“Tengo mucha fe de que pronto estaré con mis hijos”: padre de los niños perdidos
El papá de los cuatro niños desaparecidos en Guaviare, tras la caída de la avioneta donde viajaban, reconoció el trabajo que han desplegado las Fuerzas Militares en la búsqueda.
La búsqueda no cesa para encontrar a los cuatro niños que, desde el primero de mayo, desaparecieron tras la caída de la aeronave Cessna 206 sobre la selva en los límites entre Caquetá y Guaviare. El Ejército Nacional trabaja en conjunto con las comunidades indígenas en la nombrada “Operación Esperanza”, sin dar todavía con el paradero de los menores. Manuel Ranoque, padre de los cuatro niños, habló desde esa espesa selva, diciendo que mantiene la fe de encontrar pronto a sus hijos.
Lea también: Militares reportan nuevos rastros de los cuatro niños perdidos en la selva
Ranoque, con el dolor de la búsqueda que ha traído algunas pistas de que sus niños podrían estar con vida, camina al lado de indígenas de Caquetá, Putumayo, Guaviare y Cauca, quienes llegaron a apoyar las labores de búsqueda y rescate. Hasta hoy, 24 días después del siniestro, han recorrido más de 600 kilómetros. Son 130 comandos de las Fuerzas Especiales, entre los que encuentran tres perros entrenados en búsqueda y rastro, y más de 90 indígenas, de los cuales tres son mujeres.
En las últimas horas, los grupos combinados de búsqueda, compuestas por las Fuerzas Militares e indígenas Nukak ingresados hace dos días, ubicaron en dos lugares diferentes pañales, tenis, un accesorio de celular, una tapa de tetero y una toalla. El anterior indicio encontrado en la zona había sido el pasado 18 de mayo, eran huellas de unas 48 horas, cerca a un pequeño caño, a seis kilómetros del accidente.
Cuenta el Ejército, mediante un comunicado que, Manuel Ranoque, agradeció el trabajo de los Comandos de las Fuerzas Especiales que hoy completan 18 días de labores de búsqueda. “Este hombre, también valoró las oraciones y buenos deseos que los colombianos día a día le manifiestan a él y a los hombres que adelantan la Operación Esperanza”, añade la información. Tales mensajes le llegan a través de un radio satelital para alentar a los buscadores.
Debido a la lluvia y la humedad que enfrentan en el territorio, a los buscadores se les ha impedido adelantar más rápido este proceso de búsqueda. Por esto, “Manuel Ranoque, aprovechó para pedirle paciencia y fe, tanto a las personas que están a su lado como los que se encuentran en la planeación y direccionamiento de los movimientos. Pidió que mantengan la fe, que pronto saldrán de la selva con los niños sanos y salvos”, cuentan en la comunicación del Ejército.
Le podría interesar: Así continúa la búsqueda de los cuatro niños perdidos en la selva
En las últimas horas, como una muestra de gratitud por el esfuerzo que han realizado los Comandos de Fuerzas Especiales y a las comunidades indígenas, helicópteros de la Fuerza Aérea les llevaron a diferentes puntos cerca de 250 porciones de arroz chino y comida caliente. “Estos alimentos, que en la civilización pueden parecer un plato común y corriente en el día a día, ahora se convertirán en un verdadero manjar en medio de la adversidad y las dificultades de esta espesa y alejada selva, lo que llenará, aún más de energía, a los hombres y mujeres que están en la zona de búsqueda”, expresa el comunicado de prensa del Ejército.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
La búsqueda no cesa para encontrar a los cuatro niños que, desde el primero de mayo, desaparecieron tras la caída de la aeronave Cessna 206 sobre la selva en los límites entre Caquetá y Guaviare. El Ejército Nacional trabaja en conjunto con las comunidades indígenas en la nombrada “Operación Esperanza”, sin dar todavía con el paradero de los menores. Manuel Ranoque, padre de los cuatro niños, habló desde esa espesa selva, diciendo que mantiene la fe de encontrar pronto a sus hijos.
Lea también: Militares reportan nuevos rastros de los cuatro niños perdidos en la selva
Ranoque, con el dolor de la búsqueda que ha traído algunas pistas de que sus niños podrían estar con vida, camina al lado de indígenas de Caquetá, Putumayo, Guaviare y Cauca, quienes llegaron a apoyar las labores de búsqueda y rescate. Hasta hoy, 24 días después del siniestro, han recorrido más de 600 kilómetros. Son 130 comandos de las Fuerzas Especiales, entre los que encuentran tres perros entrenados en búsqueda y rastro, y más de 90 indígenas, de los cuales tres son mujeres.
En las últimas horas, los grupos combinados de búsqueda, compuestas por las Fuerzas Militares e indígenas Nukak ingresados hace dos días, ubicaron en dos lugares diferentes pañales, tenis, un accesorio de celular, una tapa de tetero y una toalla. El anterior indicio encontrado en la zona había sido el pasado 18 de mayo, eran huellas de unas 48 horas, cerca a un pequeño caño, a seis kilómetros del accidente.
Cuenta el Ejército, mediante un comunicado que, Manuel Ranoque, agradeció el trabajo de los Comandos de las Fuerzas Especiales que hoy completan 18 días de labores de búsqueda. “Este hombre, también valoró las oraciones y buenos deseos que los colombianos día a día le manifiestan a él y a los hombres que adelantan la Operación Esperanza”, añade la información. Tales mensajes le llegan a través de un radio satelital para alentar a los buscadores.
Debido a la lluvia y la humedad que enfrentan en el territorio, a los buscadores se les ha impedido adelantar más rápido este proceso de búsqueda. Por esto, “Manuel Ranoque, aprovechó para pedirle paciencia y fe, tanto a las personas que están a su lado como los que se encuentran en la planeación y direccionamiento de los movimientos. Pidió que mantengan la fe, que pronto saldrán de la selva con los niños sanos y salvos”, cuentan en la comunicación del Ejército.
Le podría interesar: Así continúa la búsqueda de los cuatro niños perdidos en la selva
En las últimas horas, como una muestra de gratitud por el esfuerzo que han realizado los Comandos de Fuerzas Especiales y a las comunidades indígenas, helicópteros de la Fuerza Aérea les llevaron a diferentes puntos cerca de 250 porciones de arroz chino y comida caliente. “Estos alimentos, que en la civilización pueden parecer un plato común y corriente en el día a día, ahora se convertirán en un verdadero manjar en medio de la adversidad y las dificultades de esta espesa y alejada selva, lo que llenará, aún más de energía, a los hombres y mujeres que están en la zona de búsqueda”, expresa el comunicado de prensa del Ejército.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.