Así se vive la impunidad por violencia de género: el caso de una mujer en Bolívar
El primer y único avance que ha tenido el caso de Rubí* se materializó a finales de 2023, el 21 de noviembre, con una orden de captura. Sin embargo, el victimario podría quedar pronto en libertad por vencimiento de términos. Esta es la historia.
El caso de Rubí* es un ejemplo de los obstáculos que enfrentan las mujeres para acceder a la justicia y la importancia del acompañamiento jurídico especializado para las víctimas de violencia de género. Ella es una mujer joven, habitante de los Montes de María, en Bolívar, que hace casi 11 años fue víctima de un intento de homicidio y violencia intrafamiliar por parte de quien era su pareja. Después de una larga espera de justicia, hoy enfrenta la noticia de que su agresor podría quedar en libertad.
En 2014, Rubí sufrió graves heridas, incluyendo un machetazo en la cabeza, la espalda, el cuello y la mano, y todavía enfrenta las consecuencias a nivel de salud y también de injusticia. “La gente te señala por cosas que yo no quería que pasaran. Él me decía que si yo no iba a ser para él, no iba a ser para nadie. Yo nunca lo denuncié antes de lo que pasó, porque no creí que me iba a hacer algo. Como era el papá de mi niña, pensé que no me iba a hacer nada”, le contó la mujer en 2023 a este diario.
A pesar de haber denunciado a su agresor en ese año y de haberse emitido varias órdenes de captura, estas nunca se materializaron hasta el 21 de noviembre de 2023. Gracias a la ayuda jurídica de la Corporación Colectivo de Abogadas Helenita González Pérez con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), finalmente lograron la captura del agresor y avanzaron en el proceso hasta la acusación.
Pero la víctima solamente logró ver al hombre que intentó matarla tras las rejas, y luego de siete meses todavía no ha iniciado el juicio. Ya se vencieron los términos previstos por la ley para este proceso y el acusado podría tener derecho a la libertad. Por ello, la organización de abogadas continúa trabajando para que se realice el juicio contra el agresor, además de que Rubí pueda superar los traumas y estigmas asociados con su experiencia.
La abogada del caso, Antonia Gómez, enfatiza la gravedad del caso de Rubí debido a la extrema violencia sufrida, además de más de 10 años de espera para que la justicia actuara, la víctima también vive el impacto psicológico y la estigmatización social por las heridas; y vive en condiciones socioeconómicas que han agravado su situación. Y se mantiene, según la defensora, una falta de sensibilidad en el sistema judicial hacia las víctimas de violencia de género.
En 2024, por ejemplo, una Mesa de Seguimiento que creó la Corte Constitucional en 2008 para tomar medidas especiales para la protección de víctimas de violencias sexuales durante el conflicto armado señala que el Estado sigue fallándole a las mujeres. Las investigaciones siguen en el 97 % de impunidad, como en el caso de Rubí y el de miles de víctimas de violencia de género en el país.
*Nombre cambiado para proteger a la víctima.
¿Sabe qué es la justicia centrada en las personas? Visite Justicia Inclusiva de El Espectador
El caso de Rubí* es un ejemplo de los obstáculos que enfrentan las mujeres para acceder a la justicia y la importancia del acompañamiento jurídico especializado para las víctimas de violencia de género. Ella es una mujer joven, habitante de los Montes de María, en Bolívar, que hace casi 11 años fue víctima de un intento de homicidio y violencia intrafamiliar por parte de quien era su pareja. Después de una larga espera de justicia, hoy enfrenta la noticia de que su agresor podría quedar en libertad.
En 2014, Rubí sufrió graves heridas, incluyendo un machetazo en la cabeza, la espalda, el cuello y la mano, y todavía enfrenta las consecuencias a nivel de salud y también de injusticia. “La gente te señala por cosas que yo no quería que pasaran. Él me decía que si yo no iba a ser para él, no iba a ser para nadie. Yo nunca lo denuncié antes de lo que pasó, porque no creí que me iba a hacer algo. Como era el papá de mi niña, pensé que no me iba a hacer nada”, le contó la mujer en 2023 a este diario.
A pesar de haber denunciado a su agresor en ese año y de haberse emitido varias órdenes de captura, estas nunca se materializaron hasta el 21 de noviembre de 2023. Gracias a la ayuda jurídica de la Corporación Colectivo de Abogadas Helenita González Pérez con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), finalmente lograron la captura del agresor y avanzaron en el proceso hasta la acusación.
Pero la víctima solamente logró ver al hombre que intentó matarla tras las rejas, y luego de siete meses todavía no ha iniciado el juicio. Ya se vencieron los términos previstos por la ley para este proceso y el acusado podría tener derecho a la libertad. Por ello, la organización de abogadas continúa trabajando para que se realice el juicio contra el agresor, además de que Rubí pueda superar los traumas y estigmas asociados con su experiencia.
La abogada del caso, Antonia Gómez, enfatiza la gravedad del caso de Rubí debido a la extrema violencia sufrida, además de más de 10 años de espera para que la justicia actuara, la víctima también vive el impacto psicológico y la estigmatización social por las heridas; y vive en condiciones socioeconómicas que han agravado su situación. Y se mantiene, según la defensora, una falta de sensibilidad en el sistema judicial hacia las víctimas de violencia de género.
En 2024, por ejemplo, una Mesa de Seguimiento que creó la Corte Constitucional en 2008 para tomar medidas especiales para la protección de víctimas de violencias sexuales durante el conflicto armado señala que el Estado sigue fallándole a las mujeres. Las investigaciones siguen en el 97 % de impunidad, como en el caso de Rubí y el de miles de víctimas de violencia de género en el país.
*Nombre cambiado para proteger a la víctima.
¿Sabe qué es la justicia centrada en las personas? Visite Justicia Inclusiva de El Espectador