Una reivindicación política y judicial para las víctimas de lesiones oculares
La nación acaba de ser condenada por cegar a Cristian Rodríguez, quien protestó contra la tributaria de Duque. Al mismo tiempo, otra víctima llega al Viceministerio de la Juventud de Petro.
Jhordan C. Rodríguez
Las víctimas de lesiones oculares durante el gobierno de Iván Duque tuvieron dos grandes victorias en la última semana: una política y una judicial. El realizador audiovisual Gareth Steven Sella Forero, quien fue gravemente herido en el paro nacional de 2021 y perdió un gran porcentaje de la vista en su ojo izquierdo, será el nuevo viceministro de la Juventud en el Ministerio de la Igualdad. Una cartera recién creada por el gobierno de Gustavo Petro y que será liderada por la vicepresidenta Francia Elena Márquez. Por otra parte, Cristian Rodolfo Rodríguez, quien en 2019 perdió su ojo izquierdo en medio de las protestas por la reforma tributaria de Duque, tendrá que ser reparado por el Ministerio de Defensa, cartera que deberá pagarle más de $100 millones por los daños y perjuicios ocasionados a él y a su familia.
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Las víctimas de lesiones oculares durante el gobierno de Iván Duque tuvieron dos grandes victorias en la última semana: una política y una judicial. El realizador audiovisual Gareth Steven Sella Forero, quien fue gravemente herido en el paro nacional de 2021 y perdió un gran porcentaje de la vista en su ojo izquierdo, será el nuevo viceministro de la Juventud en el Ministerio de la Igualdad. Una cartera recién creada por el gobierno de Gustavo Petro y que será liderada por la vicepresidenta Francia Elena Márquez. Por otra parte, Cristian Rodolfo Rodríguez, quien en 2019 perdió su ojo izquierdo en medio de las protestas por la reforma tributaria de Duque, tendrá que ser reparado por el Ministerio de Defensa, cartera que deberá pagarle más de $100 millones por los daños y perjuicios ocasionados a él y a su familia.
La tragedia de Rodríguez y su familia se inició el 16 de diciembre de 2019, cuando la víctima del Estado asistió a una manifestación convocada por el Comité del Paro Nacional. Según le contó a El Espectador, para la fecha tenía 24 años y lo que parecía una jornada pacífica terminó dejándolo ciego parcialmente de por vida. “Sobre las 3:00 de la tarde estábamos en la Plaza de Bolívar y apoyábamos una jornada de cacerolazo con otros sectores de la sociedad, del Congreso, organizaciones indígenas, movimientos sindicalistas. Sobre las 6:00 de la tarde la Policía ordenó evacuar y despejar la Plaza de Bolívar”. De allí salió para la Universidad Nacional, donde llegó a las 7:00 de la noche para continuar con las manifestaciones.
“Más de 100 personas, entre esas yo, nos dirigimos a la Universidad Nacional. En la entrada principal nos encontramos con la sorpresa de que había varias unidades del Esmad cerca de la entrada principal”. Según su narración, parecía extraña la excesiva presencia de Fuerza Pública en medio de un acto pacífico, pero allí sucedió el punto de quiebre en su vida. “Comenzaron las incitaciones con personas que venían dentro de la marcha y comenzaron las confrontaciones. Me encontraba en la última parte de la manifestación, al ingreso de la universidad, cuando recibo por parte de un agente del Esmad una bomba aturdidora que me generó un estallido ocular severo y me causó, pues, la pérdida del órgano y de la vista”, narró Cristian Rodríguez a este diario.
Cristian Rodríguez fue llevado a la Clínica Méderi de Bogotá con su cara ensangrentada y dolor en su ojo. Estuvo en urgencias y ha tenido que someterse a tres cirugías para poder reconstruir parte de su rostro, aliviar los dolores e intentar, sin conseguirlo, recuperar la vista en su ojo izquierdo. “La primera que fue de suturación del estallido ocular severo recién el impacto, la semana pasada tuve dos cirugías, una para cuadrar el lagrimal del ojo izquierdo y una porque el impacto me fisuró la parte izquierda del tabique, entonces me tuvieron que hacer una rinoplastia”.
Además de la parte médica, la vida para Cristian y su familia se convirtió en un drama, por la pérdida del trabajo de Cristian y las incapacidades que adquirió por las heridas. “Desde el momento de la lesión no pude conseguir un trabajo estable durante dos años, porque el proceso laboral con la lesión era muy complicado para mí”. Por otra parte, dice la víctima, la vida le dio un giro total, pues estar en cama y en reposo lo afectó: “Era una persona muy activa, no era una persona sedentaria, y es más, hoy padezco todavía ese sedentarismo, porque yo antes jugaba mucho fútbol, montaba mucha cicla y ahora ya no puedo hacer eso”, dijo.
En septiembre de 2020 Cristian demandó al Estado por los daños y perjuicios que le ocasionaron al haberle disparado con la bomba aturdidora. Sin embargo, en esa ocasión la demanda no prosperó y tuvo que volver a presentarla en enero de 2021. El caso le correspondió al Juzgado 33 Administrativo de Bogotá, el cual, hace unos días, decidió que la nación, específicamente la Policía Nacional adscrita al Ministerio de Defensa, es responsable por las lesiones de Cristian Rodríguez. También tendrán que reparar a su madre, sus dos hermanas y su hermano, quienes también sufrieron las consecuencias del abuso policial.
Dentro del caso, la defensa jurídica del Estado de la era Duque trató de hundir en primer momento alegando que no había pruebas de que fuera un agente del Esmad el que haya lesionado a Cristian. No obstante, la justicia, en primera instancia, determinó que sí fue el responsable de su sufrimiento y el de su familia. La angustia y el dolor que vivieron su madre María Barbarita Zárate, sus hermanas Diana e Íngrid, y a su hermano Santiago. Además, Cristian Rodríguez recibirá una indemnizción por dañs a la salud y por lucro cesante, por todo lo que no pudo devengar durante los últimos años, al quedar incapacitado para trabajar.
La condena dictada por el Juzgado 33 señala que Cristian y su familia recibirán una indemnización de 280 salarios mínimos mensuales por perjuicios morales. Y, además, otras indemnizaciones correspondientes al daño a la salud y al lucro cesante, es decir, el dinero que la víctima dejó de percibir luego del ataque. Cabe aclarar que este es un fallo en primera instancia, por lo cual, el Estado, a través de su Agencia Jurídica, tiene la posibilidad de presentar una apelación y llevar el caso a segunda instancia. Esta semana se le cumple el tiempo para presentar el recursos judicial a una entidad que, durante el gobierno Petro, ha sido reconocida por proteger los derechos humanos y llegar a soluciones amistosas.
De otro lado, la llegada de Gareth Sella como viceministro de la Juventud es una victoria para el Movimiento en Resistencia Contra las Agresiones Oculares del Esmad (MOCAO), del cual los dos son parte. Además, desde que el Gobierno anunció que una de las víctimas de lesiones oculares llegaría al nuevo Ministerio, se llevaron a cabo varias reuniones en las que se estableció qué sería benéfico para ellas. Según Cristian Rodríguez, hay tres principales programas que los beneficiarán: barrismo social, participación juvenil y el de economía popular.