Vuelve y juega: en bombardeo al Eln en Chocó murieron cuatro menores de edad
Cuatro adolescentes entre los 13 y los 17 años murieron en el bombardeo al campamento de alias “Fabián” en septiembre pasado. El Gobierno dijo en su momento que fue una “operación quirúrgica” y de “alta precisión”, pero no se refirió a los menores de edad.
Felipe Morales Sierra
Volvió a ocurrir. Luego de los bombardeos de agosto de 2019 en Caquetá y de marzo de 2021 en Guaviare en los que murieron niños y adolescentes, desatando escándalos y hasta mociones de censura contra los ministros de Defensa, en las últimas semanas se dio una nueva operación militar en la que murieron menores de edad. Esta vez fue en Chocó, en un bombardeo que pretendía dar con el campamento en el que se encontraba el jefe del Frente Occidental del Eln, alias Fabián. El líder guerrillero no falleció ahí, pero en cambio sí murieron ocho personas, entre ellas, cuatro menores de edad.
(En contexto: Confirmado: alias “Fabián”, comandante del ELN, murió en operativo militar)
El Espectador conoció un documento en el que Medicina Legal le confirmó al senador Iván Cepeda haber recibido ocho cuerpos para examinar por hechos ocurridos el 16 de septiembre en el litoral de San Juan, municipio chocoano. Si bien la entidad no da mayores detalles de lo que halló en las necropsias, sí confirmó que entre los muertos hay cuatro menores de edad: un adolescente de 13 años y los otros de 17 años —uno de los cuales era mujer—. El documento asegura que los cuerpos ya fueron entregados a las familias de los menores.
El operativo que se desarrolló desde el 16 de septiembre pasado en el Chocó recibió el nombre de Operación Samuel y fue presentado por Ministerio de Defensa como “una de las operaciones militares más grandes contra el Eln”, pues alias Fabián sería “la cabeza más importante de este grupo que quedaba en Colombia”. El ministro del Interior, Daniel Palacio, dijo que se trató de una “operación quirúrgica” y de “alta precisión”. Sin embargo, el máximo objetivo de esa acción militar no murió ni fue capturado allí mismo.
(Lea también: Muerte de alias “Fabián”, nuevo punto de quiebre entre Eln y Gobierno)
En este video el ministro Palacios presenta algunos de los resultados:
“Después de 10 días de búsqueda y registro, por tierra y por río, (Fabián) fue ubicado herido, cubierto con arbustos y vegetación en el día de ayer, estaba muy cerca del lugar donde ocurrió la operación la semana pasada”, dijo el ministro de Defensa, Diego Molano, al anunciar que el jefe guerrillero había sido capturado en la mañana del 28 de septiembre en las selvas chocoanas. Lo encontraron malherido, lo capturaron y lo condujeron a un centro médico en Cali, donde finalmente murió el mismo día.
(Lea también: Arauca, bajo el fuego del Eln y las disidencias)
Los ministros Molano y Palacios dijeron que en el operativo también murió alias Carlitos quien, como Fabián, tendría más de 30 años en la guerrilla del Eln. El director de la Policía, el general Jorge Vargas, incluso aseguró que en el lugar fue encontrada la mascota de Fabián, un perro criollo que siempre lo acompañaba. Sin embargo, ninguno de los funcionarios se refirió a los cuatro menores de edad que resultaron muertos en el bombardeo.
Ante este silencio, el senador Iván Cepeda envió una carta al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y al Representante Especial Sobre los Niños en los Conflictos Armados en la que asegura que esta situación ya se volvió un patrón en Colombia: “Utilización del bombardeo por encima de otros métodos pese a tener conocimiento de ser zonas de alto reclutamiento forzado, ocultamiento de la información a la opinión pública y justificación de las conductas”. Así ocurrió, dice la carta, con el bombardeo de marzo de este año en Guaviare, donde al menos dos menores de edad fallecieron.
(Le puede interesar: La verdad de la Operación Berlín ¿se cometieron crímenes de guerra?)
El senador le aseguró a Naciones Unidas que Colombia ha realizado estas operaciones militares en zonas que sabe que hay altos índices de reclutamiento de niños, niñas y adolescentes. “Es una constante de las Fuerzas Militares realizar el método de mayor impacto y daño a la vida sin distinción: los bombardeos”, añadió en la misiva, en la que recordó que el ministro Molano ha asegurado que los niños reclutados se vuelven “máquinas de guerra”. Además, pidió al organismo internacional que hagan llamados a Colombia para cumplir con sus obligaciones de proteger a los niños y adolescentes vinculados al conflicto.
