Funcionarios judiciales se capacitaron en justicia de género y enfoque diferencial
Durante dos días jueces, magistrados y funcionarios públicos se capacitaron para que en su trabajo diario de impartir justicia y acercar los derechos a la ciudadanía, puedan adoptar enfoques diferenciales para mujeres, niños, población étnica y personas en condición de discapacidad.
Una nueva jornada de capacitación de justicia con enfoque de género acaba de terminar en Bogotá para jueces, magistrados, abogados e integrantes del Ejecutivo. Durante dos días, la Comisión Nacional de Género organizó dos sesiones de talleres para “lograr una Colombia y una Rama Judicial más justa para todos”.
Con paneles, clases, charlas y conferencias, funcionarios judiciales de todo el país aprendieron sobre cómo, a la hora de emitir una sentencia, se debe incorporar el enfoque diferencial dependiendo de quién esté al otro lado del estrado esperando justicia.
Según ha documentado el Consejo Superior de la Judicatura y la Comisión Nacional de Género, hay ciertas poblaciones en Colombia que, aunque tienen el deber de cumplir la Constitución y todos los mandatos legales, viven condiciones diferenciadas de otras. Así sucede, por ejemplo, con las mujeres cuando buscan acceso a la justicia cuando son víctimas de violencia intrafamiliar, y en más de una ocasión, se ha documentado que las Comisarías de Familia, los fiscales e incluso miembros de la Rama Judicial, han ignorado su condición de vulnerabilidad y emiten una decisión que las revictimiza.
Otro escenario es el de las poblaciones étnicas, que, según ha documentado la Corte Constitucional a través de diferentes autos, han sido rezagados, discriminados y además, violentados con mayor frecuencia en el conflicto armado por su pertenencia afro o indígena.
Estas capacitaciones apuntan a que “en todos los eslabones del sistema judicial haya un foco interseccional y que esa mirada garantice equidad, igualdad y dignidad humana para todas las poblaciones vulnerables”, como explicó Gloria López, presidenta de la Comisión Nacional de Género a El Espectador.
Desde hace cinco años la Rama Judicial se ha propuesto a que jueces y magistrados de todo el país adopten estos enfoques en sus carreras como juristas. Según detalló López a este diario, esta es una tarea que compete a todos los funcionarios que imparten justicia desde cualquiera de los enfoques del derecho.
Desde jueces de restitución de tierras, hasta funcionarios judiciales que trabajan en temas penales, administrativos o civiles, acoger el enfoque diferencial al hacer justicia es un paso para que la ciudadanía confíe en el sistema judicial, y, como asegura López, se garanticen los “derechos fundamentales siempre”.
Los talleres también contaron con la presencia de funcionarios de la Rama Ejecutiva y organizaciones de mujeres y grupos étnicos que manifestaron cuáles son los desafíos que encuentran para acceder a justicia. Por parte de grupos negros asistió Comadres, un colectivo de mujeres afro; y Afrodes, un grupo de líderes negros que hacen activismo por la justicia social.
Buenas praxis
López explicó que estas capacitaciones fueron un espacio fructífero para mostrarle a todos los asistentes que, a pesar de las críticas y desafíos que hay en la Rama Judicial, hay casos de éxito para aplaudir.
Ese fue el caso del concurso de sentencias judiciales con enfoque de género, que la Comisión ha apoyado desde 2018. Este galardón, que se entrega anualmente a un juez o magistrado por haber impartido justicia con perspectiva diferencial, ha logrado premiar varias decisiones judiciales que protegieron diferencialmente niños, mujeres víctimas de feminicidio o adolescentes que, acosadas laboralmente, fueron víctimas de agresiones basadas en género.
Dunen Muelas, lideresa y secretaria de la Comisión de Mujeres Indígenas, tuvo un espacio para mostrar a los asistentes cómo desde la jurisdicción étnica han podido confrontar la violencia contra las mujeres y garantizar que todas las necesidades jurídicas lleguen a buen puerto.
“Al menos 28 distritos judiciales, es decir, jueces o magistrados de 28 lugares de Colombia, contaron cómo han adelantado este propósito de tener buenas prácticas para ofrecer justicia diferencial y rigurosa a todos los colombianos”, cuenta López.
Aunque aún persisten retos en lograr un sistema judicial sin prejuicios de género o discriminación a indígenas, afros o personas en condición de discapacidad, la presidenta de la Comisión Nacional de Género se ve esperanzada con que, gracias a estos talleres, no solo gane la Rama Judicial, sino todo el país.
