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El sábado, de manera sorpresiva, el Inpec acudió a la casa fiscal que se encuentra en la cárcel La Picota de Bogotá y encontró seis celulares, dos computadores, una impresora, tres televisores, dos botellas de whisky, una de vino y diez cervezas, entre otros elementos prohibidos. En el lugar está detenido el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, quien ha asegurado ante la justicia que el expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez tuvo vínculos con grupos de autodefensa.
Monsalve comparte la casa fiscal con cuatro personas más, incluyendo el expresidente de Coficolombiana José Elías Melo, condenado por autorizar os sobornos de la empresa Odebrecht para quedarse con la Ruta del Sol 2; el abogado Leonardo Pinilla Gómez, procesado por el llamado cartel de la toga; y Jhon Alexander Colmenares Russi, propietario de varias IPS, condenado por corrupción en el sector salud.
(En contexto: Hallan trago y celulares en centro de reclusión de testigo del caso Uribe)
El Espectador habló al respecto con el director del Inpec, general Norberto Mujica Jaime, quien asumió su cargo el pasado 2 de diciembre de 2019. El oficial explicó que su tarea será “reorganizar” la casa e “ir cerrando las puertas a la corrupción”. Además, reveló que se han detectado y evitado planes de fuga. Mujica lleva 31 años en la Policía Nacional. Estuvo vinculado 13 años a la Dirección de Investigación Criminal e Interpol y 7 a la Dirección de Inteligencia Policial, como Jefe área de Operaciones de Inteligencia. Viene de dirigir la Regional de Policía No. 2 Sur Oriente, que opera en Tolima, Huila, Caquetá y Putumayo.
¿Por qué se ordenó el operativo?
Desde que llegué la idea es reorganizar la casa y, basado en eso, he venido ordenado la realización de operativos sorpresa. Todo esto viene acompañado con información que se ha venido manejando a nivel interno con la guardia. Teníamos información de que en la casa fiscal se estaban dando unos lujos, unas situaciones especiales de abuso a los privilegios que les han otorgado a ellos algunos estamentos judiciales.
¿Quiénes están detenidos allí?
Son 5 los detenidos, pero (fue) a 4 de ellos (que) se les encontró elementos que no tenían razón de ser. Se encuentra Juan Guillermo Monsalve Pineda, el paramilitar testigo del caso del expresidente (Álvaro) Uribe. Está Leonardo Pinilla, abogado vinculado al caso del cartel de la Toga y el fiscal anticorrupción (Luis Gustavo Moreno); Jhon Alexander Colmenares Russi, que está vinculado por un caso de corrupción en la salud; y está José Elías Melo Acosta, vinculado al caso Odebrecht. A ellos se les encuentra unos elementos que no están autorizados como celulares, computadores, impresoras y dinero en efectivo
¿Qué se le encontró a Monsalve?
Monsalve tenía autorizado el uso de un televisor y de una nevera porque tiene unas amenazas y tiene que preparase la comida ahí. Pero no tenía autorizados ni el computador ni la impresora ni el celular (que se le encontraron).
¿Qué más tiene autorizado Monsalve?
La nevera y elementos para la preparación de alimentos como una olla arrocera, una licuadora, una sanduchera...ese tipo de elementos. Se le autorizaron porque así lo solicitó la Corte (Suprema), atendiendo a que él pudiera llegar a ser víctima de una situación especial. Y el director de la cárcel anterior le autorizó un televisor de 32 pulgadas.
¿El trago quién lo tenía?
Se encontraron dos botellas de whisky: una a Pinilla y otra a Colmenares.
¿Qué se busca con estos operativos?
A través de estos planes y actividades vamos a ejercer mano dura tanto interna como externa frente a situaciones que podamos observar. La idea es: se toman las medidas y las decisiones disciplinarias correspondientes tanto a internos como a personal de custodia. Y esas son las investigaciones que siguen frente a esta situación.
¿Las investigaciones apuntan a personal del Inpec o visitantes?
Ese es un tema que nos toca investigar. Yo pensaría que son las dos cosas. No voy a tapar el sol con las manos. Obviamente se requiere que el Inpec haga una buena requisa o ejerza unos buenos controles. Lo importante es que la iniciativa es nuestra y que la idea es acabar con este tipo de irregularidades al interior de las cárceles. Se tomarán las decisiones que sean del caso al interior del Inpec y frente a estos internos que, irregularmente, hacen uso de elementos que se sabe que están prohibidos.
¿Se están haciendo otro tipo de operativos?
Ya hemos venido haciendo requisas de esas a extraditables, a otros centros carcelarios y hemos obtenido varios resultados. Gracias a las medidas y prevenciones que se han tomado y a la ayuda de la guardia del Inpec, hemos logrado evitar algunas fugas, haciendo traslados oportunos. Y descubriendo al mismo tiempo situaciones especiales. Con mi llegada al Inpec, la primera decisión que tomamos es reorganizarnos, reorganizar la casa.
¿Qué se puede decir de los planes de fuga?
Se han empezado a ejercer controles, hemos hecho unos traslados de personal e incluso de internos que, en un momento determinado, llegaron informaciones en donde se sabía que iba a ocurrir alguna fuga. Se tomaron decisiones de prevención, una de estas, por ejemplo, fue el traslado de la que han denominado La Madame (Liliana Campos Puello, detenida por explotación sexual), quien estaba una cárcel de mediana seguridad y la pasamos a alta seguridad. Todas estas medidas las vamos a seguir tomando de cara a que no se nos llegue a presentar alguna irregularidad.
¿Contra quién más han realizado estas visitas sorpresa?
La gran mayoría de las operaciones se han hecho a los detenidos de "primer nivel", atendiendo su peligrosidad. Estamos trabajando fuertemente para generar controles en los mal llamados "plumas" o "caciques" de patio, lo cual es una práctica que no puede seguir pasando al interior de las cárceles. Queremos vender un Inpec distinto. Al Inpec solo se lo mira por la seguridad y control del interno cuando al interior hay otros temas como la resocialización y de trabajos que son bastante destacados. Estamos tratando de ir cerrando las ventanas de la corrupción y, al mismo tiempo, ponerle medidas a toda esta gente que a través del dinero o influencias intentan hacer que las cárceles funcionen en pro de su comodidad.