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Lo que no se habla, no existe. Esa es la hipótesis que desde hace décadas se escucha en Chocó ante la falta de medios de comunicación y periodistas que visibilicen algunos de los problemas que se viven en el departamento. También es la premisa que Saulo Guerrero abraza desde hace cuatro meses para enseñar a los jóvenes cómo hacer que la comunicación sea una herramienta para cambiar lo que no funciona y aquello que funciona a medias.
El Espectador conoció el proyecto que el colectivo Chocó Joven tiene para que jóvenes menores de 20 años puedan aprender a documentar, retratar e investigar los problemas sociales y ambientales que tan frecuentes son en el departamento. El proyecto, aunque ya culminó, es considerado como el primer empujón para que la generación de adolescentes chocoanos se apropie de sus problemas a través de las herramientas de la comunicación social.
A cargo de Saulo Guerrero, profesor y comunicador del colectivo, se han capacitado a más de 40 adolescentes, estudiantes de bachillerato, para que “alguien empiece a contar las historias que los medios de comunicación nacionales no llegan a cubrir en Chocó”.
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Historias sobran para contar en el departamento, catalogado por el DANE como uno de los cinco con más pobreza de Colombia y en el cual uno de cada tres habitantes carece de salud, educación o trabajo formal. Pero hay más temas sobre la mesa, como por ejemplo que el departamento y sus selvas son centro de operaciones para grupos como el ELN y el Clan del Golfo, que ocasionan desplazamiento y confinamientos a su paso; o asuntos migratorios como el que se vive en el norte del departamento, en el Darién, el espeso bosque que ha servido de paso para más de 330.000 migrantes durante 2023.
“Los participantes aprendieron herramientas de comunicación para entender la parte técnica y la razón de ser de la comunicación. Todos son sujetos que pueden comunicar algo al mundo por tener un celular en la mano; esto es algo que no pasaba hace 15 o 20 años”, explica Guerrero, quien lideró el proyecto que finalizó en septiembre de 2023. Y agregó: “Los jóvenes son agentes de cambio para mostrar problemáticas en sus comunidades como violencia intrafamiliar, maltrato animal, desastres naturales, contaminación ambiental u otros problemas”.
El profesor y comunicador explicó a este diario que el proyecto, aunque fue ideado desde Quibdó, estuvo dirigido a Andagoya e Istmina, en la subregión de San Juán, un sector donde tan solo en 2023 la Defensoría del Pueblo ha contabilizado cinco paros armados y en el cual ha habido registros de secuestros a líderes comunitarios. La formación de los más de 40 jóvenes por parte del colectivo de comunicaciones también estuvo apoyada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) bajo su programa de Justicia Inclusiva.
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Un paso hacia la justicia
El proyecto estuvo organizado en varias fases. Durante ocho sesiones, los estudiantes recibieron capacitaciones para comprender y elaborar cineforos, edición de video, escritura de guiones para radio, diseño gráfico, radionovelas, noticias, reportajes, exposiciones fotográficas e incluso murales. Pero Guerrero considera que capacitar a estos adolescentes tiene un beneficio extra: el de facilitar que los chocoanos se acerquen a la justicia.
“A través de la comunicación se pueden conocer las entidades del Estado y cómo acercar la justicia a las personas. Que entiendan el poder y la responsabilidad de traer soluciones a las comunidades”, aseguró Guerrero. Para él, fortalecer la comunicación en el departamento trae consigo resultados positivos para toda la ciudadanía: “El objetivo es fortalecerla para que las personas de Chocó sepan cómo acercarse a la justicia y cómo acceder a sus mecanismos, tanto los que dispone el Gobierno como aquellos de justicia comunitaria, la que encabezan gestores sociales, mediadores y Consejos Comunitarios”.
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De hecho, según explicó el docente, los conocimientos adquiridos en esta materia pueden ir en varias direcciones, para que los jóvenes puedan identificar diferentes problemas y puedan darlos a conocer a la opinión pública. “Si vemos que hay embarazo a temprana edad ellos pueden investigar a profundidad por qué ocurre y cuáles son las entidades del Estado que pueden brindar una mano a las jóvenes. Todo está atravesado por la justicia, el empoderamiento y el beneficio que los estudiantes le pueden dar a sus comunidades”, explica el profesor.
Pero los conocimientos aplican también para temas más comunes en el departamento: “Una persona que sea víctima de violencia, que tenga un problema laboral, que sufra problemas de retención de tierra; los estudiantes van a poder empoderarse y con liderazgo sepan qué puertas tocar cuando requieran que el aparato de justicia opere a su favor”.
¿Lo que no se cuenta, no existe?
El proyecto de Chocó Joven tiene otro plus en un departamento caracterizado por tener muy poco volumen de medios de comunicación y donde ejercer el periodismo es una tarea que conlleva riesgos.
“Los medios de comunicación son el cuarto poder (después del Ejecutivo, Legislativo y Judicial)”, opina Guerrero. Para él, “los grandes medios de comunicación en Colombia no alcanzan a llegar al departamento y no visibilizan las historias. Hay temas muy marcados desde lo institucional en los medios que no llegan a mostrarse (...) Ahora son los jóvenes quienes deben apostarle a tener medios o colectivos de comunicación que muestren esas historias”.
Un informe de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) asegura que Chocó y Antioquia concentraron el mayor número de amenazas a periodistas durante 2022. Esto hace que visibilizar los problemas no solo sea riesgoso, sino como la Fundación asegura, crea “zonas silenciadas que tienen déficit en el acceso a medios de comunicación que produzcan información local”.
Al contabilizar cuántos medios de comunicación hay en Chocó, se encontró que hay al menos 21 medios o empresas periodísticas. Estos datos son muy inferiores comparados con otras ciudades como Bogotá, por ejemplo, que reúne más de 150 periódicos, radios, portales digitales o medios comunitarios. De esta forma, el colectivo Chocó Joven busca llevar información veraz a todos los rincones del Chocó, empoderando a los más jóvenes para que sea ellos quienes vean en las comunicaciones una oportunidad de documentar la realidad.
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