Fiscalía anuncia grupo de trabajo para investigar más de 600 homicidios en Quibdó
“No son las víctimas las que tienen que investigar y nosotros no debemos descargar nuestra responsabilidad en ustedes”, dijo la fiscal general, Luz Adriana Camargo, durante un encuentro con las madres y los operadores de justicia en la capital de Chocó.
Desde sus 14 años, Leila*, apasionada por la danza, comenzó a bailar con otros jóvenes de Quibdó. Con los años se convirtió en una lideresa del barrio donde vive, El Reposo 1, dando también talleres de formación sobre empoderamiento y proyectos de vida, pero el miedo acompañaba todas esas labores. “Vivir allá es una zozobra todos los días”, dice la joven. Este barrio ha sido calificado por las autoridades como uno de los barrios más violentos de Quibdó (Chocó). También hace parte de una larga lista de zonas que registran constantes homicidios y que, en los últimos ocho años, han dejado más de 600 víctimas.
De acuerdo con la Fundación Círculo de Estudios Culturales y Políticos, la cual se ha encargado de acompañar a madres y cuidadoras en la búsqueda de justicia, hay unas circunstancias locales que se han recrudecido durante los últimos meses y que mantienen un riesgo generalizado contra la vida de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. “El enfrentamiento entre grupos armados como el ELN, las Autodefensas y otros grupos armados no oficiales al servicio de estos”, explica la organización.
En palabras de Leila, los jóvenes encuentran en estos grupos “la única oportunidad que hay normalmente en muchos barrios. Por ejemplo, las personas que llegan de lugares que no conocen, que llegan nuevas a un barrio, y sobre todo las que son desplazadas, normalmente llegan a los barrios periféricos, donde también ellos invaden algunos territorios. Los ven como presas, por decirlo así, para atraparlos fácilmente, porque los ven vulnerables, sin trabajo, sin comida. Entonces, les dicen: ‘Ah, no, que me hace este mandadito’. Ah, no, que les empiezan a proponer cositas y les empiezan a dar dinero. Ellos ven que si se van con ellos, les puede ir mejor”.
Entre el 1 y el 30 de junio de 2024, en Quibdó, se reportaron 62 homicidios, de acuerdo con el Ministerio de Defensa. Una suma de víctimas que se une a los 109 homicidios registrados en todo 2023, los 169 de 2022 y los 151 de 2021. Ante este panorama, el pasado 23 de agosto de 2024, durante un encuentro con víctimas, madres y jóvenes de la zona, la fiscal general, Luz Adriana Camargo, estuvo escuchando la gravedad de la situación de la ciudad y anunció la conformación de un grupo de trabajo para investigar la sistematización de los asesinados.
“Les quiero contar que, a raíz de la visita y de la revisión de casos y de un reclamo que siempre ha sido constante, debemos mirar el fenómeno de los homicidios como un fenómeno estructural de una violencia sistemática, que es un problema muy, muy de fondo, con vínculos al crimen organizado. En la tarde de ayer, conformamos un equipo de trabajo conjunto entre varias de nuestras dependencias para que, haciendo asociación de casos, podamos empezar inicialmente con 86 casos y asociar todos aquellos que encontremos que responden a patrones”, anunció la fiscal Camargo.
El evento se desarrolló en Quibdó y fue auspiciado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). En él se mostró cómo seis programas de esta entidad se unieron para colaborar en la desestigmatización de la juventud y la promoción de iniciativas de esperanza, además de facilitar el acceso a la justicia y se abrió espacio para estos anuncios de la Fiscalía que prometen poner la mirada en el problema de la violencia. Para la joven Leila, dice, hay que esperar a que se den resultados que realmente cambien la realidad de los jóvenes, para que no quede solo en un espacio de diálogo.
En la mañana de martes 27 de agosto, luego del paso de las autoridades por la ciudad, fue asesinada también la madre Luz Berilia Chalá Córdoba, quien luchaba por el esclarecimiento de los hechos que en 2022 le quitaron a su hijo Brayan. Ella era integrante de la Red de Madres y Cuidadoras de Jóvenes Asesinados en Quibdó y se movilizó durante estos últimos dos años en contra de la violencia en la ciudad. Por esta situación, desde la Embajada de los Estados Unidos hicieron “un llamado para la pronta y exhaustiva investigación de este caso”. En marzo de este año también fue asesinada su compañera de la red, la lideresa Yirleana Moreno.
Por lo pronto, las comunidades no solo anhelan paz, la protección de sus niños y niñas y oportunidades distintas para los jóvenes. También que haya un avance en las investigaciones que madres buscadoras ven como la forma de acceder a la verdad y la justicia. Además, se espera que haya un pronunciamiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos frente a esta ola de muertes, ya que, a mediados de 2024, la fundación presentó una solicitud para que se le ordene Estado colombiano la agilización en las investigaciones y tomar acciones de prevención antes de que más jóvenes sean asesinados.