La Defensoría del Pueblo alertó que el reclutamiento de menores de edad en el país aumentó en un 113% durante el último año, en gran medida a causa de las medidas de confinamiento que sacaron a los niños de los colegios. Y entre los cinco departamentos donde la situación es más crítica, según la entidad, está Chocó, donde las Fuerzas Militares desarrollaron el operativo contra Fabián. Alertas similares había ya sobre Guaviare y Caquetá. Y, como ahora, en ninguno de esos casos el ministerio de Defensa dijo una sola palabra sobre los niños, niñas y adolescentes que murieron al presentar al país los resultados de las operaciones.
Por su parte, en el caso ocurrido en Guaviare en marzo de este año, la defensa del ministro Molano se enfocó en justificar el actuar del Ejército. Manifestó que la intervención había sido legítima porque la estructura de Gentil Duarte (el blanco de ese bombardeo) afecta a la población colombiana. Sobre la presencia de niños en esa organización armada ilegal, el jefe de la cartera ministerial soltó la polémica frase que causó revuelo a nivel nacional e internacional: “Lo que teníamos eran máquinas de guerra que estaban planeando acciones terroristas (...) Aquí lo que tenemos son niños que hacen parte de una estructura de guerra, capaz de cometer atentados”.
A manera de explicación, Molano aseguró en diferentes intervenciones, no solo en medios de comunicación, sin también ante el Congreso, que según el Derecho Internacional Humanitario (DIH), cuando se hace un bombardeo “es claro que quienes están en un campamento participan en las hostilidades y se debe hacer (el ataque) por el bien superior de la protección de los demás”. Sin embargo, también desde el DIH, es claro que los menores de edad que se encuentran dentro de grupos armados son niños, niñas o adolescentes reclutados forzosamente. En otras palabras, son víctimas del conflicto.
El Espectador se contactó con el Comando General de las Fuerzas Militares sobre el bombardeo a alias Fabián y señaló que “Las Fuerzas Militares no tienen como objetivo militar menores de edad, en el desarrollo de las operaciones militares, cuando las circunstancias lo permiten, la Fuerza Pública realiza la coordinación con las autoridades competentes a favor de niños, niñas y adolescentes recuperados y/o desvinculados de los grupos armados organizados y/o grupos delictivos organizados, para el restablecimiento de sus derechos”.
Agregaron que “los objetivos son lícitos a la luz del Derecho Internacional Humanitario como es el caso de esta estructura terrorista al mando de alias Fabián. Los actos urgentes fueron realizados por las autoridades competentes Policía Nacional y será medicina legal quien determine las identidades, sexo y edades de los individuos que murieron en desarrollo de la operación militar. Es importante tener en cuenta que este sitio era empleado por integrantes de esta estructura del ELN como área campamentaria. Quienes violan los derechos de los menores de edad al ponerlos en situación de riesgo o en posibles escenarios de confrontación son los Grupos Armados Organizados”.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
Volvió a ocurrir. Luego de los bombardeos de agosto de 2019 en Caquetá y de marzo de 2021 en Guaviare en los que murieron niños y adolescentes, desatando escándalos y hasta mociones de censura contra los ministros de Defensa, en las últimas semanas se dio una nueva operación militar en la que murieron menores de edad. Esta vez fue en Chocó, en un bombardeo que pretendía dar con el campamento en el que se encontraba el jefe del Frente Occidental del Eln, alias Fabián. El líder guerrillero no falleció ahí, pero en cambio sí murieron ocho personas, entre ellas, cuatro menores de edad.
(En contexto: Confirmado: alias “Fabián”, comandante del ELN, murió en operativo militar)
El Espectador conoció un documento en el que Medicina Legal le confirmó al senador Iván Cepeda haber recibido ocho cuerpos para examinar por hechos ocurridos el 16 de septiembre en el litoral de San Juan, municipio chocoano. Si bien la entidad no da mayores detalles de lo que halló en las necropsias, sí confirmó que entre los muertos hay cuatro menores de edad: un adolescente de 13 años y los otros de 17 años —uno de los cuales era mujer—. El documento asegura que los cuerpos ya fueron entregados a las familias de los menores.
El operativo que se desarrolló desde el 16 de septiembre pasado en el Chocó recibió el nombre de Operación Samuel y fue presentado por Ministerio de Defensa como “una de las operaciones militares más grandes contra el Eln”, pues alias Fabián sería “la cabeza más importante de este grupo que quedaba en Colombia”. El ministro del Interior, Daniel Palacio, dijo que se trató de una “operación quirúrgica” y de “alta precisión”. Sin embargo, el máximo objetivo de esa acción militar no murió ni fue capturado allí mismo.
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En este video el ministro Palacios presenta algunos de los resultados:
“Después de 10 días de búsqueda y registro, por tierra y por río, (Fabián) fue ubicado herido, cubierto con arbustos y vegetación en el día de ayer, estaba muy cerca del lugar donde ocurrió la operación la semana pasada”, dijo el ministro de Defensa, Diego Molano, al anunciar que el jefe guerrillero había sido capturado en la mañana del 28 de septiembre en las selvas chocoanas. Lo encontraron malherido, lo capturaron y lo condujeron a un centro médico en Cali, donde finalmente murió el mismo día.
