Se siente desesperanza: Primo de periodista asesinado por el hijo de la “Gata”
Jorge Luis Alfonso López, hijo de la exempresaria del chance, Enilce López, alias “la Gata”, recobró su libertad este miércoles bajo la condición de convertirse en gestor de paz del actual Gobierno. Alfonso López fue condenado a más de 20 años de prisión por el homicidio del periodista Rafael Enrique Prins ocurrido en 2005.
Rafael Enrique Prins, el periodista que fue asesinado el 19 de febrero de 2005 en Magangué, Bolívar, alcanzó a llegar con vida al hospital San Juan de Dios, luego que fue impactado con arma de fuego en varias oportunidades. Previo a entrar a una cirugía le pidió a uno de sus hermanos que no hiciera nada para investigar su ataque porque él tenía claro quien había atentado contra su vida.
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Rafael Enrique Prins, el periodista que fue asesinado el 19 de febrero de 2005 en Magangué, Bolívar, alcanzó a llegar con vida al hospital San Juan de Dios, luego que fue impactado con arma de fuego en varias oportunidades. Previo a entrar a una cirugía le pidió a uno de sus hermanos que no hiciera nada para investigar su ataque porque él tenía claro quien había atentado contra su vida.
Prins entró a cirugía y salió sin vida, así lo cuenta Edison Torres, primo del periodista que en más de una ocasión puso en jaque a Enilce López, alias “la Gata”, a y su hijo Jorge Luis Alfonso López, condenado a más de 20 años por el homicidio del comunicador y, hoy gestor de paz del Gobierno Petro.
En diálogo con El Espectador Edison Torres, también comunicador social, habló sobre cómo recibió la decisión judicial de la libertad de Alfonso López, la paz total y la desesperanza por ese tipo de decisiones que hoy también tienen en la palestra al alto comisionado para la paz, Danilo Rueda, que lidera la denominada paz total.
¿Qué siente al ver que el asesino de su primo está en libertad y, además, se convirtió en gestor de paz?
Se siente una desesperanza porque no sale porque haya pagado la pena, se haya enfrentado a la sociedad pidiendo perdón y se haya dado la reparación y la garantía de no repetición, sino que obedece a una estrategia política en la cual el Gobierno Nacional sirve de cómplice.
El alto comisionado para la paz (Danilo Rueda) para presentar positivos dentro de la paz total rompe los límites de la justicia. En este caso, quedaría la justicia tirada por el suelo porque todo el proceso que se hizo para condenar a Jorge Luis Alfonso se disuelve y esto produce desesperanza no sólo en los amigos y familiares de Rafael Prins sino para la sociedad.
¿Culpa al comisionado de paz de una decisión judicial?
No debemos responsabilizar a Jorge Luis Alfonso sino al alto comisionado porque él es el estratega de todo (…) El decir ahora el alto comisionado que no solicitó la libertad de Jorge Luis Alfonso es una posición hipócrita y por lo tanto hace añicos la propuesta de paz total. Con esta posición hipócrita nos conduce a la desesperanza
Entonces, a su juicio, no falló el juez…
Aquí lo que vemos es una responsabilidad política. No veo una falla del juez. Si al juez de ejecución de penas le muestran unas pruebas y, además, le dicen que Jorge Luis Alfonso debe cumplir como gestor de paz en libertad no veo fallas jurídicas sino más bien políticas. El juez no tiene otra opción que aceptar esas razones porque obedece a una política de Estado en el sentido de conseguir la paz.
¿Quién debe ser un gestor de paz?
Un gestor de paz debe ser aquel que haya saldado sus cuentas con la justicia, si no lo ha hecho no lo puede ser porque eso degradaría el concepto de una justicia restaurativa, de una justicia reparadora y transicional que es contrario a lo que defendió el presidente Gustavo Petro en su época de congresista.
¿Con esa situación hace un llamado al Gobierno?
Lo que considero es que el Gobierno debe ser claro. Si alguna persona gestora de paz fue condenada debe pasar por la justicia transicional. Debe pasar por la justicia transicional para que delate quiénes fueron sus cómplices y negociadores. Delate todo el entramado de quién produjo el entramado de la muerte no solo de Rafael Prins sino de varias personas.
Entonces, si el Gobierno quiere que Jorge Luis Alfonso sea gestor de paz que ponga las cartas sobre la mesa y que pase por el proceso de justicia transicional y se demuestre un aporte real para la verdad, que haya arrepentimiento, que haya reparación y sobre todo garantía de no repetición.
Aunque hay condena de por medio como víctima siente que no hay garantías...
No hay garantías para las víctimas, pero hay mucha prerrogativa para los victimarios. El Estado está garantizando a los victimarios, pero los derechos de las víctimas son tirados por el suelo. Esto de paz total se entendió mal por parte del Gobierno.
¿Por qué?
La paz total no debe significar impunidad total. Entendemos nosotros, los víctimas del conflicto armado, que todo proceso de paz implica un grado de impunidad, pero no significa total impunidad. Aquí los que se someten a la justicia transicional deben aportar verdad. Deben plantearse la reparación, deben comprometerse a la no repetición y el Estado debe ser garante de eso. Jorge Luis Alfonso es un ejemplo de cómo ese proceso de paz total se va a convertir en una ventanilla siniestra de la violencia en Colombia.
Considera que la paz total es una burla para las víctimas…
La paz total es una burla para las víctimas porque los que participan en ella no han saldado sus cuentas con la sociedad, por eso no puede haber perdón de la sociedad.
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