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Cada 10 minutos, una mujer es asesinada a manos de una pareja motivada por la violencia de género. La situación, a los ojos de la estadística, se complica aún más: una de cada tres mujeres aseguran haber sido agredidas, golpeadas o reducidas psicológicamente a lo largo de su vida, dicen los registros de ONU Mujeres. Y mientras continúan los cálculos, los ataques siguen contra una población históricamente agredida.
Hace 25 años, la ONU entendió que no es posible alcanzar el desarrollo, la igualdad o la paz sin antes erradicar la violencia de género y garantizar a las mujeres vidas libres de transgresiones. Por ello declaró que cada 25 de noviembre se conmemorara una fecha en que gobiernos, colectivos y todos los demás actores aunaran esfuerzos para cumplir ese objetivo.
A propósito de este 25N, Día de la Eliminación de las Violencias Contra las Mujeres, El Espectador se suma al llamado para que ser mujer, ya sea en Colombia o en cualquier parte del mundo, no siga siendo sinónimo de derechos vulnerados y vidas violentadas.
A partir de este lunes 25 de noviembre, este diario le contará durante 16 días, historias de resiliencia y lucha que han emprendido las mujeres en Colombia para ver sus derechos materializados.
¿Por qué 16 días? A la par que se creó el 25N, diferentes protagonistas coincidieron en que un solo día no bastaría para acabar con siglos de violencias que, como ha establecido la academia y los relatos de las mujeres, son estructurales y se han heredado con el paso de los años.
Los 16 días son un espacio para que, por poco más de dos semanas, haya acciones en torno a acabar con las violencias y así llegar al 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, con propuestas concretas sobre la mesa para atacar esta endemia de ataques contra las mujeres.
Todos los días son 25N
Durante los próximos días encontrará historias sobre cómo es la vida de las mujeres en Colombia: desde aquellas que conviven en sus resguardos indígenas con el temor de seguir siendo violentadas, hasta los esfuerzos, éxitos y desilusiones que se han vivido en el país para poder luchar contra esas agresiones.
Expertos, funcionarios estatales y académicos contarán su perspectiva sobre cuántos kilómetros faltan por pavimentar en el camino de lograr una Colombia sin feminicidios, sin mujeres revictimizadas por las instituciones o sin niñas que, mucho antes de llegar a la adolescencia, ya fueron absorbidas por la espiral de la violencia de género.
Pero también habrá historias positivas de cómo la justicia, el Estado y algunas organizaciones han logrado incorporar enfoques de género en su quehacer y así poder ver que los derechos de las mujeres, aunque históricamente fracturados, sí pueden garantizarse. También, cómo algunas personas de sexualidad diversa, a punta de resistencia y exigencias, han puesto sus luchas en la agenda pública para no seguir siendo víctimas de asesinatos o crímenes de odio.
Compromiso de todos
En marzo de 2024, el informe “Desenfocadas”, de la Agencia Llyc, encontró que el 20 % de las noticias justifican los crímenes contra las mujeres y perpetúan imaginarios de violencia de género. En esos cubrimientos, halló el estudio, algunos medios de comunicación mencionaron detalles de las mujeres violentadas, como su salud mental, cómo iba vestida cuando fue agredida, o, según cuentan las conclusiones, sobre el delito que sufrieron.
El informe explica que desde los medios de comunicación se debe “modificar la descripción de los hechos y víctimas para evitar términos como desafortunados o tristes”. Invita a enfatizar en que la violencia de género afecta a todos y no es una cuestión de suerte; además de reorientar la narrativa para resaltar la gravedad del problema y promover la conciencia de que nadie está exento de ser afectado por esta problemática.
Ahora, es momento de cambiar la narrativa y contar por 16 días las historias y sumarse al llamado para que desde las páginas de este diario, se muestre esta realidad como es: delitos y agresiones que afectan a las mujeres desde que son niñas, y que continúan a lo largo de sus vidas.
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