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Camilo Torres Martínez fue, durante años, uno de los hombres más temidos y con más poder dentro del Clan del Golfo. Es más: fue uno de sus principales líderes, incluso antes de que Dario Atonio Úsuga David, alias Otoniel, llegara al poder de ese temido grupo criminal. Pero en realidad, Torres Martínez es más conocido por dos motivos.
El primero, su curioso nombre en la guerra: Fritanga. Y el segundo, porque su captura en 2012 se convirtió en un episodio de película, pues las autoridades lo detuvieron en medio de su propio matrimonio en una extravagante fiesta en el Golfo de Morrosquillo, en la costa Caribe colombiana.
(En contexto: La jugada de alias “Fritanga” para quedar libre por narcotráfico que no funcionó)
Pese a que Fritanga está bajo la custodia de las autoridades desde hace 11 años, y de que en su contra pesan al menos tres condenas por delitos relacionados con el narcotráfico, hasta ahora la Fiscalía y la Policía lograron tocar el corazón de su fortuna.
La Dijín confirmó que en las últimas horas fueron capturadas 10 personas que habrían sido por años testaferros de Torres Martínez en varias ciudades del país. Entre los judicializados están: su esposa, exesposa, excompañera permanente, su contador, un tío, un hermano, su propia madre y hasta su conductor. Todos ya fueron imputados, pero por orden del juez del caso, quedaron en libertad.
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Según la información que entregó la Policía, la investigación duró más de cinco años y los hallazgos tributarios y financieros del narcotraficantes permitió identificar que Fritanga coordinó la compra de varios bienes que puso a nombre de sus familiares y allegados para ocultar su verdadero dueño y el origen del dinero.
Los investigadores y los peritos contables de la Dijín establecieron que la fortuna oculta de Fritanga está avaluada en $9.600 millones y muchos de esos bienes ya están dentro de un proceso de extinción de dominio, al menos desde 2008. Además, durante las capturas, las autoridades incautaron $800 millones en efectivo.
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“Durante la investigación, se logró establecer que estas personas no contaban con la capacidad económica para la compra de los mismos, y que además no pudieron soportar documentalmente el origen lícito de los dineros con los cuales fueron adquiridas las diferentes propiedades”, señaló la Policía en un comunicado de prensa.
Además de ser conocido como uno de los máximos líderes del Clan del Golfo, Fritanga fue hombre de confianza del jefe paramilitar Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario. Fue condenado a 21 años de cárcel por narcotráfico y extraditado a Estados Unidos en 2012, por los mismos hechos. Hoy se encuentra preso en Colombia, terminando de cumplir la pena a un poco más de una década de prisión.
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