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Solo en esta semana ya se han conocido, públicamente, dos casos de feminicidios en Bogotá. Noticias angustiantes para todas las mujeres y mucho más para aquellas que están sufriendo amenazas y agresiones al sentir que pueden ser las siguientes. Si bien, las soluciones a esta problemática aún no llegan, las Casas Refugio son unas de las herramientas disponibles que puede ser significativa para la prevención y protección, ¿Cómo funcionan?
A veces desconocidas, las Casas Refugio de la Secretaría de la Mujer son espacios físicos y seguros que brindan acogida de manera transitoria y gratuita a mujeres mayores de 18 años víctimas de violencia de género en el ámbito público y privado. Actualmente, hay 6 disponibles en Bogotá, que operan con tres modelos de atención que responden a las necesidades particulares de las mujeres:
Casa Refugio con Modelo Integral: Enfocadas en las mujeres que tienen medida de protección y acceden a ellas por medio de las Comisarías de Familia o por juez de control de garantías. Los servicios ofertados son psicología, derecho, trabajo social, pedagogía y atención básica en salud.
Casa Refugio con Modelo Intermedio: Surgieron con la intención de proteger a las mujeres que no cuentan con medida de protección. Las mujeres y sus familias pueden llegar a ellas por medio de los servicios de la Secretaría de la Mujer y contar con servicios de psicología, derecho y trabajo social.
Casa Refugio Rural: Las mujeres pueden acceder por medio de un juez de control de garantías, Comisarías de Familia o por los servicios de la Secretaría de la Mujer. Esta Casa cuenta con un enfoque territorial porque está dirigida a mujeres rurales y campesinas, entendiendo sus necesidades y características particulares. Además de los servicios de psicología, derecho, trabajo social, pedagogía y atención básica en salud, cuentan con una huerta agroecológica.
Uno de los mitos alrededor de estas Casas es que las mujeres son retenidas o forzadas a permanecer en ellas. Sin embargo, la Secretaría de la Mujer reitera que tanto el ingreso como la salida son completamente voluntarias. Por lo que la mujer puede decidir en qué momento se va.
También es importante destacar que pueden buscar refugio con su círculo familiar más cercano y tendrán todas las facilidades para comunicarse con sus familiares y conocidos. En ningún momento estarán incomunicadas. De enero a abril de 2024, por ejemplo, se han acogido a 246 personas, 115 mujeres en riesgo y 131 personas de su círculo familiar cercano.
¿Qué pasa con las mujeres que no tienen autonomía económica?
Respondiendo a estos escenarios, las Casas Refugio ofrecen acciones orientadas, no solo a la protección de las mujeres, sino también a suplir las necesidades básicas de manera gratuita y fomentar la autonomía. Una vez acogidas, podrán fortalecer sus capacidades y la de sus familias para poder acceder a empleos, fortalecer sus emprendimientos y reconstruir su proyecto de vida para que, una vez puedan salir, tengan ingresos económicos y no tengan que recurrir a los agresores.
Aquellas que tienen trabajo, contarán con apoyo de la Secretaría, la cual activará una ruta con sus empleadores para que puedan continuar trabajando mientras están ahí. Estas Casas son únicamente para mujeres que estén en riesgo de feminicidio o sean víctimas de violencia.
En los últimos cuatro años fueron acogidas 3.772 personas, de las cuales 1.760 fueron mujeres en riesgo de feminicidio y 2.012 fueron personas acogidas que hacen parte del grupo familiar de la mujer. Si usted o alguna de sus familiares o conocidas está en riesgo de agresión o feminicidio, no dude en buscar ayuda.
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