Así es el botiquín de género y sexualidad que busca salud LGBTIQ+ sin barreras

La ONG Temblores lanzó el “Botiquín de género y sexualidad”, una herramienta con la que busca capacitar a los colombianos sobre cómo las personas con géneros y sexualidades no normativas pueden gozar de una salud con enfoque de género y migratorio. A través de una cartilla, diseñó todo un proyecto de pedagogía para eliminar las barreras a la sexualidad y el acceso de salud de estas poblaciones, que surgen a raíz de los estereotipos y estigmas.

Se trata de la segunda edición de Epicentra, un esfuerzo pedagógico para capacitar a un grupo de formadores de géneros y sexualidades no normativas para que ellos mismos capaciten a personal de salud. Durante 2023, 116 personas del sector de la salud recibieron la formación que resultó del proceso que entregó, durante su clausura, una cartilla compilando las buenas prácticas para que estas poblaciones vulnerables puedan superar barreras, las cuales van desde acceder a citas médicas rutinarias, hasta procesos clínicos complejos.

Desde hace 30 años la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de catalogar la homosexualidad y otras sexualidades diversas como un “trastorno mental”. Sin embargo, Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo, una ONG que vela por los derechos de esta población, asegura que aún hay ciertos imaginarios que vulneran los derechos de población LGBTIQ+ autorreconocida como trabajadora sexual, entre ellos el acceso a salud.

Por esta razón, el Botiquín, en su tercera edición, se basa en el pilar de que al personal médico se le debe capacitar para atender, en igual condiciones, a esta población. Pues, desde Epicentra se han documentado una serie de informes que el trato entre un usuario de salud con una sexualidad normativa es completamente diferente al de esta población. A raíz de esos hallazgos, la organización se enfoca en evitar que el sistema de salud sea otro de los escenarios donde se dé revictimización a estas poblaciones, pues, en el ámbito laboral, educativo y familiar, también sufren de discriminación.

De esta manera, la caja de herramientas incluye diferentes herramientas pedagógicas, como una propuesta sobre cómo el sistema de salud puede ser más inclusivo para todas las personas; un mapa, que representa el “reino del sistema de salud”, diseñado para navegar por la atención médica; e información sobre mecanismos de exigibilidad de derechos, como peticiones, quejas, reclamos o sugerencias (PQRS) y el uso de la tutela como garantía de derechos.

Henry Motta, líder comunitario y defensor de derechos de personas LGBTIQ+ y consumidores de sustancias psicoactivas, quien hizo parte de esta edición del Botiquín, explica que los dos objetivos más importantes de esta cartilla son: “que sea una fuente de consulta para eliminar barreras en el sistema de salud y compilar diversas experiencias de vida que aportan a grandes problemáticas sociales como lo es la discriminación”.

“También abordamos desde la cartilla las violencias basadas en género, que me parece muy importante, porque aborda la relación asimétrica entre el médico o médica que atiende y el paciente. Además, se describen aquellas conductas que pueden ser violentas, no solamente tocamientos, sino también la falta de compartir de manera efectiva el consentimiento informado y todas las consecuencias que implica pasar por un tránsito”, explica al respecto la investigadora Laura Camila Castillo, integrante del equipo de género y sexualidad de Temblores ONG.

El lanzamiento de este Botiquín se dio en el Castillo de las Artes el pasado viernes 19 de abril, en el barrio Santa Fé, de Bogotá. Los integrantes de Epicentra invitaron al evento a personas que se han beneficiado de estos procesos pedagógicos, personal del sistema de salud y también activistas de derechos humanos. La jornada estuvo acompañada por la presentación de la obra de teatro No más sala de espera: una muestra artística que aborda los desafíos que estas poblaciones han tenido para acceder a salud.

Ahora, esperan llegar a las poblaciones a quienes está dirigida la cartilla, pero más que nada, a todos los funcionarios del sistema de salud, para así poder cumplir con el objetivo de una salud sin barreras.

