Rama Judicial premia a dos jueces por impartir justicia con enfoque de género
La Comisión Nacional de Género realizó una nueva entrega de su galardón de sentencias con enfoque de género, una iniciativa para acercar la justicia a las mujeres y la población agredida en razón de su género. Aquí, los ganadores.
En medio de aplausos y vitoreos se entregó una nueva edición del premio de sentencias con enfoque de género en Colombia. Este jueves, la Rama Judicial otorgó el galardón a dos funcionarios judiciales que hicieron justicia con enfoque de género y cerraron un poco más las brechas para acceder a este servicio para mujeres y población históricamente discriminada. La premiación se dio durante la 54ª versión de la condecoración José Ignacio de Márquez al Mérito Judicial.
Los ganadores fueron un juez de Salamina, Caldas y un magistrado de Bogotá que desde sus despachos judiciales tuvieron en cuenta la jurisprudencia relacionada con género y, además, valoraron que la justicia también puede aportar en eliminar la violencia contra las mujeres. Durante la ceremonia, Diana Remolina, presidenta del Consejo Superior de la Judicatura (CSJ) expresó “celebramos la excelencia, evidenciada en cada sentencia dictada o pronunciada desde estrados judiciales. Pero no es una excelencia buscada para brillar, sino para hacer justicia de la mejor manera posible”.
La Comisión Nacional de Género fue la encargada de entregar el galardón a estas dos personas que incluyeron en sus sentencias una perspectiva de género y así lograron que un fallo judicial, en lugar de revictimizar y reforzar estereotipos, derrumbe obstáculos en el acceso a la justicia. En la entrega y valoración de las sentencias también es fundamental el papel que Justicia Inclusiva, de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) ha tenido, pues ha inyectado recursos, personal humano y conceptos académicos para que la justicia pueda acercarse a las personas.
El primero en recibir la medalla fue Daniel Ortega Jiménez, juez penal de Salamina que tuvo a su cargo un caso de acceso carnal violento de una mujer en Caldas. La mujer agredida tuvo que enfrentarse a diferentes intentos de la defensa de su agresor para desacreditar su versión de haber sido violada, pues en los juicios y las pruebas, el abogado de su victimario intentó incluso sugerir que la versión que ella contó a la Fiscalía era falsa y por ello debía ponerse en duda su testimonio, que incluía golpizas, varios episodios de agresión sexual e incluso amenazas de muerte.
“Debe observarse si los dichos de la dama corresponden a la sana crítica”; “cuando una persona es violada no lubrica porque no está sintiendo placer, por ende debió quedar con huellas; pero de ello no quedó nada” o “(la mujer) está exagerando su testimonio (de violación) para ser más creíble”, aparecen en defensa del juicio. Además, el defensor sostenía que el único testigo del delito era la mujer, intentando instalar una cortina de duda sobre su versión. El juez llegó a la conclusión que, además de ser víctima de acceso carnal violento, la mujer había sido agredida “psicológica y físicamente en un contexto de vulneración y violencia de género”, por lo que ratificó la condena contra el agresor a 18 años de cárcel.
“Su decisión se destaca como un precedente emblemático en su especialidad, fortaleciendo el derecho a la igualdad y la no discriminación de justicia” apuntó la Comisión Nacional de Género frente a la sentencia de Ortega.
El otro premio se lo llevó el magistrado Óscar Humberto Ramírez, togado de la Sala Civil Especializada del Tribunal Administrativo de Bogotá. Al despacho de Ramírez llegó un caso de solicitud de restitución de tierras de una pareja en Notagaima (Tolima). En 2011, esta familia, especialmente la mujer, fue víctima de amenazas, incluso secuestro, violencia basada en género, hurto, despojo de tierras y desplazamiento forzado.
Tras un extenso proceso, el juez declaró a la mujer como víctima del conflicto armado, reconociendo su derecho a la restitución de un predio rural y ordenando su inclusión en el Registro Único de Víctimas, así como la provisión de apoyo psicológico, medidas transformadoras con enfoque de género, y la intervención de varias entidades para garantizar sus derechos. Además, el despacho remitió los hechos de violencia sexual a la Jurisdicción Especial para la Paz e instó a adoptar un enfoque de género en los procesos futuros de restitución.
