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En el marco de la conmemoración del Día internacional de las víctimas de desaparición forzada, Luz Janeth Forero, directora de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), participó del Justo Ahora del mes de agosto, el espacio de entrevistas en video de Justicia Inclusiva. Y adelantó cuáles son las expectativas, en materia de acompañamiento a familares y conocidos de las víctimas, así como en la localización y entrega de cuerpos.
Forero destacó que desde septiembre planean contar con equipos móviles para llegar a los municipios y territorios más alejados, lo que permitirá ampliar las muestras genéticas para el reconocimiento de los cadáveres recuperados, y la recepeción de solicitudes. Recordó que en todo el país se ha vivido el desastre de la desaparición, por lo que todos pueden aportar a fortalecer y propiciar la búsqueda.
Hablemos del universo de personas desaparecidas, ¿cuáles son esas cifras que usteden registran, y cuántas solicitudes de búsqueda tienen a la fecha?
Yo quisiera empezar dando un poquito de contexto, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) es una institución que se creó en el marco del Acuerdo de Paz, con la misión de encontrar a todos los desaparecidos registrado en el marco del conflicto armado colombiano. Nosotros hablamos de aproximadamente 111.640 personas dadas por desaparecidas que están registradas a hoy en nuestro universo de búsqueda. Hay que tener claro que esto es un dato absolutamente subregistrado, porque finalmente, la desaparición lo que quiso y lo que impulsó realmente fue que esto se desconociera.
Otra cosa que es muy importante, es que la desaparición ocurrió por todas partes del territorio nacional, no hay ningún territorio, ningún municipio de Colombia que se haya, digamos, escapado de la dinámicas de la desaparición. Y que esta cifra es hasta el primero de diciembre de 2016, después de esa fecha, con toda seguridad han ocurrido desapariciones, pero no es parte del mandato de búsqueda de la entidad.
¿Cuáles son las facultades especiales que tienen y cómo facilitan la búsqueda?
La Unidad de Búsqueda, sin lugar a dudas, es un mecanismo maravilloso inédito en el mundo, no hay una entidad como esta. En primer lugar es una entidad del Estado, en otros países hay mecanismos de búsqueda, pero no son estatales, son de las organizaciones de la sociedad civil o de la comunidad internacional, muchos implusados, inclusive, por la ONU. Nosotros somos del Estado, pero somos humanitarios, somos extrajudiciales, confidenciales, neutrales, imparciales. Esto quiere decir que la búsqueda que nosotros hacemos es una que tiene como propósito aliviar el dolor de las personas que sufrieron la violación de derechos, que es lo que sinifica la desaparición.
Nosotros no buscamos culpables, por eso es permitido, por ejemplo, hablar con personas que estuvieron en el marco de la perpetración de las desapariciones y que nos pueden dar esa información para apoyar el proceso de búsqueda, pero lo que ellos nos digan no pasa a ser parte de una investigación criminal o de un expediente judicial, o sea quea a ellos se les garantiza esa seguridad confidencial, porque los que hacemos tiene que preservar también la seguridad de las víctimas y también de las personas que saben de las desapariciones, de lo que ocurrió y que son los aportantes de esa información. Adicionalmente, lo que hacemos es gratuito, porque a veces hasta se aprovechan de esta posibilidad para engañar a las personas.
¿Cuántos cuerpos han encontrado hasta el momento y qué otros avances importantes registran?
La búsqueda es compleja, porque buscar personas desaparecidas tiene metodologías muy técnicas, tiene mucha tecnología, pero también tiene un componente humano, en el caso nuestro, muy fuerte. Nosotros tenemos que recoger información, esa información es una investigación que llamamos humanitaria extrajudicial y nos acerca a un posible sitio de ubicación de las personas, ya sea vivas o muertas, porque también buscamos las personas con vida. De aquí pasamos a hacer la recuperación en los casos que las personas hayan fallecido y una de esas personas recuperadas las entregamos a Medicina Legal para apoyar los procesos de identificación genética.
En los casi 7 años que tiene la unidad, hemos podido recuperar a 1.805 personas, esta recuperación también se ha traducido en que llevamos ya 320 personas entregadas dignamente a sus familias, que las hemos podido identificar y que tenemos la certeza de que sí es esa perona. También tenemos alrededor de 30 personas encontradas con vida. Y otro resultado importante de la búsqueda es que hemos podido ubicar e identificar casi 10.000 sitios de interés forense en Colombia, sitios en donde probablemente puedan estar las personas.
Hemos podido recabar más de 15.000 muestras genéticas, muestras de sangre, para hacer el perdil genético que, cuando es necesario, ya tenemos perfiladas a esas familias. También hemos avanzado mucho en el trabajo y la articulación con otras instituciones para impulsar el proceso de búsqueda, generando metodologías de trabajo con las familias o con las organizaciones sociales a través de algo que llamamos la red de apoyo operativo para la búsqueda.
¿Cuáles son los principales retos de la búsqueda, para ustedes como Unidad, y para las familias?
Es importante saber que tenemos casos de personas que desaparecieron hace 40 o 50 años, y otras más recientes de este siglo, entonces el principal reto se deriva de ese universo. Ningún país en el mundo puede decir que tiene un universo de búsqueda de las proporciones que nosotros tenemos, eso ya es una magnitud impensable, otro gran desafío terminan siendo las dinámicas de la desaparición y los contextos.
