Caja Púrpura, una historieta que le enseña a denunciar violencia basada en género
Personajes de una serie de ficción, cercanos a las realidades de temas de violencias basadas en género, guían a las usuarias para hablar, denunciar y entender cómo se desarrolla la experiencia jurídica.
Con una cartilla que incluye una serie de contenidos tales como historietas, pódcast y videos, la Fundación ProBono y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) llegan a Cartagena (Bolívar), Carepa (Antioquia), Buenaventura y Cali (Valle). El material didáctico digital tiene el objetivo de implementar una estrategia que les permita a las víctimas de violencias basadas en género (VBG) entender y guiar sus necesidades a nivel jurídico.
Desde 2009 que se fundó la fundación ha sido común que a sus servicios lleguen víctimas de VBG que busquen acompañamiento jurídico para denunciar. Es así que construyeron entonces un proyecto que les permita recoger esos servicios que prestaron de forma individual y, desde este año, brindar uno de forma más integral. De eso se trata Caja Púrpura, una serie de herramientas de educación que pueden difundirse a través de WhatsApp y otras redes sociales.
Lea también: Reparar para sanar: así funciona la atención psicosocial a víctimas
“El acceso a la justicia parte de un entendimiento primero de sus necesidades como necesidades jurídicas, los derechos que tengo persona, el uso de mecanismos legales, y la posibilidad de tener una abogada”, dice al respecto Ana María Sánchez, abogada y subdirectora de operaciones de ProBono, quién estuvo liderando la formulación de la Caja Púrpura.
Además de la historieta, la organización dispuso también del Despacho Móvil Púrpura, una línea de atención a violencias de víctimas que necesiten apoyo jurídico o psicosocial. El número es (+57) 323 345 6499 y está disponible para que víctimas ubicadas en Cartagena (Bolívar), Carepa (Antioquia), Buenaventura y Cali (Valle) reciban asesoría jurídica para reclamar medidas administrativas de protección, atención en temas de derecho penal, derecho de familia o laboral y apoyo psicosocial. La priorización de estos territorios se debe a que la Fundación encontró allí una mayor necesidad de enfoque de género étnico-racial, por la alta presencia de población afro e indígena.
Una caja que enseña
Esta caja contiene tres cartillas. En la primera de ellas hablan sobre Ana, un personaje que fue víctima de VBG. A través de su vida, explican cuáles son las violencias sexual, física y psicológica y los caminos jurídicos existentes para que ella pueda vivir en un ambiente libre de violencias. La abuela de Ana es quien le explica cómo iniciar las rutas jurídicas para protegerse a ella misma y denunciar a la persona que la agredió. Y juntas ponen en marcha un viaje en barco donde llegan a diferentes islas, en las cuales aprenden sobre las rutas para garantizar sus derechos.
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La caja no solamente es una herramienta para las mujeres, en la tercera cartilla, por ejemplo, de contenidos el diálogo va dirigido a la población LGBTIQ y explica de forma específica cuáles son las violencias contra esta comunidad. El contenido explica entonces, dentro del marco de la salud, conceptos sobre educación trans, e incluye formatos de mecanismos para que se garanticen sus derechos.
Por ahora, ProBono quiere expandir esta apuesta con colectivos y organizaciones que quieran implementar estos contenidos en sus capacitaciones. “El fin aquí es que todas las mujeres y la población LGBTIQ conozcan sus derechos y activen su protección jurídica”, explica la abogada y agrega: “Todos estos conceptos fueron creados a un lenguaje sencillo, ha sido una de las herramientas más chéveres, más bonitas”.
¿Sabe qué es la justicia centrada en las personas? Visite Justicia Inclusiva de El Espectador
Con una cartilla que incluye una serie de contenidos tales como historietas, pódcast y videos, la Fundación ProBono y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) llegan a Cartagena (Bolívar), Carepa (Antioquia), Buenaventura y Cali (Valle). El material didáctico digital tiene el objetivo de implementar una estrategia que les permita a las víctimas de violencias basadas en género (VBG) entender y guiar sus necesidades a nivel jurídico.
Desde 2009 que se fundó la fundación ha sido común que a sus servicios lleguen víctimas de VBG que busquen acompañamiento jurídico para denunciar. Es así que construyeron entonces un proyecto que les permita recoger esos servicios que prestaron de forma individual y, desde este año, brindar uno de forma más integral. De eso se trata Caja Púrpura, una serie de herramientas de educación que pueden difundirse a través de WhatsApp y otras redes sociales.
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“El acceso a la justicia parte de un entendimiento primero de sus necesidades como necesidades jurídicas, los derechos que tengo persona, el uso de mecanismos legales, y la posibilidad de tener una abogada”, dice al respecto Ana María Sánchez, abogada y subdirectora de operaciones de ProBono, quién estuvo liderando la formulación de la Caja Púrpura.
Además de la historieta, la organización dispuso también del Despacho Móvil Púrpura, una línea de atención a violencias de víctimas que necesiten apoyo jurídico o psicosocial. El número es (+57) 323 345 6499 y está disponible para que víctimas ubicadas en Cartagena (Bolívar), Carepa (Antioquia), Buenaventura y Cali (Valle) reciban asesoría jurídica para reclamar medidas administrativas de protección, atención en temas de derecho penal, derecho de familia o laboral y apoyo psicosocial. La priorización de estos territorios se debe a que la Fundación encontró allí una mayor necesidad de enfoque de género étnico-racial, por la alta presencia de población afro e indígena.
Una caja que enseña
Esta caja contiene tres cartillas. En la primera de ellas hablan sobre Ana, un personaje que fue víctima de VBG. A través de su vida, explican cuáles son las violencias sexual, física y psicológica y los caminos jurídicos existentes para que ella pueda vivir en un ambiente libre de violencias. La abuela de Ana es quien le explica cómo iniciar las rutas jurídicas para protegerse a ella misma y denunciar a la persona que la agredió. Y juntas ponen en marcha un viaje en barco donde llegan a diferentes islas, en las cuales aprenden sobre las rutas para garantizar sus derechos.
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Por ahora, ProBono quiere expandir esta apuesta con colectivos y organizaciones que quieran implementar estos contenidos en sus capacitaciones. “El fin aquí es que todas las mujeres y la población LGBTIQ conozcan sus derechos y activen su protección jurídica”, explica la abogada y agrega: “Todos estos conceptos fueron creados a un lenguaje sencillo, ha sido una de las herramientas más chéveres, más bonitas”.
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