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Los ministros Molano y Palacios dijeron que en el operativo también murió alias Carlitos quien, como Fabián, tendría más de 30 años en la guerrilla del Eln. El director de la Policía, el general Jorge Vargas, incluso aseguró que en el lugar fue encontrada la mascota de Fabián, un perro criollo que siempre lo acompañaba. Sin embargo, ninguno de los funcionarios se refirió a los cuatro menores de edad que resultaron muertos en el bombardeo.
Ante este silencio, el senador Iván Cepeda envió una carta al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y al Representante Especial Sobre los Niños en los Conflictos Armados en la que asegura que esta situación ya se volvió un patrón en Colombia: “Utilización del bombardeo por encima de otros métodos pese a tener conocimiento de ser zonas de alto reclutamiento forzado, ocultamiento de la información a la opinión pública y justificación de las conductas”. Así ocurrió, dice la carta, con el bombardeo de marzo de este año en Guaviare, donde al menos dos menores de edad fallecieron.
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El senador le aseguró a Naciones Unidas que Colombia ha realizado estas operaciones militares en zonas que sabe que hay altos índices de reclutamiento de niños, niñas y adolescentes. “Es una constante de las Fuerzas Militares realizar el método de mayor impacto y daño a la vida sin distinción: los bombardeos”, añadió en la misiva, en la que recordó que el ministro Molano ha asegurado que los niños reclutados se vuelven “máquinas de guerra”. Además, pidió al organismo internacional que hagan llamados a Colombia para cumplir con sus obligaciones de proteger a los niños y adolescentes vinculados al conflicto.
La Defensoría del Pueblo alertó que el reclutamiento de menores de edad en el país aumentó en un 113% durante el último año, en gran medida a causa de las medidas de confinamiento que sacaron a los niños de los colegios. Y entre los cinco departamentos donde la situación es más crítica, según la entidad, está Chocó, donde las Fuerzas Militares desarrollaron el operativo contra Fabián. Alertas similares había ya sobre Guaviare y Caquetá. Y, como ahora, en ninguno de esos casos el ministerio de Defensa dijo una sola palabra sobre los niños, niñas y adolescentes que murieron al presentar al país los resultados de las operaciones.
Por su parte, en el caso ocurrido en Guaviare en marzo de este año, la defensa del ministro Molano se enfocó en justificar el actuar del Ejército. Manifestó que la intervención había sido legítima porque la estructura de Gentil Duarte (el blanco de ese bombardeo) afecta a la población colombiana. Sobre la presencia de niños en esa organización armada ilegal, el jefe de la cartera ministerial soltó la polémica frase que causó revuelo a nivel nacional e internacional: “Lo que teníamos eran máquinas de guerra que estaban planeando acciones terroristas (...) Aquí lo que tenemos son niños que hacen parte de una estructura de guerra, capaz de cometer atentados”.
A manera de explicación, Molano aseguró en diferentes intervenciones, no solo en medios de comunicación, sin también ante el Congreso, que según el Derecho Internacional Humanitario (DIH), cuando se hace un bombardeo “es claro que quienes están en un campamento participan en las hostilidades y se debe hacer (el ataque) por el bien superior de la protección de los demás”. Sin embargo, también desde el DIH, es claro que los menores de edad que se encuentran dentro de grupos armados son niños, niñas o adolescentes reclutados forzosamente. En otras palabras, son víctimas del conflicto.
El Espectador se contactó con el Comando General de las Fuerzas Militares sobre el bombardeo a alias Fabián y señaló que “Las Fuerzas Militares no tienen como objetivo militar menores de edad, en el desarrollo de las operaciones militares, cuando las circunstancias lo permiten, la Fuerza Pública realiza la coordinación con las autoridades competentes a favor de niños, niñas y adolescentes recuperados y/o desvinculados de los grupos armados organizados y/o grupos delictivos organizados, para el restablecimiento de sus derechos”.
Agregaron que “los objetivos son lícitos a la luz del Derecho Internacional Humanitario como es el caso de esta estructura terrorista al mando de alias Fabián. Los actos urgentes fueron realizados por las autoridades competentes Policía Nacional y será medicina legal quien determine las identidades, sexo y edades de los individuos que murieron en desarrollo de la operación militar. Es importante tener en cuenta que este sitio era empleado por integrantes de esta estructura del ELN como área campamentaria. Quienes violan los derechos de los menores de edad al ponerlos en situación de riesgo o en posibles escenarios de confrontación son los Grupos Armados Organizados”.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.