Tras audiencia de Jineth Bedoya, Gobierno pide a la JEP abrir caso de violencia sexual
El director de la Agencia de Defensa del Estado, Camilo Gómez, el mismo que recusó a los magistrados de la Corte IDH y se fue de la audiencia de juzgamiento, envió una carta a la JEP pidiendo que se abra un macrocaso de violencia sexual en el conflicto.
Luego de recusar a la mayoría de los jueces de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) que estudian el caso de la periodista Jineth Bedoya, y de salirse de la audiencia en un hecho sin precedentes, Camilo Gómez, quien funge como el abogado de Colombia, se jugó una carta más: le pidió a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que se abra un macrocaso de violencia sexual en el conflicto armado. Según la carta que hizo llegar al tribunal de paz, el propio Gómez comparte las criticas que lanzó Bedoya contra esa jurisdicción por no avanzar más en esta materia.
(En contexto: El Estado colombiano se retiró de la audiencia por el caso Jineth Bedoya ante la Corte IDH)
“Si bien la JEP ha desarrollado algunas estrategias e instrumentos teniendo en cuenta un enfoque de género, y ha priorizado algunas situaciones territoriales en donde la violencia sexual y de género se incluyen como uno de los crímenes a investigar, quiero sumarme a la petición de Jineth Bedoya para que la JEP priorice y le dé un tratamiento especial a los delitos sexuales cometidos en el conflicto”, le escribió este 16 de marzo, el director de la Agencia de Defensa Jurídica (Andje), Camilo Gómez, al presidente de la JEP, el magistrado Eduardo Cifuentes.
Las palabras textuales de Bedoya en la audiencia del pasado 15 de marzo fueron: “Mi caso no ha sido reconocido por la JEP. Está en justicia ordinaria. Yo creería que quien debe tener la voluntad de revisar el caso es la JEP, pero no sé si hay alguna intención. Después de cuatro años, el caso de violencia sexual en Colombia ni siquiera ha sido abierto por la JEP. La petición básicamente es que el caso de violencia sexual se abra. Creo que darle posibilidad a las víctimas de que puedan acceder a la verdad es indispensable para empezar a cerrar esos ciclos de violencia que hemos enfrentado durante tantos años”.
Bedoya, hoy subeditora de El Tiempo, fue secuestrada, torturada y violentada sexualmente el 25 de mayo de 2000. Fue raptada mientras era reportera de El Espectador justo en la entrada de la cárcel La Modelo, en Bogotá, a donde llegó investigando la guerra que se vivía allí entre paramilitares y guerrilla. Su caso se volvió un emblema de la violencia sexual y de las múltiples violencias que sufren las mujeres periodistas en función de su oficio. Ante la inacción del Estado colombiano para esclarecer lo ocurrido, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó el caso ante la Corte IDH en 2019 y esta semana comenzaron las audiencias.
(Le puede interesar: Confirman condena contra exparamilitares victimarios de la periodista Jineth Bedoya.
“Comparto plenamente con Jineth Bedoya su afirmación en la que reitera que uno de los delitos más atroces cometidos durante el conflicto armado es el relacionado con la violencia sexual en contra de las mujeres”, añadió Gómez, que fue criticado por levantarse de la audiencia de juzgamiento del pasado 15 de marzo alegando falta de garantías. Para la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), que representa a Bedoya, fue revictimizante la actitud de Gómez.
“Como ciudadano y como abogado del Estado colombiano, rechazo profundamente todas las acciones violentas contra Jineth Bedoya y contra cualquier mujer y reafirmo que ninguna debería afrontar tan doloroso y repudiables hechos”, continúa la carta que envió a la JEP. La misiva finaliza diciendo que es tarea de la institucionalidad investigar lo sucedido, perseguir a los responsables y asegurarse de que hechos como el sufrido por la curtida periodista no vuelvan a ocurrir. “La JEP tiene en sus manos la posibilidad histórica e contribuir al mejoramiento de la investigación y judicialización de hechos de violencia sexual y de género ocurridos en el conflicto”, remató.
Luego de recusar a la mayoría de los jueces de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) que estudian el caso de la periodista Jineth Bedoya, y de salirse de la audiencia en un hecho sin precedentes, Camilo Gómez, quien funge como el abogado de Colombia, se jugó una carta más: le pidió a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que se abra un macrocaso de violencia sexual en el conflicto armado. Según la carta que hizo llegar al tribunal de paz, el propio Gómez comparte las criticas que lanzó Bedoya contra esa jurisdicción por no avanzar más en esta materia.
(En contexto: El Estado colombiano se retiró de la audiencia por el caso Jineth Bedoya ante la Corte IDH)
“Si bien la JEP ha desarrollado algunas estrategias e instrumentos teniendo en cuenta un enfoque de género, y ha priorizado algunas situaciones territoriales en donde la violencia sexual y de género se incluyen como uno de los crímenes a investigar, quiero sumarme a la petición de Jineth Bedoya para que la JEP priorice y le dé un tratamiento especial a los delitos sexuales cometidos en el conflicto”, le escribió este 16 de marzo, el director de la Agencia de Defensa Jurídica (Andje), Camilo Gómez, al presidente de la JEP, el magistrado Eduardo Cifuentes.
Las palabras textuales de Bedoya en la audiencia del pasado 15 de marzo fueron: “Mi caso no ha sido reconocido por la JEP. Está en justicia ordinaria. Yo creería que quien debe tener la voluntad de revisar el caso es la JEP, pero no sé si hay alguna intención. Después de cuatro años, el caso de violencia sexual en Colombia ni siquiera ha sido abierto por la JEP. La petición básicamente es que el caso de violencia sexual se abra. Creo que darle posibilidad a las víctimas de que puedan acceder a la verdad es indispensable para empezar a cerrar esos ciclos de violencia que hemos enfrentado durante tantos años”.
Bedoya, hoy subeditora de El Tiempo, fue secuestrada, torturada y violentada sexualmente el 25 de mayo de 2000. Fue raptada mientras era reportera de El Espectador justo en la entrada de la cárcel La Modelo, en Bogotá, a donde llegó investigando la guerra que se vivía allí entre paramilitares y guerrilla. Su caso se volvió un emblema de la violencia sexual y de las múltiples violencias que sufren las mujeres periodistas en función de su oficio. Ante la inacción del Estado colombiano para esclarecer lo ocurrido, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó el caso ante la Corte IDH en 2019 y esta semana comenzaron las audiencias.
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“Comparto plenamente con Jineth Bedoya su afirmación en la que reitera que uno de los delitos más atroces cometidos durante el conflicto armado es el relacionado con la violencia sexual en contra de las mujeres”, añadió Gómez, que fue criticado por levantarse de la audiencia de juzgamiento del pasado 15 de marzo alegando falta de garantías. Para la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), que representa a Bedoya, fue revictimizante la actitud de Gómez.
“Como ciudadano y como abogado del Estado colombiano, rechazo profundamente todas las acciones violentas contra Jineth Bedoya y contra cualquier mujer y reafirmo que ninguna debería afrontar tan doloroso y repudiables hechos”, continúa la carta que envió a la JEP. La misiva finaliza diciendo que es tarea de la institucionalidad investigar lo sucedido, perseguir a los responsables y asegurarse de que hechos como el sufrido por la curtida periodista no vuelvan a ocurrir. “La JEP tiene en sus manos la posibilidad histórica e contribuir al mejoramiento de la investigación y judicialización de hechos de violencia sexual y de género ocurridos en el conflicto”, remató.