*Nombre cambiado para proteger la identidad de la joven.
¿Sabe qué es la justicia centrada en las personas? Visite Justicia Inclusiva de El Espectador
Desde sus 14 años, Leila*, apasionada por la danza, comenzó a bailar con otros jóvenes de Quibdó. Con los años se convirtió en una lideresa del barrio donde vive, El Reposo 1, dando también talleres de formación sobre empoderamiento y proyectos de vida, pero el miedo acompañaba todas esas labores. “Vivir allá es una zozobra todos los días”, dice la joven. Este barrio ha sido calificado por las autoridades como uno de los barrios más violentos de Quibdó (Chocó). También hace parte de una larga lista de zonas que registran constantes homicidios y que, en los últimos ocho años, han dejado más de 600 víctimas.
De acuerdo con la Fundación Círculo de Estudios Culturales y Políticos, la cual se ha encargado de acompañar a madres y cuidadoras en la búsqueda de justicia, hay unas circunstancias locales que se han recrudecido durante los últimos meses y que mantienen un riesgo generalizado contra la vida de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. “El enfrentamiento entre grupos armados como el ELN, las Autodefensas y otros grupos armados no oficiales al servicio de estos”, explica la organización.
En palabras de Leila, los jóvenes encuentran en estos grupos “la única oportunidad que hay normalmente en muchos barrios. Por ejemplo, las personas que llegan de lugares que no conocen, que llegan nuevas a un barrio, y sobre todo las que son desplazadas, normalmente llegan a los barrios periféricos, donde también ellos invaden algunos territorios. Los ven como presas, por decirlo así, para atraparlos fácilmente, porque los ven vulnerables, sin trabajo, sin comida. Entonces, les dicen: ‘Ah, no, que me hace este mandadito’. Ah, no, que les empiezan a proponer cositas y les empiezan a dar dinero. Ellos ven que si se van con ellos, les puede ir mejor”.
Entre el 1 y el 30 de junio de 2024, en Quibdó, se reportaron 62 homicidios, de acuerdo con el Ministerio de Defensa. Una suma de víctimas que se une a los 109 homicidios registrados en todo 2023, los 169 de 2022 y los 151 de 2021. Ante este panorama, el pasado 23 de agosto de 2024, durante un encuentro con víctimas, madres y jóvenes de la zona, la fiscal general, Luz Adriana Camargo, estuvo escuchando la gravedad de la situación de la ciudad y anunció la conformación de un grupo de trabajo para investigar la sistematización de los asesinados.
“Les quiero contar que, a raíz de la visita y de la revisión de casos y de un reclamo que siempre ha sido constante, debemos mirar el fenómeno de los homicidios como un fenómeno estructural de una violencia sistemática, que es un problema muy, muy de fondo, con vínculos al crimen organizado. En la tarde de ayer, conformamos un equipo de trabajo conjunto entre varias de nuestras dependencias para que, haciendo asociación de casos, podamos empezar inicialmente con 86 casos y asociar todos aquellos que encontremos que responden a patrones”, anunció la fiscal Camargo.
El evento se desarrolló en Quibdó y fue auspiciado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). En él se mostró cómo seis programas de esta entidad se unieron para colaborar en la desestigmatización de la juventud y la promoción de iniciativas de esperanza, además de facilitar el acceso a la justicia y se abrió espacio para estos anuncios de la Fiscalía que prometen poner la mirada en el problema de la violencia. Para la joven Leila, dice, hay que esperar a que se den resultados que realmente cambien la realidad de los jóvenes, para que no quede solo en un espacio de diálogo.
En la mañana de martes 27 de agosto, luego del paso de las autoridades por la ciudad, fue asesinada también la madre Luz Berilia Chalá Córdoba, quien luchaba por el esclarecimiento de los hechos que en 2022 le quitaron a su hijo Brayan. Ella era integrante de la Red de Madres y Cuidadoras de Jóvenes Asesinados en Quibdó y se movilizó durante estos últimos dos años en contra de la violencia en la ciudad. Por esta situación, desde la Embajada de los Estados Unidos hicieron “un llamado para la pronta y exhaustiva investigación de este caso”. En marzo de este año también fue asesinada su compañera de la red, la lideresa Yirleana Moreno.
Por lo pronto, las comunidades no solo anhelan paz, la protección de sus niños y niñas y oportunidades distintas para los jóvenes. También que haya un avance en las investigaciones que madres buscadoras ven como la forma de acceder a la verdad y la justicia. Además, se espera que haya un pronunciamiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos frente a esta ola de muertes, ya que, a mediados de 2024, la fundación presentó una solicitud para que se le ordene Estado colombiano la agilización en las investigaciones y tomar acciones de prevención antes de que más jóvenes sean asesinados.
*Nombre cambiado para proteger la identidad de la joven.
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