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“Con la mediación escolar comenzamos a construir una mejor sociedad para el futuro”. Con esa afirmación, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, se refirió a esa herramienta para solucionar conflictos en los colegios, la cual busca evitar que estos escalen a la violencia o que, por el contrario, lleguen a otras instancias judiciales. Lo hizo durante un evento de reconocimiento a estudiantes y docentes mediadores de seis instituciones educativas de diversos departamentos (Chocó, Córdoba, Putumayo, Nariño, Antioquia, Cauca y Valle del Cauca) quienes trabajaron, durante meses, en una guía para resolver problemáticas en las aulas de clases.
Esta iniciativa ha sido impulsada por la cartera desde hace varios meses y hace parte de una estrategia que busca, precisamente, resolver las tensiones al interior de los colegios de forma pacífica, evitando que los más jóvenes estén inmersos en entornos violentos y que, además, a futuro pueda ser un canal para descongestionar el sistema judicial. “Hay algunos conflictos que se nos vuelven guerra (...) en el colegio se puede charlar y desarrollar fórmulas de arreglo. Arreglar los conflictos es lo mejor que puede hacer la ciudadanía, arreglarlos de forma pacífica con justicia”, añadió Osuna.
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Pero sus palabras no estuvieron dirigidas a jueces o magistrados. Fueron hacia un total de 24 mediadores escolares: 18 niños y niñas, y seis docentes que los han acompañado durante su proceso de formación en la resolución de conflictos. El evento fue la fase de premiación de una convocatoria llamada ‘Mediación en mi Escuela’, realizada por el Ministerio y el programa Justicia Inclusiva de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), la cual busca resaltar las buenas prácticas que diferentes instituciones han implementado para apoyar y fomentar la mediación escolar como un mecanismo de resolución pacífica de problemas.
Para ello, el concurso se desarrolló con el fin de incentivar actividades en los colegios, principalmente en zonas rurales, que profundicen la formación de niños, niñas y adolescentes para que comprendan que el conflicto, siendo inherente a la naturaleza humana, puede ser resuelto con acciones de diálogo. “Mediante la mediación escolar estamos construyendo una sociedad en paz desde su origen: que los niños desde la escuela sean capaces de mediar en conflictos que han surgido entre sus compañeros y que se sientan orgullosos de eso nos indica que vamos en el buen camino de construcción de ciudadanía”, aseguró Osuna en diálogo con El Espectador.
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Un total de seis colegios, de 25 que participaron en el proceso de selección, fueron escogidos por cuatro jurados (Néstor Osuna Patiño, ministro de Justicia; Alberto Montaña Plata, magistrado del Consejo de Estado; Fernando Cortés McAllister, director de la Fundación Bolívar Davivienda y Enrique Chaux Torres, docente de la U. de los Andes) para presentar sus estrategias de resolución de conflictos. La Institución Educativa Ciudad La Hormiga, en Valle del Guamuez (Putumayo), ocupó el primer lugar, lo que la hizo merecedora de un equipo de cómputo y un kit móvil para el desarrollo de la mediación escolar (carpa, sillas, mesas y otros implementos).
“Nuestro reto, en estos contextos de donde nosotros venimos, que son contextos diversos, vulnerables y que han sido azotados y siguen siendo azotados por la violencia, es que la mediación trascienda”, aseguró Fernanda Henríquez, profesora del colegio Ciudad La Hormiga y quien ha impulsado al interior de la institución la figura de la mediación. A guion seguido, la docente hizo un llamado al Ministerio de Justicia para que siga apoyando esta herramienta y les dé “una mano amiga para fortalecerla”. Y agregó: “No podemos desligarnos de los conflictos, son una constante en nuestra sociedad, pero sí podemos darles un trato amigable y eso es lo que queremos hacer desde la escuela”.
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Nos emociona contarles que la iniciativa más destacada de #MediaciónEscolar está en la IE Ciudad La Hormiga de Valle del Guamuez en #Putumayo.