“Se han logrado cambios sensibles y estratégicos que han permitido a la Rama Judicial avanzar en el acceso a la justicia de las mujeres hacia un sistema más justo que reconoce la desigualdad y discriminación de género”, expuso.
¿Sabe qué es la justicia centrada en las personas? Visite Justicia Inclusiva de El Espectador
Una nueva jornada de capacitación de justicia con enfoque de género acaba de terminar en Bogotá para jueces, magistrados, abogados e integrantes del Ejecutivo. Durante dos días, la Comisión Nacional de Género organizó dos sesiones de talleres para “lograr una Colombia y una Rama Judicial más justa para todos”.
Con paneles, clases, charlas y conferencias, funcionarios judiciales de todo el país aprendieron sobre cómo, a la hora de emitir una sentencia, se debe incorporar el enfoque diferencial dependiendo de quién esté al otro lado del estrado esperando justicia.
Según ha documentado el Consejo Superior de la Judicatura y la Comisión Nacional de Género, hay ciertas poblaciones en Colombia que, aunque tienen el deber de cumplir la Constitución y todos los mandatos legales, viven condiciones diferenciadas de otras. Así sucede, por ejemplo, con las mujeres cuando buscan acceso a la justicia cuando son víctimas de violencia intrafamiliar, y en más de una ocasión, se ha documentado que las Comisarías de Familia, los fiscales e incluso miembros de la Rama Judicial, han ignorado su condición de vulnerabilidad y emiten una decisión que las revictimiza.
Otro escenario es el de las poblaciones étnicas, que, según ha documentado la Corte Constitucional a través de diferentes autos, han sido rezagados, discriminados y además, violentados con mayor frecuencia en el conflicto armado por su pertenencia afro o indígena.
Estas capacitaciones apuntan a que “en todos los eslabones del sistema judicial haya un foco interseccional y que esa mirada garantice equidad, igualdad y dignidad humana para todas las poblaciones vulnerables”, como explicó Gloria López, presidenta de la Comisión Nacional de Género a El Espectador.
Desde hace cinco años la Rama Judicial se ha propuesto a que jueces y magistrados de todo el país adopten estos enfoques en sus carreras como juristas. Según detalló López a este diario, esta es una tarea que compete a todos los funcionarios que imparten justicia desde cualquiera de los enfoques del derecho.
Desde jueces de restitución de tierras, hasta funcionarios judiciales que trabajan en temas penales, administrativos o civiles, acoger el enfoque diferencial al hacer justicia es un paso para que la ciudadanía confíe en el sistema judicial, y, como asegura López, se garanticen los “derechos fundamentales siempre”.
Los talleres también contaron con la presencia de funcionarios de la Rama Ejecutiva y organizaciones de mujeres y grupos étnicos que manifestaron cuáles son los desafíos que encuentran para acceder a justicia. Por parte de grupos negros asistió Comadres, un colectivo de mujeres afro; y Afrodes, un grupo de líderes negros que hacen activismo por la justicia social.
Buenas praxis
López explicó que estas capacitaciones fueron un espacio fructífero para mostrarle a todos los asistentes que, a pesar de las críticas y desafíos que hay en la Rama Judicial, hay casos de éxito para aplaudir.
Ese fue el caso del concurso de sentencias judiciales con enfoque de género, que la Comisión ha apoyado desde 2018. Este galardón, que se entrega anualmente a un juez o magistrado por haber impartido justicia con perspectiva diferencial, ha logrado premiar varias decisiones judiciales que protegieron diferencialmente niños, mujeres víctimas de feminicidio o adolescentes que, acosadas laboralmente, fueron víctimas de agresiones basadas en género.
Dunen Muelas, lideresa y secretaria de la Comisión de Mujeres Indígenas, tuvo un espacio para mostrar a los asistentes cómo desde la jurisdicción étnica han podido confrontar la violencia contra las mujeres y garantizar que todas las necesidades jurídicas lleguen a buen puerto.
“Al menos 28 distritos judiciales, es decir, jueces o magistrados de 28 lugares de Colombia, contaron cómo han adelantado este propósito de tener buenas prácticas para ofrecer justicia diferencial y rigurosa a todos los colombianos”, cuenta López.
Aunque aún persisten retos en lograr un sistema judicial sin prejuicios de género o discriminación a indígenas, afros o personas en condición de discapacidad, la presidenta de la Comisión Nacional de Género se ve esperanzada con que, gracias a estos talleres, no solo gane la Rama Judicial, sino todo el país.
“Se han logrado cambios sensibles y estratégicos que han permitido a la Rama Judicial avanzar en el acceso a la justicia de las mujeres hacia un sistema más justo que reconoce la desigualdad y discriminación de género”, expuso.
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