Publicidad

Torturadas y asesinadas: las dos personas que desaparecieron en La Escombrera

Una joven lideresa y un vendedor ambulante discapacitado fueron detenidos, torturados, asesinados, enterrados y ocultados por paramilitares, en complicidad con el Ejército, bajo escombros en la Comuna 13 de Medellín.

Valentina Arango Correa
31 de enero de 2025 - 11:00 a. m.
La Escombrera
La Escombrera
Foto: Diego Pérez
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Las fechas, tan importantes como los nombres. En 2002, paramilitares, en complicidad con el Ejército, los detuvieron, asesinaron, enterraron y ocultaron bajo La Escombrera de la Comuna 13 de Medellín. Después del histórico primer hallazgo en esa montaña —el del 18 de diciembre de 2024—, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) siguen encontrando restos de cuerpos. A la fecha, son cuatro personas. Y sobre dos de ellas, un hombre y una mujer, ya se sabe su identidad. Sus crímenes ocurrieron en el marco de 34 operaciones desarrolladas por la Fuerza Pública en la Comuna 13 entre 2001 y 2004. Por eso, las fechas importan.

Ella. Una lideresa juvenil. Salió de su casa en la noche del 30 de julio de 2002 para asistir a una reunión. Estaba organizando actividades como coordinadora de un grupo deportivo. Él. Un vendedor ambulante en condición de discapacidad. Salió de su hogar en la mañana del 13 de octubre de 2002. Los dos con proyectos de vida alejados del conflicto, habitantes de barrios populares, que no tenían antecedentes penales ni vínculos con el conflicto armado. Tras remover más de 15 metros de tierra y pedazos de cemento, vidrio y basura, sus cuerpos fueron recuperados y, por fin, tendrán una entrega digna a las familias que los buscaron.

Lea también: Los hallazgos en La Escombrera que respaldan a madres buscadoras de la Comuna 13

El Instituto Nacional de Medicina Legal logró la identificación de estas dos personas en tiempo récord. La búsqueda fue integral. Las autoridades analizaron testimonios, procesos judiciales y hasta las basuras encontradas en el lugar, como casquillos de balas. Una contrastación técnica para establecer, con toda certeza, quiénes fueron esas personas, el tipo de torturas que sufrieron, cómo fueron asesinadas con tiros de gracia, y quiénes decidieron desaparecerlas. Sus nombres se mantienen en el anonimato, para proteger la seguridad de las familias y del proceso investigativo. Así, la JEP asegura “que todas sus afirmaciones se sustentan en fuentes y documentos oficiales”.

De acuerdo con la investigación, la joven salió de su casa el 30 de julio de 2002 para asistir a una reunión juvenil en el corregimiento de San Cristóbal. Según testimonios, miembros armados del Bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) —quienes meses antes se habían instalado en esa zona— irrumpieron en el lugar y se la llevaron. Al día siguiente, le permitieron comunicarse con su mamá, informando que había recibido órdenes de desplazarse. Desde entonces no hubo más noticias de ella. La Fiscalía, por su parte, ha investigado el caso de esta lideresa de 20 años como una desaparición forzada perpetrada por esta estructura paramilitar, liderada por Diego Fernando Murillo, conocido como Don Berna. Según la evidencia de la JEP, el crimen ocurrió pocos días después de la desaparición de otro líder comunal del sector.

En el caso del hombre de 28 años, la investigación lo vincula a un hecho distinto. La víctima, quien padecía epilepsia y tenía dificultades de movilidad, se ganaba la vida como vendedor ambulante y residía con sus padres en el barrio Belencito. El 13 de octubre de 2002, salió de su casa en la mañana y desapareció. Su caso ha sido relacionado por la Fiscalía con el Bloque Cacique Nutibara de las AUC, en colaboración con el Frente José Luis Zuluaga, estructura que operaba en la Comuna 13 y que era liderada por Luis Eduardo Zuluaga, conocido como alias Mc Giver.

