Se entregó el general Torres Escalante por "falsos positivos"
El oficial, que actualmente trabaja en la Oficina de Memoria Histórica del Ejército, es el primer general activo detenido por ejecuciones extrajudiciales.
Redacción Judicial
A pocas horas de terminar su gestión como fiscal general, Eduardo Montealegre se despide con noticias de las investigaciones por los llamados "falsos positivos". A las 6:00 de la mañana de este lunes se firmó la medida de aseguramiento (orden de detención) contra el general Henry Torres Escalante, quien está al frente de la Oficina de Memoria Histórica de las Fuerzas Militares, y horas después se presentó voluntariamente a las autoridades. Los hechos por los cuales será procesado el encargado de documentar la historia de militar del país es por la muerte de dos campesinos en marzo de 2007 en Aguazul (Casanare). (Vea: General (r) Mario Montoya será investigado por "falsos positivos")
El general Torres Escalante, quien rindió interrogatorio en diciembre de 2015, es investigado luego de que un juzgado de Paz de Ariporo (Casanare) le compulsara copias -es decir, que ordenaba investigarlo- tras condenar a 22 años de cárcel al teniente Fabián García, uno de sus subalternos. Las muertes de Daniel Torres y Julio Torres, padre e hijo, ocurridas en la finca El Triunfo en Aguazul, ocurrieron al parecer porque habían denunciado otra ejecución extrajudicial en la zona.
A los hombres de 38 y 16 años los presentaron como guerrilleros muertos en combate. Según le dijo el teniente Fabián García a las autoridades, el general Torres Escalante, quien para le época era el comandante de la Brigada XVI del Ejército -su jurisdicción comprende todo el departamento de Casanare- , conocía los hechos que se venían presentando en la región y que "siempre se le tuvo al tanto de las operaciones y de los casos que se presentaban".
Es más, en la investigación que adelanta un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia se habla de que en el expediente del general Torres Escalante se indaga por casi 85 ejecuciones extrajudiciales que ocurrieron en el departamento, especialmente, en los municipios de Hato Corozal y Paz de Ariporo. El expediente del oficial activo del Ejército es uno de los que más avanzados por la cantidad de material probatorio que se tiene en la Fiscalía, que ha registrado como desde lo más alto de la cadena de mando se dio la posibilidad de que se aumentaran los falsos positivos para dar resultados operativos.
Por eso la radicación de audiencia de imputación de cargos contra el general (r) Mario Montoya es el resultado de una investigación que por más de tres años adelantó la Fiscalía para determinar que el aumento de ejecuciones extrajudiciales, o "falsos positivos", se dio gracias a las directrices y ordenes que dieron algunos generales hace más de una década. Por estos hechos hay 22 generales que están siendo investigados, ya fuera porque con sus mandatos permitieron estas muertes o por omisión, al no tratar de castigar a quienes estaban matando campesinos para presentarlos como guerrilleros.
El principal objetivo de la Fiscalía es demostrar que las ejecuciones extrajudiciales no fueron asesinatos aislados que cometieron soldados rasos u oficiales de bajo rango, sino que correspondió a una directriz desde el alto mando del Ejército que privilegió las muertes como resultados operacionales por encima de las capturas o las desmovilizaciones. Entre las pruebas hay mapas comparativos de los picos en los que aumentaron los falsos positivos -como en los años 2005 y 2006- y declaraciones de generales que en su momento se opusieron a la estrategia que planteó el alto mando del Ejército para enfrentar a la guerrilla.
¿Quién es el general Henry Torres Escalante?
El hombre que actualmente tiene la misión de documentar la historia del Ejército Colombiano está implicado en uno de los capítulos más oscuros que las Fuerzas Militares no han querido explicar: los falsos positivos. El general Henry William Torres Escalante es conocido por ser un oficial tropero, que siempre ha estado en el campo combatiendo. Por eso fue comandante de la Quinta División del Ejército, de las brigadas IX y XVI y del Btallón No.3 contra el Narcotráfico. Asimismo estuvo al frente de la Jefatura de defensa Insitucional Conjunta del Comando General de las Fuerzas Militares y del Comando Conjunto Número dos del Suroccidente del país que tiene a su cargo los departamentos de Valle, Cauca y Nariño.
El general Torres Escalante también tiene cursos de lancero, paracaidismo, gerencia de proyectos, seminarios contra el narcotráfico, un magíster en defensa y seguridad y es ingeniero de obras civiles y militares. Ha estado igualmente en comisiones en el exterior en Brasil y Estados Unidos, y ha recibido 13 medallas y condecoraciones de los más altos honores. Por eso su captura es un hecho histórico, no solo porque es el primer general activo al que le ordenan su arresto por falsos positivos, sino porque durante su carrera militar ocupó importantes puestos de mando en distintas zonas del país asediadas por la guerrilla y salpicadas por los escándalos de las ejecuciones extrajudiciales.
El general Torres Escalante ha negado siempre cualquier responsabilidad en crímenes, asegurando que sólo ha cumplido su deber.
A pocas horas de terminar su gestión como fiscal general, Eduardo Montealegre se despide con noticias de las investigaciones por los llamados "falsos positivos". A las 6:00 de la mañana de este lunes se firmó la medida de aseguramiento (orden de detención) contra el general Henry Torres Escalante, quien está al frente de la Oficina de Memoria Histórica de las Fuerzas Militares, y horas después se presentó voluntariamente a las autoridades. Los hechos por los cuales será procesado el encargado de documentar la historia de militar del país es por la muerte de dos campesinos en marzo de 2007 en Aguazul (Casanare). (Vea: General (r) Mario Montoya será investigado por "falsos positivos")
El general Torres Escalante, quien rindió interrogatorio en diciembre de 2015, es investigado luego de que un juzgado de Paz de Ariporo (Casanare) le compulsara copias -es decir, que ordenaba investigarlo- tras condenar a 22 años de cárcel al teniente Fabián García, uno de sus subalternos. Las muertes de Daniel Torres y Julio Torres, padre e hijo, ocurridas en la finca El Triunfo en Aguazul, ocurrieron al parecer porque habían denunciado otra ejecución extrajudicial en la zona.
A los hombres de 38 y 16 años los presentaron como guerrilleros muertos en combate. Según le dijo el teniente Fabián García a las autoridades, el general Torres Escalante, quien para le época era el comandante de la Brigada XVI del Ejército -su jurisdicción comprende todo el departamento de Casanare- , conocía los hechos que se venían presentando en la región y que "siempre se le tuvo al tanto de las operaciones y de los casos que se presentaban".
Es más, en la investigación que adelanta un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia se habla de que en el expediente del general Torres Escalante se indaga por casi 85 ejecuciones extrajudiciales que ocurrieron en el departamento, especialmente, en los municipios de Hato Corozal y Paz de Ariporo. El expediente del oficial activo del Ejército es uno de los que más avanzados por la cantidad de material probatorio que se tiene en la Fiscalía, que ha registrado como desde lo más alto de la cadena de mando se dio la posibilidad de que se aumentaran los falsos positivos para dar resultados operativos.
Por eso la radicación de audiencia de imputación de cargos contra el general (r) Mario Montoya es el resultado de una investigación que por más de tres años adelantó la Fiscalía para determinar que el aumento de ejecuciones extrajudiciales, o "falsos positivos", se dio gracias a las directrices y ordenes que dieron algunos generales hace más de una década. Por estos hechos hay 22 generales que están siendo investigados, ya fuera porque con sus mandatos permitieron estas muertes o por omisión, al no tratar de castigar a quienes estaban matando campesinos para presentarlos como guerrilleros.
El principal objetivo de la Fiscalía es demostrar que las ejecuciones extrajudiciales no fueron asesinatos aislados que cometieron soldados rasos u oficiales de bajo rango, sino que correspondió a una directriz desde el alto mando del Ejército que privilegió las muertes como resultados operacionales por encima de las capturas o las desmovilizaciones. Entre las pruebas hay mapas comparativos de los picos en los que aumentaron los falsos positivos -como en los años 2005 y 2006- y declaraciones de generales que en su momento se opusieron a la estrategia que planteó el alto mando del Ejército para enfrentar a la guerrilla.
¿Quién es el general Henry Torres Escalante?
El hombre que actualmente tiene la misión de documentar la historia del Ejército Colombiano está implicado en uno de los capítulos más oscuros que las Fuerzas Militares no han querido explicar: los falsos positivos. El general Henry William Torres Escalante es conocido por ser un oficial tropero, que siempre ha estado en el campo combatiendo. Por eso fue comandante de la Quinta División del Ejército, de las brigadas IX y XVI y del Btallón No.3 contra el Narcotráfico. Asimismo estuvo al frente de la Jefatura de defensa Insitucional Conjunta del Comando General de las Fuerzas Militares y del Comando Conjunto Número dos del Suroccidente del país que tiene a su cargo los departamentos de Valle, Cauca y Nariño.
El general Torres Escalante también tiene cursos de lancero, paracaidismo, gerencia de proyectos, seminarios contra el narcotráfico, un magíster en defensa y seguridad y es ingeniero de obras civiles y militares. Ha estado igualmente en comisiones en el exterior en Brasil y Estados Unidos, y ha recibido 13 medallas y condecoraciones de los más altos honores. Por eso su captura es un hecho histórico, no solo porque es el primer general activo al que le ordenan su arresto por falsos positivos, sino porque durante su carrera militar ocupó importantes puestos de mando en distintas zonas del país asediadas por la guerrilla y salpicadas por los escándalos de las ejecuciones extrajudiciales.
El general Torres Escalante ha negado siempre cualquier responsabilidad en crímenes, asegurando que sólo ha cumplido su deber.