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En una atropellada elección en el Senado, Miguel Efraín Polo Rosero fue elegido este martes como nuevo magistrado de la Corte Constitucional y será el reemplazo del saliente Antonio José Lizarazo, quien abandonará el alto tribunal en febrero de 2025, tras cumplir su periodo constitucional. El abogado fue elegido con 57 votos de 104 posibles.
La plenaria tenía en sus manos votar por la terna que le había llegado del Consejo de Estado el pasado 22 de octubre, cuando eligieron a Claudia Dangond Gisbone, Miguel Efraín Polo Rosero y Jaime Humberto Tobar, estando la competencia realmente entre los dos primeros.
Tras alzarse como ganador, el nuevo magistrado subió al púlpito y dijo: “Quiero hacer una férrea defensa de lo que es la Corte Constitucional y cada uno de sus magistrados, quienes le han dedicado su vida y entrega a defender la Constitución. De mi parte no pueden esperar nada distinto a mi sujeción a la Constitución”. De la misma manera, le agradeció al Consejo de Estado por haberlo elegido en la terna que lo llevó a obtener una silla en la Corte Constitucional.
La victoria de Miguel Efraín Polo Rosero se dio en medio de una fuerte disputa con la candidata Dangond, quien en los primeros días había consolidados el apoyo de los partidos Conservador, Cambio Radical y algunos sectores del Partido Liberal y el Partido de la U. El nuevo magistrado fue elegido en la segunda votación que se hizo en el Senado tras tener que repetirla un día después porque aparecieron más votos de los que eran posibles en primer momento.
El hecho causó polémica en el recinto y varios senadores calificaron el hecho como “absurdo” y como un asunto bochornoso que ahora será investigado. En esa primera votación, la suma dio 103 papeletas: 50 votos por Claudia Dangond, 50 votos por Miguel Polo, dos votos en blanco y un tarjetón sin marcar. Esto, cuando solamente había 102 senadores en la plenaria.
En su intervención del pasado lunes ante la plenaria del Senado, Miguel Polo Rosero le dijo a los congresistas que su deber de elegir a magistrados de la Corte Constitucional “transmite el compromiso más importante para el ejercicio de su función de guarda integridad y supremacía de la Constitución, y es que ellos deben ser fieles a la defensa y garantía de la democracia, a la protección de las instituciones y a salvaguardar el equilibrio de poderes”.
Asimismo, le dijo a los legisladores que su presencia en la terna se debió a que “el Consejo de Estado reconoció mi trayectoria y no tuvo ninguna duda sobre mi autonomía, independencia, transparencia, honradez y suficiencia jurídica para llegar a ser magistrado de la Corte. De mí, dicho tribunal, el honorable Congreso y todo el país sólo podrán recibir una totalidad fidelidad de la Constitución, con el sistema democrático y las reglas electorales y mi convicción sobre el papel que debe cumplir el juez de constitucional”.
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