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Desde robar un lápiz hasta el cyberbullying. Así se resumen los conflictos que suceden en algunos colegios del departamento de Córdoba. Para tratar de resolverlos, se ha instaurado la figura de la mediación escolar, un método adscrito a la Caja de Herramientas MRC (Métodos de Resolución de Conflictos) que es, a su vez, impulsada por el Ministerio de Justicia. Mediante diferentes módulos y capacitaciones, la Diócesis de Montelíbano, encargada de la formación, graduó a más de 25 mediadores entre estudiantes y profesores de una institución ubicada en Montería.
De la mano de la Alcaldía de Montería y el programa Justicia Inclusiva de Usaid, la Diócesis de Montelíbano entregó la certificación de mediadores a un total de 18 estudiantes de grados sexto, séptimo, octavo y noveno, y siete profesores de la Institución Educativa Camilo Torres, un colegio que, de acuerdo con cifras del gobierno local, es uno de las más conflictivos. “La idea es que los jóvenes desde muy temprana edad puedan ser agentes de resolución de conflictos para interceder en situaciones como agresiones y hasta chismes”, le dijo a este diario Yira Acevedo, coordinadora del proyecto.
Para la coordinadora, la idea es que los más jóvenes puedan replicar sus aprendizajes a los estudiantes de los grados más altos que están próximos a graduarse y, además, expandir la iniciativa hacia otros colegios de la zona. Según Acevedo, el objetivo es brindar herramientas para que los estudiantes comiencen a explotar sus capacidades de liderazgo para que, en el futuro, puedan llegar a solucionar conflictos fuera de las aulas.
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Este proyecto, que inició a implementarse a mediados de abril, se basó principalmente en siete módulos, en los que se abordó el tema de resolución de conflictos desde diferentes aristas. “Hablamos sobre solucionar conflictos desde la institucionalidad y desde el ámbito académico. Establecimos una tipología de los conflictos y cómo identificarlos para así entrar a capacitar sobre el rol que ejerce un mediador escolar”, acotó Adriana Chayry, tutora encargada de las capacitaciones en Montería.
De acuerdo con la tutora, para la selección de los mediadores es importante fijar criterios específicos. Por ejemplo, que los estudiantes tengan habilidades de liderazgo y sean reconocidos dentro de la institución, es decir, que tengan buenas calificaciones. “Lo más importante es que ellos tengan la voluntad de hacer parte del proceso”, señaló, dejando ver que esta implementación es un tema opcional.
“Nuestro objetivo principal es que la figura de la mediación escolar no desaparezca en el tiempo. Esperamos que los diferentes colegios la adopten para, precisamente, garantizar la convivencia pacífica a nivel institucional y bajar el índice de conflictividad”, aseguró Chayry. Como es usual, varios coordinadores, tutores y capacitadores de proyectos ligados a mejorar el acceso a la justicia, ven en los colegios el primer peldaño para formar líderes en resolución de conflictos y brindar herramientas para ello a los estudiantes desde edades tempranas. De acuerdo con la docente, esto sucede para evitar que los conflictos escalen y tengan que llegar a instancias judiciales.
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Tanto ella como la coordinadora Acevedo, están de acuerdo en que estas jornadas son un espacio de prevención del conflicto y promoción de soluciones efectivas. Aseguran que además de esperar que esta iniciativa perdure en el tiempo y se replique, puedan construir de la mano con los demás tutores y nuevos mediadores un plan de continuidad, en el que se pueda firmar el compromiso del colegio para seguir abriendo la puerta a la formación de sus estudiantes en asuntos de resolución de conflictos.
Además, explicó Acevedo, se espera que en Puerto Libertador, municipio ubicado en el sur de Córdoba a tres horas de Montería, puedan implementar la figura de mediación escolar. Para ella, lo que ha sucedido en ese municipio es un caso de éxito. En primer lugar, dijo, la conciliación en equidad ha sido un proceso referente a la hora de hablar de solución de conflictos. “Allá han tenido muy buenos resultados, sobre todo con la formación que se ha hecho con los conciliadores mayores, por lo que se espera que aterricen la mediación escolar”, sostuvo. Y agregó que, desde la Secretaría de Educación de Córdoba, ya se han identificado conductas conflictivas en algunos colegios de ese municipio, por lo que desde la Diócesis de Montelíbano ven una oportunidad para intervenir.
De hecho, ya existe una idea que se ha planteado desde el Comité Local de Justicia de Puerto Libertador, de la mano con organizaciones de la sociedad civil, para que en los colegios inicie esta formación. “Queremos dotar a los jóvenes con unas herramientas que les permitan, desde su cotidianidad, tanto en las aulas como en los entornos sociales y familiares donde se desenvuelven, resolver conflictos de cualquier tipo”, apuntó Nayibis Acosta, miembro del consejo comunitario de Puerto Libertador y quien lidera esa iniciativa allí.
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Según ella, para que el proyecto tenga una hoja de ruta clara, se deben impartir componentes de formación teórico-prácticos donde los estudiantes puedan entender qué es un conflicto, qué tipos existen e identificar factores de riesgo en su entorno.
En la misma línea se expresó Juan Camilo Cardeño Camargo, presidente de la plataforma de juventudes de ese municipio, quien aseguró que esperan contar con la participación de poblaciones indígenas, afro, LGBTIQ+ y personas en condición de discapacidad, con el fin de abordar una formación inclusiva. “Es una prueba piloto que haremos en un colegio. Preparamos también un módulo principal sobre la historia del conflicto armado en Puerto Libertador para entender cómo han evolucionado las dinámicas conflictivas en nuestro municipio”, dijo.
Así pues, en Córdoba le apuestan cada vez más a atacar los conflictos desde temprana edad. Desde algunos problemas que capacitadores catalogan como “básicos” como las peleas o los chismes, hasta casos de mayor atención como el bullying o ciberbullying, se espera que sean los jóvenes quienes puedan replicar sus aprendizajes y quizás, incluso, se conviertan en líderes que resuelvan los conflictos de sus comunidades.
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