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En el Caribe y norte de Antioquia ven a Montelíbano como un “oasis” para la población LGBT, como cuenta Esteban Ramírez, abogado y miembro de Montelíbano Afirmativa, una organización social que lucha por la defensa de los derechos de las personas con sexualidades diversas en el sur de Córdoba y Bajo Cauca. Es por eso que esta semana el municipio se volvió el epicentro de atención de denuncias de violencia sexual por parte de esta población, así como de mujeres. El llamado lo atendieron más de 40 personas, en una jornada de justicia móvil que se llevó a cabo el 22 de junio.
Durante buena parte del día, mujeres y personas gays, bisexuales, lesbianas y trans estuvieron en la Casa de la Mujer de Montelíbano, municipio ubicado a 115 kilómetros al sur de Montería, capital de Córdoba, y además vecino de Caucasia, que es la entrada a la subregión del Bajo Cauca antioqueño. Una región donde grupos armados como el Clan del Golfo, ejercen un fuerte control territorial y ponen en riesgo inminente a la población civil, según ha alertado en varias ocasiones la Defensoría del Pueblo. El objetivo de esta jornada, en ese contexto, era orientar a un sector de la población que suele no acudir a la justicia por miedo si habían sufrido algún tipo de violencia sexual.
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Por eso eligieron un lugar en el que podrían sentirse seguros. “Personas LGBT del sur de Bolívar, La Mojana, Bajo Cauca y el departamento de Córdoba vienen acá a vivir y mucho de lo que pasa acá ni siquiera pasa en Montería, porque allá marchan, pero no hay un ejercicio continuo de exigibilidad de derechos”, le contó Ramírez a este medio. Se refiere a que en este municipio hay dos organizaciones locales que hacen activismo LGBT, una casa de paz de la ong Caribe Afirmativo, y es el único lugar en el departamento, aparte de la capital, en el que anualmente hay una marcha del orgullo.
Precisamente la exigencia de estas organizaciones fue lo que hizo posible la jornada de justicia móvil. Como explicó en entrevista la secretaria de Interior de Montelíbano, Leidy Castrillón, la idea surgió en el Comité Local de Justicia. En esta instancia de participación en la que se articulan todas las entidades del sector, que va más allá de la rama judicial, identificaron que era necesario brindarles una atención diferenciada. Quienes alzaron la mano fueron las organizaciones LGBT y de mujeres, que también pueden tener voz en los sistemas locales de justicia y, en este caso, participaban de una mesa temática paralela dedicada a las violencias basadas en género.
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“Manifestaban que muchas personas no habían podido hacer sus declaraciones por temor a represalias, entonces queríamos generar un espacio seguro”, recordó la secretaria Castrillón de las intervenciones de algunas de estas organizaciones. Se pusieron manos a la obra y acordaron que la jornada debía ser entre las dos fechas más representativas para el movimiento LGBT: el 17 de mayo, que es el día contra la homofobia; y el 28 de junio, que es el día del orgullo, en conmemoración de las revueltas de Stonewall.
Así, con apoyo del programa Justicia Inclusiva de Usaid, a la idea de las organizaciones se fueron sumando, además de la Alcaldía, otras entidades, como la Defensoría del Pueblo, la Personería, la Unidad de Víctimas. “Era algo que se necesitaba en el territorio. Queríamos que viniera la población LGBT que ha sido víctima, que ha sido violada, que ha sido desplazada, y en quienes aún persiste el temor de declarar”, como cuenta Rosita Avilez, líder LGBT y uno de los artífices de la jornada.
“Quisimos traer esa población de San José de Uré, de Puerto Libertador, de Valencia, de Tierralta, de Caucasia, de Ayapel, para que declararan, porque hay mucha población LGBT que le da miedo declarar”, recalcó Avilez. Ese objetivo también se cumplió y personas de distintos municipios de la región acudieron el miércoles a Montelíbano para denunciar hechos que, de otra manera, posiblemente no hubieran llegado a ser denunciados.
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En palabras de Maia Mitchell Domínguez, activista trans que dirige la organización Caucasia Diversa, “ir a declarar como víctima antes era ir a que te revictimizaran o que te siguieran estigmatizando. Ese proceso de denuncia ha cambiado al punto que todas las instituciones están aquí exclusivamente para recibir nuestras denuncias”. Para Esteban Ramírez, ese es otro de los objetivos de jornadas como esta, que las alcaldías y el Estado en general se encuentre de frente con la población sexualmente diversa y vean la urgencia de tomar acciones diferenciadas para atender sus necesidades. Así que espera que esta sea el primero de muchos encuentros similares.
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