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El pasado 30 de abril, Maycolt Stiven Florido, de 20 años, salía de su barbería en el sector de Rosales en Suba (Bogotá) cuando, asegura, fue perseguido y brutalmente golpeado por una decena de agentes de Policía. El joven le contó a la Fiscalía que le pegaron con bolillo, lo patearon, lo arrastraron por el piso, y producto del ataque perdió tres dientes. Además, aseguró que los policías le robaron $500.000 que cargaba en efectivo, un reloj de pulso y su celular. Aunque los hechos han sido ampliamente denunciados, y hay hasta videos de lo ocurrido, las investigaciones no han avanzado.
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Según contó el joven Florido, iba caminando hacia su casa desde la barbería que montó hace unos seis años. En un parque, mientras hablaba por teléfono, un grupo de agentes comenzó a gritar: “cójanlo, cójanlo, cójanlo”. Al ver que se dirigían a él, comenzó a correr. En un punto del barrio lo interceptaron. “Se acerca un grupo de motos conducidas por agentes de la Policía y Esmad y me dicen: ¿usted era el que estaba tirando piedras? Les contesto que no y me dicen que una requisa. Se baja un policía de la moto, me pregunta por la cédula y le contesto que no la traigo, que si quiere le doy el número”, le contó el propio Maycolt Florido a la Fiscalía al día siguiente.
Él asegura que le pidieron que abriera el canguro que llevaba en la cintura y allí se veía el dinero, el celular y el reloj. El agente que lo increpó, dice el joven, le volvió a preguntar: “¿usted era el que tiraba piedras?”. Él le contestó que no y, según continúa el relato de Florido, “en ese momento saca el bolillo y lo impacta contra mi cara de una forma brutal en el pómulo izquierdo, cerca a la sien. Yo quedo en shock y lo miré y me miró y nuevamente me dio con el bolillo en la misma parte del primer golpe. Con sevicia me miraba, con rabia”. En ese mismo lugar, que no queda lejos de su casa, el joven asegura que lo golpearon más.
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Cuando intentó irse, cuenta que el agente le dio una patada, haciéndolo caer de nuevo. “Comenzó a agredirme físicamente con el bolillo, comienza a lanzar pata. En ese momento se bajan varios compañeros del agente de Policía y comienzan a darme pata, bolillo en la cabeza. Por donde cayera: la espalda, los brazos, todo el cuerpo”, añadió en su denuncia. Él intentó esconderse debajo de un bus desocupado que estaba parqueado justo en el lugar, pero de allí lo habrían sacado arrastrado. “Me arrastran por el piso, (me dan) una patada en la boca y comencé a gritar. Eran más o menos 12 motos o diez con parrilleros”, añadió.
“Se van y me levanto del piso. Como estoy chorreando sangre de la boca me doy cuenta que me faltan tres dientes frontales de arriba”, contó. Dice que se dio cuenta que no tenía sus pertenencias y que cuando fue a hacerles el reclamo a los policías le dijeron: “que le pague el Estado”. “Cuando me pegaban sentía que me halaban durísimo la cadera. Ahí tenía el canguro y luego ya no lo tenía”, le dijo a la Fiscalía, y añadió: “Yo sentía que me iban a matar. Yo vi de pie alrededor mío 10 policías”. Como resultado de esto, Medicina Legal le dio 25 días de incapacidad y un médico forense certificó la perdida de los tres dientes producto de un trauma contundente. Es decir, un golpe.
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Para el momento de la agresión, Maycolt Stiven Florido tenía ortodoncia, y aún así los golpes pudieron reventarle los dientes 12, 11 y 21; que son frontales superiores. Al desprenderse, también se llevaron parte del hueso, según un reporte médico al que tuvo acceso este diario, por lo que el joven deberá ser sometido a una cirugía de reconstrucción maxilofacial que puede ascender a decenas de millones de pesos y que no sabe cómo va a costear. Su madre le dijo a este diario que piden apoyo en los gastos médicos, ya que recientemente han recibido acompañamiento jurídico.
Sobre las secuelas que le dejó este ataque al joven Florido, él le dijo esta semana a la Fiscalía en una ampliación de denuncia: “me duele demasiado la cabeza, al punto que hay momentos que se nubla la visión, n puedo comer bien debido al faltante de mis dientes y las múltiples heridas que ocasionaron los policías en mi boca y labios. Se me dificulta hacerme entender ciertas palabras, debido a la falta de mis dientes”. Aunque desde el día siguiente al ataque, el 1 de mayo, instauraron una denuncia, las investigaciones no han avanzado.
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El único material probatorio que hasta ahora hay en el expediente es el que Florido y su madre allegaron a la Fiscalía: el video de una cámara de seguridad del sector, en el que se ven varias motos con agentes de la Policía. En una parte del clip, incluso se observa cómo el joven es agredido por varios uniformados, que según él fue el momento en que fue a reclamarles por sus pertenencias. Luego, un agente lo arrincona contra el bus con la moto. Florido le dijo al investigador del caso que varios habitantes del sector presenciaron el hecho y que en el sector hay muchas más cámaras, pero a la fecha esos videos no han sido obtenidos por el ente investigador.