La desaparición en Colombia no es como la que sufrieron, por ejemplo en la dictadura del Cono Sur que eran digamos unos modus operandi muy parecidos, aquí hablamos de desapariciones relacionadas con distintos grupos beligerantes que estuvieron en el conflicto, entonces esas dinámicas son variadas a lo largo de los años. Las desapariciones de los 70 son distintas a las de los 80 y a las de este siglo. Eso es absolutamente complejo.
Además, siempre señalo que este país hermoso geográficamente termina siendo un desafío, porque, por ejemplo, los climas húmedos hacen que los cuerpos se degraden muy rápidamente, ante esto cualquier capacidad es limitada. Tenemos un buen equipo investigativo, forense, pero ante esta magnitud termina siendo limitado. Tenemos en Colombia ocho conflictos activos y seguimos buscando en medio del conflicto, eso también es un desafío. Digámoslo, la búsqueda es costosa, no solo financieramente, sino también emocionalmente, genera grandes frustraciones y ahí tenemos una limitaciones grandes en materia presupuestaria en materia de recursos efectivos para la búsqueda.
¿Cuál es la importancia de la toma de muestras y por qué son cruciales para la búsqueda de desaparecidos?
Como estamos buscando personas de tanto tiempo atrás de desaparición muchas veces tenemos que recurrir a la prueba genética, es decir a un cotejo científico de altísimo, nivel técnico científico que garantiza que esta persona que estamos buscando coincide en su perfil genético con esta persona que es su familiar más cercano, su padre, su madre, su hermano. Entonces esa muestra de sangre termina siendo esa parte a veces de ese gran rompecabezas que significa la búsqueda. Por eso, entregar la prueba de sangre, que nos permite hacer ese perfil genético, ayuda a aclarar que esos restos que encontramos corresponden a esa persona que está siendo buscada y esperada por ese ser querido.
¿Qué pasa con los cuerpos que son recuperados, pero no han sido identificados o vinculados con algunas familia?
Estamos ahora en una estrategia para cuerpos que que nosotros llamamos “identificados que nunca fueron entregados a sus familias”, eso pasa mucho y pasó mucho en el marco de este conflicto tan atroz que sufrimos. Personas que pudieron haber muerto en cualquier parte del territorio nacional víctimas del conflicto, pero por decir algo murieron en la Guajira y su familia era del Amazonas, imagínate esa distancia geográfica tan impresionante y que en su momento el Instituto de Medicina Legal por ejemplo lo pudo haber identificado también por procedimientos técnicos científicos, que se pudieron cotejar con los registros que tenían la Registraduría Nacional para la expedición, por ejemplo de la cédula y ahí sabemos quién es, sabemos el nombre de esa persona, peor no sabemos dónde esta su familia, ahí hablamos de una búsqueda inversa.
Estasmos en una estrategia muy importante con el Instituto de Medicina Legal y con la misma Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de todos los cuerpos que estaban en poder del Estado, porque el Estado los tuvo que inhumar en algún momento y que fueron registrados como desaparecidos, estamos haciendo la tarea al revés buscar a sus familias para que ese cuerpo también vuelva a casa. De los registros iniciales que teníamos con el Instituto de Medicina Legal hablábamos de más de 7.000 personas, pero hemos estado realizando un proceso de depuración y vamos a empezar con cerca de 40 personas donde tenemos claridad, no solo de ese cuerpo y de esa identificación, sino el lugar donde está.
Debemos saber que hay otros cuerpos que probablemente no van a ser identificados, ¿por qué? Porque la genética después de tantos años como lo decía ahora, no da la posibilidad de decir esta fue la está la persona.
¿Cuántas sedes tienen en este momento y cuáles son las expectativas de fortalecimiento y expansión?
En este momento tenemos 28, cuando llegamos a la unidad, teníamos 23 sedes, pero igual aumentamos esas cinco sedes en el último año. Y fuera de eso, fortalecimos dos que eran muy débiles, como fue la sede del César y la sede de Nariño. Yo creo que en materia de cobertura estamos bien, pero sí debemos cambiar nuestros modelos de cobertura. Un anuncio es que vamos a tener unidades móviles para tener un modelo de despliegue territorial diferente. Queremos ir recorrendo municipios de este país distantes, que nuestros equipos lleguen y desplieguen, a manera de una estrategia itinerante, todas las acciones de la Unidad. Esperamos que para septiembre ya estemos anunciando este importante momento.
El 30 de este mes se conmemora el Día internacional de las víctimas de desaparición fozada, ¿qué actividades y campañas van a realizar como UBPD?
Tenemos una agenda absolutamente impresionante para el 30 de agosto y no solo es una agenda del Bogotá es una agenda que se despliega a lo largo de todo el país, en particular en los sitios donde estamos presentes. La agenda hace un llamado a la conciencia, a la civilización y sensibilización, a que todo ciudadano y ciudadana se comprometa con la búsqueda y que sepa que podemos comprometernos desde diferentes formas y maneras.
También se conmemorará esa lucha histórica que han tenido las familias buscadoras, que no se han quedado calladas a pesar de los riesgoso que fue la desaparición. Entonce sinvitamos a todas las personas a que se unan a estos actos masivos. Y para nosotros también es una estrategia masiva de pedagogía para dar a conocer a la Unidad. Haremos conversatorios, actos simbólicos, presentaremos nuestro documental. Son varias estrategias y actividades de las que van a poder participar. La agenda estará disponible en nuestras redes sociales y página web.
Uno de los actos simbólicos es que diremos cada uno de los nombres de los desaparecidos que hacen parte de nuestro universo de búsqueda, lo que va a significar una jornada de sensibilización para recordar que la tarea que tenemos todos y todas es que la desaparición tiene que ser erradicada.
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