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La magistrada Sandra Jeanette Castro Ospina, quien tiene estudios especializados en Ciencias Penales y Criminológicas de la Universidad Externado de Colombia y una maestría en Derecho Penal de la Universidad de Barcelona, fue denunciada, al parecer, por acoso laboral ejercido bajo el cargo de presidenta de la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Tras seis años como magistrada de la JEP, la togada estaría involucrada en tres casos de acoso laboral publicados por Blu Radio. Este medio de comunicación dio a conocer que las denuncias fueron presentadas ante la Comisión Nacional de Disciplina Judicial.
Las tres personas que decidieron presentar las denuncias habrían trabajado en el despacho de la magistrada Castro o han tenido ciertas funciones en las que ella habría terminado dando órdenes dentro de la jurisdicción.
Dentro de las razones que motivaron a los tres funcionarios de la JEP para denunciar por “acoso laboral” a Castro Ospina, sería por su salud mental porque en consecuencia de la presión en el trabajo, habrían sentido ansiedad, depresión y otras enfermedades que afectan su tranquilidad.
El primer caso expuesto por ese medio, según las denuncias que reposan en la la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, la primer denunciante sería una mujer que empezó a trabajar con la magistrada en el 2023. Afirma que Castro Ospina utilizaba “expresiones ultrajantes” que habrían vulnerado su “dignidad humana y trabajo” , como lo citó en dicha denuncia y complementó que desde el comienzo, sintió un ambiente laboral hostil y de poca colaboración entre colegas, aseguró que hacían “chistes”: “5:30 p.m. y no llegó la insubsistencia, un día más que sobrevivimos” o “Aún me sigue dejando ver y entrar a mi correo, no soy insubsistente”, son algunas citas de la primer denunciante, quien además expresó que había alta rotación del personal que llegaba a la oficina de la togada.
Este caso habría pasado hace dos meses, en el mes de julio. La togada habría pedido a una funcionaria el cumplimiento de unas correcciones de un proyecto que debían presentar, sin embargo, la funcionaria denuncia que la magistrada no comprendió su estado de salud en ese momento, quien afirmó que pasaba por un proceso a nivel hormonal con el Síndrome del Ovario Poliquístico (SOPQ) y una alerta de CA125, una proteína que se encuentra más en las células del cáncer ovárico.
Dentro de las citas presentadas por la denunciante que su jefe, la magistrada Casto, se habría referido a ella: “eres privilegiada a tu edad de tener un cargo como este”, “tu problema es ser la persona consentida del anterior magistrado”, “las mujeres no debemos esperar siempre un superhéroe y el magistrado no es tu superhéroe”, “ser linda no es lo más importante, también toca producir y ser profesionales buenas y reconocidas”. Luego de escuchar a su jefe, la mujer que denunció habría empezado a sentir que debía ir al baño porque confesó que sentía “cómo bajaba sangre de sus piernas”: “tenía una falda y al no estar preparada estaba todo un caos, cuando la magistrada hizo una pausa en su discurso, le dije debo ir al baño me llegó el periodo´, esto la enfureció y me dijo “no te creo, siempre es la misma excusa de las mujeres débiles, deberías saber que tu compañera sufre con periodos menstruales más severos que tú y jamás se queja de eso conmigo, eres inmadura”, para ese momento no soporté más y salí de la oficina llorando camino al baño”, así se leyó en el documento de la denuncia.
La segunda denuncia se radicó el 11 de septiembre, en donde otra funcionaria de la JEP se habría presentado ante la Comisión Nacional de Disciplina Judicial contra la magistrada Castro por hechos ocurridos el 25 de junio de 2020, a pesar de haber interpuesto una queja por escrito en primera instancia al Comité de Convivencia Laboral de la Jurisdicción Especial para la Paz, por “conductas constitutivas de acoso y maltrato laboral”, decidió hacerlo nuevamente porque lo que vivió fue, según ella, traumático y que aún comparte espacios con la magistrada desde donde ha escuchado de otros casos.
Reafirmó que el trato de la magistrada es “grosero, insultante y denigrante”y, que durante la pandemia de Covid-19 su situación habría empeorado porque fue escalando: “al punto de generar graves afectaciones en mi salud física y mental como lo certificó mi médico tratante, en la medida que desarrollé ansiedad y episodios de pánico, por lo que debí someterme a tratamiento médico por el área de psiquiatría de manera urgente tanto de forma particular, como por la EPS Sanitas y farmacológico por más de un año”.
El tercer caso fue radicado hace cuatro días, el 12 de septiembre, por hechos que dan lugar desde abril del 2024 cuando inició labores en la JEP. En el documento se lee que desde que comenzó a trabajar también habría experimentado momentos incómodos en el despacho puesto que,sus compañeros en su llegada no se dedicaron a ayudarla en la transición con el cargo, por el contrario, la atemorizaron sobre la exigencia laboral.
Narra que al principio trató tener conexión con la magistrada para tener aclaraciones sobre temas laborales, pero que siempre fue incómodo el trato, además, citó un caso en particular que vivió con la togada cuando en julio, le pidió permiso para poder realizar un tratamiento quirúrgico pero su respuesta había sido que ella estaba “desenfocada” y que le había dicho: “Que por su parte notaba que carecía de conocimientos y capacidades, que debía ser estratégica. Incluso me indicó que yo debía aprovechar la incapacidad que me darían por mi cirugía y dedicarme a estudiar”, adicionalmente, denunció que Castro habría enviado un correo electrónico a todos los del equipo de trabajo exponiendo su condición de salud al informar de su procedimiento en el quirófano.
Hasta el momento, la magistrada no se ha pronunciado.
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