Le puede interesar: Los restos de la atrocidad encontrados bajo la montaña enorme de La Escombrera

La confirmación de la identidad de estas dos personas permitió establecer que el sitio donde fueron depositados sus restos corresponde al período entre 2002 y 2004, años en los que se registraron mayor número de desaparecidos en esa zona de Medellín. Además, la JEP indició que se trata de víctimas que no tenían antecedentes penales, investigaciones, condenas ni registros en archivos de inteligencia. “La verdad judicial, construida a partir de evidencia, testimonios y análisis forenses, confirma que La Escombrera fue un sitio destinado a la desaparición forzada en Colombia”, subrayó la entidad mediante un comunicado.

La evidencia, además, respalda la hipótesis de que la desaparición forzada fue utilizada como un mecanismo para reducir los registros oficiales de homicidios en la ciudad. Las particularidades de este contexto de violencia en Antioquia hacen parte la investigación que adelante la JEP en el macrocaso 08, en el que se abordan los delitos cometidos por la fuerza pública en colaboración con paramilitares. La Sala de Justicia y Paz del Tribunal de Medellín también lo dijo en su momento. Mediante una sentencia del 24 de septiembre de 2015, afirmó que esta práctica constituía una forma de “colaboración” con la el Ejército y la Policía, dado que las víctimas desaparecidas no eran registradas en las estadísticas de homicidios.

De acuerdo con la evidencia en manos de la JEP, “los integrantes del Bloque Cacique Nutibara no solo aterrorizaban a la población, sino que sacaban a las víctimas de sus casas, las amarraban, torturaban y/o asfixiaban mecánicamente y luego eran desmembradas, descuartizadas y/o decapitadas. Después, las inhumaban en lugares que eran utilizados comúnmente para ese fin, como La Escombrera, La Arenera, el Morro, los barrios Vallejuelos, el alto de Bellavista, El Cebollal, San Javier La Loma, el cerro de Los 12 Apóstoles y la Finca Buenavista de la vereda Bellavista de San Cristóbal”.

Al respecto, en una versión de Justicia y Paz del 19 de abril de 2013, alias Don Berna afirmó que en La Escombrera podrían haber más de 500 personas enterradas. Con este hallazgo, dado que una de las víctimas era habitantes de la zona rural de San Cristóbal, colindante con las Comunas 7 y 6, la JEP ha reiterado su llamado a las familias de personas desaparecidas en esas zonas cercanas para que aporten información y permitan tomar muestras biológicas que permitan avanzar en los procesos de identificación, para saber quiénes eran y entregarle a sus familias un poco de la dignidad que la guerra les quitó.

Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.

Valentina Arango Correa

Por Valentina Arango Correa

Escribe sobre la esperanza, los derechos humanos, el dolor y las mujeres. Es periodista de la Universidad de Antioquia y realizadora audiovisual.@negruracorreavarango@elespectador.com

Temas recomendados:

Berta(2263)01 de febrero de 2025 - 10:33 a. m.
Mi solidaridad y respeto por las víctimas del horror de La Escombrera; perpetrado por el Estado. Acusarlas de "locas" es negarles el derecho a la verdad y a la reparación. Ese adjetivo, humillante y atroz, es el que le adjudicaron a Las Madres de la Plaza de Mayo (Argentina) que buscaban a sus hijos desaparecidos; aproximadamente 40.000. Uribe y Pérez, en connivencia con los paramilitares, habrían cometido un crimen de lesa humanidad. ¿Fco. Gutiérrez es su cómplice?
Alejandro(71356)01 de febrero de 2025 - 01:00 a. m.
Ojalá "fico" recuerde a las "CUCHAS".
Margarita(89855)31 de enero de 2025 - 03:13 p. m.
Seguimos sumando Falsos Positivos Dolor de Patria !
Alamo(88990)31 de enero de 2025 - 02:36 p. m.
¡Cabal Administración Ubérrima de Violencia!!: 6.402 + 2... y muchos "escombros" más. Apenas como para las elecciones próximas.
Daniel(34680)31 de enero de 2025 - 02:26 p. m.
Con qué babosadas van a salir los tarados de Fico y Néstor Morales? Me muero de la curiosidad.
Ver más comentarios
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar