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El proyecto de ley que elimina el matrimonio infantil y las uniones tempranas en Colombia quedó a la espera de la sanción del presidente Gustavo Petro, luego de que Senado y Cámara aprobaran las conciliaciones del texto legislativo. La iniciativa, conocida como #SonNiñasNoEsposas, es de autoría de las representantes Alexandra Vásquez y Jennifer Pedraza y fue aprobada en el Congreso. Con la firma presidencial, el país pondría fin a una práctica que ha sido legal durante más de un siglo.
Esta prohibición se aprobó el 14 de noviembre de 2024, eliminando una disposición del Código Civil que permitía a menores de 14 años casarse con consentimiento de sus padres. La medida, respaldada de forma unánime, es un avance significativo en la protección de los derechos de niñas y adolescentes y busca frenar prácticas que perpetúan la desigualdad y la violencia de género en el país.
La representante Alexandra Vásquez destacó, a través de su cuenta de X, la unanimidad en las votaciones de Cámara y Senado. “Es muy grato que el Congreso en sus dos cámaras esté a favor de proteger los derechos de niñas, niños y adolescentes en el país. Estamos a pocos días, horas o semanas de que el proyecto Son Niñas, No Esposas sea una ley de la República”, afirmó.
Vásquez también hizo un llamado al presidente Gustavo Petro para que sancione la ley con celeridad: “En sus manos y su firma está el futuro de muchas niñas y adolescentes que han sufrido o están por ser víctimas de esta práctica nociva”. Actualmente, Colombia y Argentina son los únicos países de América Latina donde el matrimonio infantil aún es legal. La sanción de este proyecto colocaría al país fuera de esa lista.
En contexto...
Desde 2007, el Congreso ha intentado sin éxito prohibir el matrimonio infantil en Colombia, una práctica que afecta principalmente a niñas y adolescentes y que está asociada con violencia sexual, deserción escolar y embarazos a temprana edad. Según datos del Censo Nacional de Población y Vivienda (2018), el 15 % de niños y niñas en el país han estado en una situación de matrimonio infantil, especialmente en comunidades indígenas y afrocolombianas. Además, cifras del DANE indican que, en muchos casos, estas uniones se presentan cuando los menores tienen poco más de 10 años.
Expertos consultados por este diario, como Marta Royo, directora ejecutiva de Profamilia, afirman que esta problemática ha sido normalizada tanto por la legislación como por la sociedad. “Esta realidad ha perjudicado a miles de niños que han interrumpido su proceso natural de desarrollo para enfrentarse a roles para los que no se encuentran preparados a nivel físico, ni psicológico”, asegura Royo, quien advierte que este fenómeno genera consecuencias como depresión, restricción de autonomía y trabajo doméstico no remunerado.
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