Sor Teresa Gómez, hermanastra del clan Castaño, obtenía firmas de campesinos para arrebatarles sus tierras. / Archivo El Espectador
El nombre de Sor Teresa Gómez es sinónimo de la violencia y el despojo paramilitar en el Urabá antioqueño y Córdoba. Fue la encargada de hacer realidad el proyecto de expansión con el que los hermanos Vicente, Fidel y Carlos Castaño Gil, jefes de las Autodefensas, pretendían hacerse a ricas y numeras tierras de campesinos, con violencia y a cambio de pírricos precios en los años 90. Con al menos dos condenas por ello, Gómez reconoció su responsabilidad, se acogió a sentencia anticipada y un juzgado antioqueño la acaba de condenar —otra...
Por Alejandra Bonilla Mora / @AlejaBonilla
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