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El Juzgado Primero Penal de Circuito de Soacha (Cundinamarca), tras evaluar el proceso investigativo de la Unidad de Vida de la Fiscalía y de la Sijín de la Policía, sentenció con a máxima pena a un hombre que asesinó a su tía, quien era madre comunitaria del sector, y a su prima de entonces ocho años, el 19 de junio de 2019. El hombre, que intentó ocultar el crimen, recibió una condena de 60 años de prisión.
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“El sentenciado fue declarado responsable de los delitos de homicidio agravado y hurto calificado, y deberá permanecer en la cárcel La Modelo de Bogotá”, anunció la Fiscalía. De acuerdo con las investigaciones, fue posible demostrar que el hombre estuvo en el lugar del crudo asesinato e intentó de múltiples formas desaparecer la evidencia que lo comprometía. Fuentes del ente investigador explicaron que se reserva el nombre del agresor, dado que una de las víctimas es menor de edad, de acuerdo con el Código de Infancia y Adolescencia.
#Atención | Fiscalía logra máxima condena para hombre que asesinó a su tía y prima menor de edad. El homicida fue sentenciado a 60 años de prisión. El crimen está relacionado con el robo de $5 millones. El hecho ocurrió el 19 de junio de 2019 en barrio Villa Mercedes de Soacha. pic.twitter.com/r5HucmzX2E
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) January 10, 2021
En principio, la Fiscalía contaba con un elemento clave: el responsable era alguien cercano o de confianza de las víctimas, pues nunca se forzaron las chapas, ventanas o tejas de la casa en la que fueron encontrados ambos cuerpos. Durante la inspección a la escena del crimen, se constató que un colchón y un bafle de sonido estaban perforados.
“Uno de los hijos de la mujer aseguró que del parlante fueron sustraídos $5 millones que su madre había ocultado. Señaló que su primo (el condenado con la máxima pena) sabía que en el articulo estaba guardada esa suma de dinero y lo culpó de algunos robos que se presentaron en la familia”, agregó el ente investigador.
Tras escuchar tal testimonio, las autoridades citaron a versión libre al sobrino de la madre comunitaria. En la diligencia, los funcionarios judiciales se dieron cuenta de que el hoy condenado tenía varias heridas en las manos. Ante los investigadores aseguró que tales lesiones fueron ocasionadas con una escalera, “sin embargo, parecían heridas de cuchillo”, señaló la Fiscalía.
Luego de escuchar esa declaración, el hombre fue requisado y se le halló una navaja de tres hojas, la cual tenía rastros de sangre recientes. El elemento fue revisado por las autoridades, quienes compararon el fluido con otros elementos que se encontraron en la escena del crimen, como el bafle. ¿El resultado? La sangre coincidió con el sobrino de la mujer asesinada.
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Cuando la Fiscalía allanó la casa del hoy condenado encontró que había sangre en el lavadero, ducha y en una habitación. “Las pruebas forenses permitieron conocer que varias partes del inmueble fueron limpiadas y algunas prendas lavadas para borrar los vestigios del homicidio”, concluyó la Fiscalía, la cual tras año y medio de investigaciones logró que hombre fuese condenado por el crimen familiar.
De acuerdo con estadísticas de la Policía Nacional, durante 2019 se presentaron 12.480 homicidios en Colombia. En el municipio de Soacha (Cundinamarca) las autoridades tienen un registro de 153 hechos de esa naturaleza. De hecho, específicamente en el sector de Villa Mercedes, donde ocurrió el asesinato de ambas mujeres, la institución tiene una cuenta de seis homicidios, de los cuales eran cinco adultos y la niña de ocho años.
Según cifras de la ONG Observatorio de Feminicidios Colombia, durante el 2020 se presentaron 569 feminicidios en Colombia. Por otro lado, la organización asegura que el 52% del total de estos hechos violentos fueron concretados por hombres en armas, lo que corresponde a 185 casos. “Estos crímenes terminan por engrosar las cifras de orden público y de los homicidios por enfrentamientos armados y desaparece su contenido especifico de violencia feminicida”, explica la ONG.