Representantes de organizaciones negras se pusieron cita en Bogotá durante cuatro días para hablar sobre derechos territoriales y la importancia de incluir a las comunidades negras en la discusión del cambio climático. El foro, titulado Asegurar los derechos de tenencia de la tierra y el territorio de los Pueblos Afrodescendientes en América Latina y el Caribe: Un camino efectivo hacia la conservación y la acción contra el cambio climático, reunió a líderes, ministros y académicos, quienes dieron sus perspectivas sobre el tema.
El encuentro fue catalogado de “histórico” por los participantes, pues es uno de los primeros escenarios en que se juntan las voces afros de toda la región para hacer un llamado de atención sobre las deudas que los estados han tenido con sus pedidos de justicia y reclamos territoriales.
El foco central del evento estuvo motivado por la falta de avances en la titulación de propiedad colectiva que, según los pueblos afros del continente denuncian, está pendiente desde hace décadas. Estas comunidades aseguran que necesitan tener garantías y títulos de sus territorios para cuidar el medio ambiente, desarrollar sus proyectos comunitarios y preservar saberes ancestrales, como la medicina, la resolución de conflictos o promover la armonía entre sus integrantes.
José Luis Rengifo, director del Proceso de Comunidades Negras, aseguró: “tras días de charlas y discusiones construimos un documento, en consenso, que es el producto de un análisis entre organizaciones de jóvenes, étnicas, territoriales, de mujeres y afro para plasmar nuestras exigencias como pueblos negros”.
El evento, aparte de ser un espacio de discusión sobre algunos de los temas más importantes de los pueblos étnicos, sirvió como plataforma para que los líderes afros de las organizaciones suscribieran un pliego de exigencias con las que buscan mayor inclusión y participación en decisiones importantes respecto, por ejemplo, al medio ambiente y territorios.
Así pues, tras los cuatro días de discusiones, foros, debates y consensos entre los participantes, se firmó un manifiesto de 16 puntos en que se hacen varios reclamos a los gobiernos, organizaciones y la sociedad civil. La mayoría se centran en garantizar que los derechos territoriales de las personas afros en el continente sean respetados y salvaguardados.
Un estudio mencionado en el evento señala que en Latinoamérica hay más de 200 millones de hectáreas habitadas y protegidas por pueblos afrodescendientes. Sin embargo, solo el 5 % de estas zonas cuentan con reconocimiento legal y titulaciones colectivas sobre la tenencia de la tierra. ¿Por qué es importante, entonces, la titulación de la tierra?
Rengifo, en diálogo con El Espectador, aseguró que esta cuestión territorial define varios aspectos para las comunidades negras a la hora de tomar decisiones dentro de sus comunidades, que van desde cómo se organizan hasta las estrategias que usan para cuidar y defender el territorio.
Un manifiesto por la justicia
El pliego de peticiones versa sobre varias exigencias que, a juicio de los líderes afro, son necesarios para garantizar una igualdad real y el cumplimiento efectivo de los derechos negros en el continente. Por ejemplo, se hace referencia a la necesidad de proteger a los líderes de las comunidades que, en muchos escenarios, se encargan de ser voceros y defensores de las luchas de las comunidades. Estas personas, por su papel de activismo, han sido estigmatizadas y asesinadas en Colombia y otros países de la región.
(De contexto: “Comunidades negras deben estar en las charlas de cambio climático”: líder afro)
Aunque una gran parte del manifiesto se centran en garantizar la colectividad de la tierra, hay otros puntos que distan de los temas territoriales de las comunidades negras. Por ejemplo, se exige a los gobiernos que a través de sus funcionarios y decisiones se tomen “medidas concretas para combatir el racismo, la discriminación racial, la xenofobia”.
Un punto que llamó la atención de los asistentes era un pedido que exigía “reparaciones históricas por la trata transatlántica y la esclavización ocurrida (hace cuatro siglos), así como un conjunto de medidas especiales de justicia ambiental y étnico-racial”. Esta exigencia, aunque diste de los derechos territoriales y sea un fenómeno que sucedió hace 400 años, es considerada como parte del pedido colectivo de justicia de los líderes.
En la agenda también participó Francia Márquez, vicepresidente de Colombia, quien tuvo un espacio para exponer la importancia de que cada vez haya más espacios en los que personas afros de todo el mundo sean escuchadas e incluidas en la toma de decisiones.
Este congreso tuvo la participación, además, de grupos y colectivos que velan por los derechos afros en todo el continente. Entre ellos está el Proceso de Comunidades Negras, de Colombia; la Coordinación Nacional para la Articulación de los Quilombos, de Brasil; el Centro de Desarrollo Étnico, de Perú, entre otros. Al espacio también asistieron funcionarios del Estado colombiano, como miembros de la Agencia Nacional de Tierras y el Ministerio de Ambiente.
“Pese a los avances legislativos internacionales y nacionales reconociendo la diversidad cultural y étnica y los derechos de las poblaciones afrodescendientes, se perpetúan condiciones drásticas de desigualdad social y económica, así como brechas de información y reconocimiento que afectan todos sus derechos”, reza el documento.
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