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La conciliación en equidad se expande en Puerto Libertador para mediar conflictos

En este municipio del sur de Córdoba los conciliadores en equidad van ganando terreno. El Espectador los acompañó al corregimiento de San Juan de Asís, donde dieron a conocer cómo pueden mediar para solucionar los conflictos de sus comunidades.

29 de junio de 2023 - 04:30 p. m.
Conciliadores del casco urbano les explicaron a la comunidad que pueden acudir a ellos para resolver sus conflictos.
Conciliadores del casco urbano les explicaron a la comunidad que pueden acudir a ellos para resolver sus conflictos.
Foto: Óscar Pérez
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“De los grupos ilegales, como ya saben que existe la figura de conciliadores en equidad, ellos mismos cuando ven un conflicto le dicen a la gente: ‘vayan a donde ellos’”. Lo dice, con conocimiento de causa, Julio Cesar Salgado, conciliador en equidad de Puerto Libertador (Córdoba), un municipio cercado por grupos armados como el Clan del Golfo y los Caparros. Y donde, nadando contra corriente, en la última década han tomado más y más fuerza líderes como Salgado que, de manera voluntaria, solucionan los conflictos de su comunidad.

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“Hemos hecho un trabajo de visibilizar la figura de los conciliadores en cada corregimiento”, dice Salgado, y por eso el 23 de junio estuvo con sus colegas conciliadores en San Juan de Asís, un corregimiento separado del casco urbano de Puerto Libertador por 45 minutos de trocha, en el que viven alrededor de 460 familias. El Espectador estuvo con ellos en lo que llamaron una jornada de conciliación, a la que también asistieron delegados de la Alcaldía y del Ministerio de Justicia, y que contó con el apoyo del programa Justicia Inclusiva de Usaid.

“Aquí, por la ausencia de la institucionalidad, en estos territorios, los conflictos los dirime el actor irregular”, dice un líder de la zona cuya identidad nos reservamos. Y añade: “Entonces, si se presenta un conflicto, no van a la comisaría de familia, no van a la inspección de policía, o a la Fiscalía, sino que van al actor armado que reina en el territorio”. Por eso considera importante que los conciliadores le cuenten a su comunidad que hay otra posibilidad, otro camino para solucionar sus diferencias.

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“En San Juan tuvimos una brigada así hace dos años y estuvimos resolviendo algunos casos e incluso hasta levantamos actas de conciliación el mismo día que estuvimos acá”, recuerda en diálogo con este diario Emilio Tordecilla, coordinador del grupo de conciliadores en equidad de Puerto Libertador. De ese mismo caso participó Salgado y asegura que no fue sencillo porque tuvieron que mediar en la separación de bienes de una pareja, que les tomó casi medio día, pero cumplieron su objetivo.

“Así evitamos la escalada de los conflictos, que es la razón de ser de nosotros”, añadió Salgado, que se posesionó en 2015 junto a los dos colegas que lo acompañan en la jornada. A él, que fue inspector de policía durante varios años en Puerto Libertador, le tocó mediar en decenas de acuerdos e incluso, en los años más violentos del municipio, tuvo que hacer levantamientos de cadáveres. Hoy no hace lo último, pero en su día a día se dedica a mediar en las diferencias que se presentan en su comunidad.

“Esta trayectoria y esta experiencia me han servido mucho para ejercer como conciliador”, añade. Esa visión la comparte Tordecilla, quien además de la labor voluntaria que ejerce como conciliador en equidad, es pastor cristiano. “Desde ahí venía conciliando hace mucho tiempo”, dijo. O su tercer colega, Libardo Fabra, técnico en electrónica que se formó en conciliación porque, desde niño, siempre le gustó buscar salidas habladas a los conflictos entre sus más cercanos.

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“Es que cuando hay un conflicto, no solo es entre dos personas, también es entre dos familias. Algunos hasta se han perdonado las deudas porque se hacen conscientes de que, cualquier cantidad de dinero que haya, no va a ser suficiente para que cause un daño más grande que ellos, involucrando a sus familias y muchas veces a sus amigos”, recuerda Fabra, sobre algunos casos que ha llevado. Por eso se sumó a esta brigada en San Juan: “esperemos que las personas que vengan acá, sus problemas sean arreglados de raíz”.

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