— Justicia Inclusiva (@JusInclusiva) December 5, 2023
Felicitaciones a los participantes del concurso "Mediación en mi Escuela" por implementar la resolución pacífica de conflictos. pic.twitter.com/NNZWmQd4TE
En entrevista con este diario, la profesora Henríquez aseguró que el reconocimiento los impulsa a ser la voz de los pueblos en donde aún sigue latente el conflicto armado y “vemos que la mediación es ese puente que nos puede ayudar a fortalecer el diálogo”. Para ella, este es tan solo un punto de partida, pues la proyección en este ámbito apunta a que, mediante esta figura, se pueda impactar a más colegios en Colombia y también “alrededor del mundo”. No lo dice a la ligera, pues en 2023 el colegio cumplió cinco años implementando esta figura para resolver los problemas mediante acuerdos, incluso creando grupos como el CAME (Centro de Atención de Mediación Escolar) con estudiantes de primaria y secundaria.
Y aunque la mediación escolar está diseñada, como su nombre lo indica, para resolver conflictos al interior los colegios, también se ha utilizado para resolver problemas que van más allá del bullying o las peleas entre compañeros. Piedad Daza, profesora de Español y Literatura de la Institución Educativa José María Obando, ubicada en Corinto (Cauca), y que hizo parte de los seleccionados para la fase final, le dijo a El Espectador que actualmente, debido a los enfrentamientos entre grupos armados, los estudiantes han sido desplazados de la sede principal de su colegio y desde hace cuatro meses están recibiendo clases en otra parte en el horario de la tarde.
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“Desde mayo de este año los mediadores del colegio estaban resolviendo asuntos internos: peleas, chismes, agresiones (...) La Universidad del Cauca nos capacitó para resolver conflictos a través del diálogo y, luego del hecho de desplazamiento, fueron ellos quienes tomaron la vocería ante las instituciones”, manifestó la docente. El tema, de hecho, ha sido de gran relevancia, pues, según Daza, los estudiantes mediadores han puesto este problema sobre el escritorio de los Ministerios de Educación y de Justicia, así como de la Alcaldía de Corinto, la Secretaría de Educación y la Gobernación del Cauca.
Los representantes estudiantiles le han dicho a los funcionarios, por ejemplo, que el riesgo que viven los menores es latente, pues el Colegio José María Obando está ubicado al lado de una estación de Policía. “O salían los policías o salíamos nosotros y pues nos tocó cambiar la sede. Por eso, nuestra apuesta es contarle a la gente, a través de un cuento, como antes teníamos colegio y ahora no”, precisó la profesora.
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La preocupación de Daza es que solo hasta enero tendrán respuesta sobre su retorno a la sede oficial del colegio. Para ella, esta es una situación a la cual se le debe poner lupa, porque son los niños y niñas quienes quedan en la mitad del conflicto. Y lo dice de forma literal, pues “el colegio está en medio del enfrentamiento porque al otro lado hay una montaña donde también dispara el otro factor armado. Son los estudiantes los que graban cuando estas situaciones se dan y los mediadores escolares los que han contado la situación a las instituciones”, dijo.
Aún en medio de este panorama, que se reproduce en varios municipios por cuenta de la presencia de actores armados, el Ministerio de Justicia invitó a los estudiantes de diferentes partes del país a sumarse a esta iniciativa para el próximo año. “Cuenten con nosotros, seguiremos trabajando para que haya más mediadores en las escuelas, al tiempo que seguimos fortaleciendo los mecanismos de justicia restaurativa”, concluyó el ministro Osuna.
Así pues, la mediación escolar viene cogiendo cada vez más fuerza en diversos territorios. Según las cifras de la cartera de Justicia, durante este año fueron certificados 1.015 mediadores escolares, de los cuales 600 son estudiantes y 415 docentes en 38 colegios del país. Y, según las cuentas, se resolvieron más de 660 conflictos a través de esta figura. Todo con el fin de construir paz y fomentar las competencias ciudadanas.
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