Citando a toda la jurisprudencia de la Corte Constitucional y analizando los hechos de forma detallada, el juez examinó que era de su correspondencia “identificar casos en los que exista sospecha de relaciones desiguales, de discriminación o de violencia por razón de género que ameriten su intervención”. El juez, además, expuso como la mujer fue excluida de toda la etapa administrativa del proceso y que, en su solicitud de restitución, no se habían señalado los hechos de violencia sexual de los que también fue víctima, ni mucho menos, se le brindó acompañamiento psicojurídico.
De esta manera, el premio de sentencias con enfoque de género se entrega desde 2018 para reconocer el cierre de estereotipos de género en la justicia. Cada año, la Comisión Nacional recibe cientos de postulaciones de jueces y magistrados que, desde diferentes jurisdicciones y casos, derrumbaron estas murallas que impiden los derechos de las mujeres en el país. Este año, por ejemplo, se postularon 247 decisiones ganadoras.
De esas, los jurados escogieron un total de 10 fallos judiciales que en su criterio cumplían todos los requisitos de postulación. Los circuitos judiciales en donde más se cumplieron los objetivos del concurso fueron Bogotá, Caldas, Antioquia y Quindío, mientras que fue en el universo penal donde más sentencias se presentaron para participar.
La Comisión Nacional de Género valoró que las sentencias ganadoras tuvieran varios ítems para que cumplieran realmente su propósito de cerrar brechas contra las mujeres. Por ejemplo, esta corporación judicial tuvo en cuenta el contexto del caso en que se da la sentencia, tanto por los antecedentes como por las pruebas aportadas por las partes en la determinación judicial. También se reconoció el análisis probatorio, normativo y jurisprudencial de las sentencias, junto con las medidas de reparación y pedagogía que los jueces ordenaron a quienes consideraron responsables de haber incurrido en agresiones de género.
“Homenajeamos la vocación, como requisito indispensable para administrar justicia. A quienes no se limitan a cumplir con sus funciones, sino que, con sus actos, dan cuenta día a día de su compromiso con la justicia”, expresó la presidenta Ramírez. Es así que los reconocimientos a la justicia, con enfoque de género, impulsan a cerrar las brechas que aún tienen las mujeres para acceder a un sistema que, muchas veces, les ha cerrado las puertas.
¿Sabe qué es la justicia centrada en las personas? Visite Justicia Inclusiva de El Espectador
En medio de aplausos y vitoreos se entregó una nueva edición del premio de sentencias con enfoque de género en Colombia. Este jueves, la Rama Judicial otorgó el galardón a dos funcionarios judiciales que hicieron justicia con enfoque de género y cerraron un poco más las brechas para acceder a este servicio para mujeres y población históricamente discriminada. La premiación se dio durante la 54ª versión de la condecoración José Ignacio de Márquez al Mérito Judicial.
Los ganadores fueron un juez de Salamina, Caldas y un magistrado de Bogotá que desde sus despachos judiciales tuvieron en cuenta la jurisprudencia relacionada con género y, además, valoraron que la justicia también puede aportar en eliminar la violencia contra las mujeres. Durante la ceremonia, Diana Remolina, presidenta del Consejo Superior de la Judicatura (CSJ) expresó “celebramos la excelencia, evidenciada en cada sentencia dictada o pronunciada desde estrados judiciales. Pero no es una excelencia buscada para brillar, sino para hacer justicia de la mejor manera posible”.
La Comisión Nacional de Género fue la encargada de entregar el galardón a estas dos personas que incluyeron en sus sentencias una perspectiva de género y así lograron que un fallo judicial, en lugar de revictimizar y reforzar estereotipos, derrumbe obstáculos en el acceso a la justicia. En la entrega y valoración de las sentencias también es fundamental el papel que Justicia Inclusiva, de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) ha tenido, pues ha inyectado recursos, personal humano y conceptos académicos para que la justicia pueda acercarse a las personas.
