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Este lunes se realizó un experimento para demostrar que los problemas sí pueden solucionarse a través del diálogo en los colegios del país y evitar que un conflicto, independientemente de su tamaño, termine en violencia y fisuras en el tejido social.
La historia fue reporteada por el diario El Colombiano, que encontró que en Medellín, un colegio que hace menos de un mes fue noticia por haber presenciado un apuñalamiento entre dos estudiantes de bachillerato, se convirtió esta semana en un laboratorio de paz y resolución de conflictos.
A mediados de agosto, dos jóvenes tuvieron un problema en las instalaciones del colegio Héctor Abad Gómez, ubicado en el centro de la capital antioqueña, que terminó con uno ingresando al hospital con su pulmón perforado y el otro, además de los daños físicos, siendo procesado por la justicia por intentar asesinar a su compañero.
Pero menos de cuatro semanas después, el colegio le apostó a una campaña para que esas situaciones nunca más vuelvan a repetirse. Junto a varias secretarías de la Alcaldía de Medellín, se organizó un evento en el que participaron más de 400 personas este lunes para que el camino para solucionar un conflicto entre los jóvenes sea el de hacerlo con diálogo, con respeto y ante todo, de manera pacífica.
Los estudiantes utilizaron la música y el arte para llevar a cabo el evento. Además, llenaron un telón de más de 20 metros con frases reflexivas y mensajes de convivencia, con el objetivo de compartir estos valores con toda la comunidad educativa y, a su vez, inspirar a otros establecimientos.
“El mensaje es contundente: nos manifestamos contra toda forma de violencia que se presenta en los colegios. Estamos diciéndole a la ciudad que los colegios son entornos protectores. Rodeamos a las instituciones, diciendo que en los colegios de Medellín se promueven valores, se promueve la paz, el respeto; y hacemos un llamado para el cuidado de todos los estudiantes”, aseguró el secretario de Educación, Luis Guillermo Patiño.
Una apuesta de país
Esta institución educativa no es la única que ha buscado abanderar el diálogo para enseñar a los jóvenes que los problemas se resuelven en paz. El Ministerio de Justicia, por ejemplo, lleva todo lo corrido de 2024 buscando colegios, tanto públicos como privados, que deseen incluir en su pensum y currículo algunas asignaturas o espacios en las que se enseñe sobre paz, conflictos y reconciliación.
Según explicó esa cartera a El Espectador, “la apuesta es construir un país en donde predomine la cultura de diálogo y se entienda que cuando se habla de justicia también nos referimos a que un problema pequeño entre jóvenes, puede solucionarse sin necesidad de sanciones o de recurrir a una demanda o un juzgado”, dijo Johana Delgado, exviceministra de Promoción de la Justicia.
Desde hace más de 10 años hay una figura dentro que los colegios pueden aplicar para solucionar problemas entre estudiantes o profesores: la mediación escolar. Esta forma de resolver conflictos es una alternativa al camino punitivo de sancionar a alguien de acuerdo con el manual de convivencia, pues se cree que la sanción no contribuye a reparar los daños y el tejido social que un conflicto o problema desencadena.
El mediador usualmente es un estudiante de los últimos grados de bachillerato que actúa como un “tercero imparcial” en los conflictos y media para que todas las partes involucradas en un problema hablen entre ellas y en lugar de recurrir a agresiones, bullying o riñas, solucionen los líos con un apretón de manos.
“Es increíble ver cómo está organizado este evento, la manera en que nos abrazamos, cómo estamos abrazando nuestra cultura por medio de los afro, por medio de las enseñanzas de Héctor Abad Gómez, de ser solidarios, de todas las enseñanzas que construimos aquí en el colegio, de la cultura, del baile, de los escritos”, expresó Isabela Bedoya, estudiante del colegio Héctor Abad Gomez que presenció el evento.
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