Un carrobomba, combates armados y un cese al fuego suspendido: el presente caucano
En las últimas horas, los habitantes del departamento han vuelto a vivir la zozobra del conflicto armado en medio de las negociaciones que adelanta el denominado Estado Mayor Central y el gobierno de Gustavo Petro.
El norte del departamento del Cauca vuelve a estar bajo la zozobra del conflicto armado por cuenta de enfrentamientos entre el denominado Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC y las tropas del Ejército dispuestas por el Gobierno de Gustavo Petro. Dos bandos que, en lo diplomático, aseguran estar buscando un acuerdo de paz, pero que, en la práctica, sigue dejando a los pobladores a la merced del fuego cruzado.
En la tarde de este 12 de abril, la comunidad de las veredas El Crudo y Huellas de la zona rural del municipio de Caloto reportaron fuertes combates entre los bandos en cuestión. Se supone que desde principio de año habían firmado un cese al fuego, pero el ataque disidente a una comunidad indígena en Toribío, en marzo pasado, obligó al gobierno a suspender el acuerdo en tres departamentos, entre ellos el Cauca.
Como consecuencia de ello, disidentes y fuerzas de seguridad del Estado se enfrentan entre las verdes montañas del norte caucano. Sobre las recientes confrontaciones en Caloto, el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric) aseguró que resultó herida una comunera indígena en la vereda Damián. Además, las imágenes difundidas en redes sociales dan cuenta de la cercanía del conflicto al casco urbano del municipio.
Los combates en Caloto se registran solo unas horas después de que un carrobomba estallara en Miranda, un municipio cercano. El vehículo fue activado justo al ingreso del lugar, a solo una cuadra del cementerio. Las autoridades reportan que con el hecho terrorista varias casas fueron afectadas y cuatro personas resultaron heridas.
La zona es controlada por las disidencias de alias Iván Mordisco, del denominado EMC, pero las autoridades aún no confirman qué grupo perpetró el hecho. A este hecho criminal se suman los ataques hechos por esta misma estructura criminal contra la Policía en el aledaño municipio de Corinto, en el norte del Cauca.
A esta serie de hechos se suma el reportaje gráfico de El Tiempo en diferentes vías del departamento del Cauca, en las que se ve a disidentes de la Columna Móvil Dagoberto Ramos realizando retenes en carretera. Según conoció el diario, los criminales están actuando tal como policías de tránsito y no distinguen entre carros, camionetas y buses.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, respondió a los cuestionamientos sobre la respuesta estatal por lo ocurrido en el Cauca en un encuentro con empresarios de Antioquia. Velásquez aseguró que, por más charlada que esté la conversación de paz, sus efectivos seguirán actuando contra los disidentes.
“El cese al fuego no significa suspensión de las responsabilidades que están a cargo de la Fuerza Pública en su conjunto. Lo único que está limitado por los ceses al fuego son las operaciones ofensivas. Pero, en todas las demás acciones que debe desarrollar la fuerza pública, no tiene ninguna limitación”, explicó.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
El norte del departamento del Cauca vuelve a estar bajo la zozobra del conflicto armado por cuenta de enfrentamientos entre el denominado Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC y las tropas del Ejército dispuestas por el Gobierno de Gustavo Petro. Dos bandos que, en lo diplomático, aseguran estar buscando un acuerdo de paz, pero que, en la práctica, sigue dejando a los pobladores a la merced del fuego cruzado.
En la tarde de este 12 de abril, la comunidad de las veredas El Crudo y Huellas de la zona rural del municipio de Caloto reportaron fuertes combates entre los bandos en cuestión. Se supone que desde principio de año habían firmado un cese al fuego, pero el ataque disidente a una comunidad indígena en Toribío, en marzo pasado, obligó al gobierno a suspender el acuerdo en tres departamentos, entre ellos el Cauca.
Como consecuencia de ello, disidentes y fuerzas de seguridad del Estado se enfrentan entre las verdes montañas del norte caucano. Sobre las recientes confrontaciones en Caloto, el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric) aseguró que resultó herida una comunera indígena en la vereda Damián. Además, las imágenes difundidas en redes sociales dan cuenta de la cercanía del conflicto al casco urbano del municipio.
Los combates en Caloto se registran solo unas horas después de que un carrobomba estallara en Miranda, un municipio cercano. El vehículo fue activado justo al ingreso del lugar, a solo una cuadra del cementerio. Las autoridades reportan que con el hecho terrorista varias casas fueron afectadas y cuatro personas resultaron heridas.
La zona es controlada por las disidencias de alias Iván Mordisco, del denominado EMC, pero las autoridades aún no confirman qué grupo perpetró el hecho. A este hecho criminal se suman los ataques hechos por esta misma estructura criminal contra la Policía en el aledaño municipio de Corinto, en el norte del Cauca.
A esta serie de hechos se suma el reportaje gráfico de El Tiempo en diferentes vías del departamento del Cauca, en las que se ve a disidentes de la Columna Móvil Dagoberto Ramos realizando retenes en carretera. Según conoció el diario, los criminales están actuando tal como policías de tránsito y no distinguen entre carros, camionetas y buses.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, respondió a los cuestionamientos sobre la respuesta estatal por lo ocurrido en el Cauca en un encuentro con empresarios de Antioquia. Velásquez aseguró que, por más charlada que esté la conversación de paz, sus efectivos seguirán actuando contra los disidentes.
“El cese al fuego no significa suspensión de las responsabilidades que están a cargo de la Fuerza Pública en su conjunto. Lo único que está limitado por los ceses al fuego son las operaciones ofensivas. Pero, en todas las demás acciones que debe desarrollar la fuerza pública, no tiene ninguna limitación”, explicó.
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