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El Tribunal Superior de Barranquilla, Sala de Justicia y Paz, condenó al exlíder paramilitar Salvatore Mancuso y a 45 exmiembros del extinto Bloque Catatumbo de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) por su responsabilidad en 1.323 hechos delictivos ocurridos entre mayo de 1999 y diciembre de 2004 en Norte de Santander.
La Fiscalía demostró que esta estructura paramilitar implementó patrones sistemáticos de macrocriminalidad para someter a la población civil y atacar a las comunidades que se oponían a sus acciones criminales.
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Entre los hechos documentados se encuentran 568 homicidios, incluidos los cometidos durante las masacres de Villa del Rosario, Arboledas, Los Patios, El Tarra y Tibú. También se registraron 55 casos de desaparición forzada, muchos de ellos relacionados con personas retenidas en zonas rurales cuyo paradero aún se desconoce, y 700 episodios de desplazamiento forzado.
Según el ente investigador, las acciones del Bloque Catatumbo constituyen crímenes de guerra y de lesa humanidad, que incluyeron homicidios selectivos, desapariciones forzadas, secuestros, amenazas, violaciones y desplazamientos masivos. Las víctimas, en su mayoría civiles y líderes comunitarios, fueron instrumentalizadas o acusadas injustamente de colaborar con otros grupos armados ilegales.
Salvatore Mancuso fue sentenciado a 480 meses de prisión (40 años), mientras que los demás condenados recibirán penas de entre 240 y 480 meses (20 a 40 años). Adicionalmente, deberán pagar multas de hasta 5.000 salarios mínimos mensuales vigentes.
No obstante, como parte del marco legal de la Ley de Justicia y Paz, se aplicará una pena alternativa de ocho años de prisión para los sentenciados que cumplan con los requisitos de verdad, justicia y reparación a las víctimas. “El fallo ordena a los exintegrantes de las AUC reparar patrimonialmente los daños morales y materiales causados a las víctimas acreditadas en el proceso” detalló el comunicado de la Fiscalía.
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El fallo también ordena reparar de manera patrimonial los daños morales y materiales sufridos por las víctimas acreditadas en el proceso judicial, en reconocimiento del impacto causado por los actos criminales. El Bloque Catatumbo fue una de las estructuras más violentas de las AUC, responsable de masacres, desplazamientos y violaciones sistemáticas de derechos humanos en Norte de Santander y otras zonas del país, los cuales se financiaban a través del narcotráfico, y en algunos casos, tuvieron apoyo del Estado.
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