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La ONG Temblores lanzó el “Botiquín de género y sexualidad”, una herramienta con la que busca capacitar a los colombianos sobre cómo las personas con géneros y sexualidades no normativas pueden gozar de una salud con enfoque de género y migratorio. A través de una cartilla, diseñó todo un proyecto de pedagogía para eliminar las barreras a la sexualidad y el acceso de salud de estas poblaciones, que surgen a raíz de los estereotipos y estigmas.

Se trata de la segunda edición de Epicentra, un esfuerzo pedagógico para capacitar a un grupo de formadores de géneros y sexualidades no normativas para que ellos mismos capaciten a personal de salud. Durante 2023, 116 personas del sector de la salud recibieron la formación que resultó del proceso que entregó, durante su clausura, una cartilla compilando las buenas prácticas para que estas poblaciones vulnerables puedan superar barreras, las cuales van desde acceder a citas médicas rutinarias, hasta procesos clínicos complejos.

Desde hace 30 años la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de catalogar la homosexualidad y otras sexualidades diversas como un “trastorno mental”. Sin embargo, Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo, una ONG que vela por los derechos de esta población, asegura que aún hay ciertos imaginarios que vulneran los derechos de población LGBTIQ+ autorreconocida como trabajadora sexual, entre ellos el acceso a salud.

Por esta razón, el Botiquín, en su tercera edición, se basa en el pilar de que al personal médico se le debe capacitar para atender, en igual condiciones, a esta población. Pues, desde Epicentra se han documentado una serie de informes que el trato entre un usuario de salud con una sexualidad normativa es completamente diferente al de esta población. A raíz de esos hallazgos, la organización se enfoca en evitar que el sistema de salud sea otro de los escenarios donde se dé revictimización a estas poblaciones, pues, en el ámbito laboral, educativo y familiar, también sufren de discriminación.

De esta manera, la caja de herramientas incluye diferentes herramientas pedagógicas, como una propuesta sobre cómo el sistema de salud puede ser más inclusivo para todas las personas; un mapa, que representa el “reino del sistema de salud”, diseñado para navegar por la atención médica; e información sobre mecanismos de exigibilidad de derechos, como peticiones, quejas, reclamos o sugerencias (PQRS) y el uso de la tutela como garantía de derechos.

Henry Motta, líder comunitario y defensor de derechos de personas LGBTIQ+ y consumidores de sustancias psicoactivas, quien hizo parte de esta edición del Botiquín, explica que los dos objetivos más importantes de esta cartilla son: “que sea una fuente de consulta para eliminar barreras en el sistema de salud y compilar diversas experiencias de vida que aportan a grandes problemáticas sociales como lo es la discriminación”.

“También abordamos desde la cartilla las violencias basadas en género, que me parece muy importante, porque aborda la relación asimétrica entre el médico o médica que atiende y el paciente. Además, se describen aquellas conductas que pueden ser violentas, no solamente tocamientos, sino también la falta de compartir de manera efectiva el consentimiento informado y todas las consecuencias que implica pasar por un tránsito”, explica al respecto la investigadora Laura Camila Castillo, integrante del equipo de género y sexualidad de Temblores ONG.

El lanzamiento de este Botiquín se dio en el Castillo de las Artes el pasado viernes 19 de abril, en el barrio Santa Fé, de Bogotá. Los integrantes de Epicentra invitaron al evento a personas que se han beneficiado de estos procesos pedagógicos, personal del sistema de salud y también activistas de derechos humanos. La jornada estuvo acompañada por la presentación de la obra de teatro No más sala de espera: una muestra artística que aborda los desafíos que estas poblaciones han tenido para acceder a salud.

Ahora, esperan llegar a las poblaciones a quienes está dirigida la cartilla, pero más que nada, a todos los funcionarios del sistema de salud, para así poder cumplir con el objetivo de una salud sin barreras.

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