero a pesar de estos comportamientos negativos hay muchas más de 1100 sentencias de las altas cortes con aplicación de perceptiva de género y enfoque diferencial. Si bien la meta parece inalcanzable, no es así. Tenemos que seguir trabajando y realizar un plan articulado interinstitucional. Reconocemos que no es un esfuerzo de un plan de gobierno, sino es un compromiso de país, un compromiso mundial, un compromiso centrado en la igualdad y la libertad de todas las personas.
Cómo debería enfrentar la Rama Judicial -con apoyo de la Comisión de Género-el acoso laboral y sexual?
Para la Comisión de Género, la estrategia para afrontar y enfrentar este fenómeno, se encuentra en la transversalización de la política de Género y enfoque diferencial en todas las áreas, jurisdicciones, niveles de la Rama Judicial. Como se ha plasmado en los Acuerdos que regulan la estructura y funcionamiento de la Comisión, la política de Género en la Rama Judicial, y el trato digno al usuario de la administración de justicia, es compromiso de todos/as. Es un proceso que exige desde la planeación y los mapas de procesos del Sistema de Gestión de Calidad, (que) se incluya el componente de género como eje transversal que impacte a todos los procesos estratégicos, misionales y de apoyo de la Rama Judicial.
La Comisión de Género seguirá adelantando la promoción del respeto a la dignidad humana y la promoción de la equidad de género a través de las acciones de formación, sensibilización, e información. Adicionalmente, se acompañará todos los procesos para al fortalecimiento de la política de bienestar laboral, medición del clima laboral, construcción de un protocolo de prevención del acoso y el desarrollo de una estrategia de comunicación interna que promueva mejores relaciones laborales y el uso de patrones de lenguaje respetuosos, que eliminen las expresiones sexistas en los ambientes de trabajo de la Rama Judicial.
Usted como magistarda con una larga carrera en la rama judicial, ¿se ha visto enfrentada a esas barreras sexistas?
Primero debo aclarar que no ejerzo competencias jurisdiccionales, soy magistrada del órgano de gobierno y administración de la Rama Judicial. El fenómeno de las violencias basadas en género no afecta a unas pocas mujeres, más bien se constituye en una dinámica consuetudinaria que se va experimentando de manera diferente en cada etapa de la vida de las mujeres. Y lo más crítico es que no resulta indiferente para ninguna. Esto quiere decir que todas nosotras en mayor o menor medida hemos experimentado alguna forma de discriminación o violencia basada en género. Lo que sí es cierto, es que sumado a ser mujer, hay condiciones que potencializan, agravan y predisponen la presencia de estas conductas de discriminación, como son las condiciones económicas, sociales, culturales, étnicas y académicas, entre otras.
Es en esa conjugación de factores múltiples de discriminación, que ahora conocemos, donde se presentan mayores probabilidades de discriminación y violencia. Dado que debemos hacer una construcción colectiva sobre una problemática tan seria que se toma como una común, debemos trabajar solidariamente en fortalecer nuestras capacidades personales, intelectuales y profesionales. Empoderarnos del nuevo rol que nos convoca ahora como actores principales en el modelamiento de nuevas formas de relación interpersonal que eliminen todos tipo de barreras de género, de discriminación y violencia que reduzcan la brecha de oportunidades de acceso al servicio público de Administración de Justicia a las mujeres y miembros de grupos vulnerables.