El primero en recibir la medalla fue Daniel Ortega Jiménez, juez penal de Salamina que tuvo a su cargo un caso de acceso carnal violento de una mujer en Caldas. La mujer agredida tuvo que enfrentarse a diferentes intentos de la defensa de su agresor para desacreditar su versión de haber sido violada, pues en los juicios y las pruebas, el abogado de su victimario intentó incluso sugerir que la versión que ella contó a la Fiscalía era falsa y por ello debía ponerse en duda su testimonio, que incluía golpizas, varios episodios de agresión sexual e incluso amenazas de muerte.
“Debe observarse si los dichos de la dama corresponden a la sana crítica”; “cuando una persona es violada no lubrica porque no está sintiendo placer, por ende debió quedar con huellas; pero de ello no quedó nada” o “(la mujer) está exagerando su testimonio (de violación) para ser más creíble”, aparecen en defensa del juicio. Además, el defensor sostenía que el único testigo del delito era la mujer, intentando instalar una cortina de duda sobre su versión. El juez llegó a la conclusión que, además de ser víctima de acceso carnal violento, la mujer había sido agredida “psicológica y físicamente en un contexto de vulneración y violencia de género”, por lo que ratificó la condena contra el agresor a 18 años de cárcel.
“Su decisión se destaca como un precedente emblemático en su especialidad, fortaleciendo el derecho a la igualdad y la no discriminación de justicia” apuntó la Comisión Nacional de Género frente a la sentencia de Ortega.
El otro premio se lo llevó el magistrado Óscar Humberto Ramírez, togado de la Sala Civil Especializada del Tribunal Administrativo de Bogotá. Al despacho de Ramírez llegó un caso de solicitud de restitución de tierras de una pareja en Notagaima (Tolima). En 2011, esta familia, especialmente la mujer, fue víctima de amenazas, incluso secuestro, violencia basada en género, hurto, despojo de tierras y desplazamiento forzado.
Tras un extenso proceso, el juez declaró a la mujer como víctima del conflicto armado, reconociendo su derecho a la restitución de un predio rural y ordenando su inclusión en el Registro Único de Víctimas, así como la provisión de apoyo psicológico, medidas transformadoras con enfoque de género, y la intervención de varias entidades para garantizar sus derechos. Además, el despacho remitió los hechos de violencia sexual a la Jurisdicción Especial para la Paz e instó a adoptar un enfoque de género en los procesos futuros de restitución.
Citando a toda la jurisprudencia de la Corte Constitucional y analizando los hechos de forma detallada, el juez examinó que era de su correspondencia “identificar casos en los que exista sospecha de relaciones desiguales, de discriminación o de violencia por razón de género que ameriten su intervención”. El juez, además, expuso como la mujer fue excluida de toda la etapa administrativa del proceso y que, en su solicitud de restitución, no se habían señalado los hechos de violencia sexual de los que también fue víctima, ni mucho menos, se le brindó acompañamiento psicojurídico.
De esta manera, el premio de sentencias con enfoque de género se entrega desde 2018 para reconocer el cierre de estereotipos de género en la justicia. Cada año, la Comisión Nacional recibe cientos de postulaciones de jueces y magistrados que, desde diferentes jurisdicciones y casos, derrumbaron estas murallas que impiden los derechos de las mujeres en el país. Este año, por ejemplo, se postularon 247 decisiones ganadoras.
De esas, los jurados escogieron un total de 10 fallos judiciales que en su criterio cumplían todos los requisitos de postulación. Los circuitos judiciales en donde más se cumplieron los objetivos del concurso fueron Bogotá, Caldas, Antioquia y Quindío, mientras que fue en el universo penal donde más sentencias se presentaron para participar.
La Comisión Nacional de Género valoró que las sentencias ganadoras tuvieran varios ítems para que cumplieran realmente su propósito de cerrar brechas contra las mujeres. Por ejemplo, esta corporación judicial tuvo en cuenta el contexto del caso en que se da la sentencia, tanto por los antecedentes como por las pruebas aportadas por las partes en la determinación judicial. También se reconoció el análisis probatorio, normativo y jurisprudencial de las sentencias, junto con las medidas de reparación y pedagogía que los jueces ordenaron a quienes consideraron responsables de haber incurrido en agresiones de género.
“Homenajeamos la vocación, como requisito indispensable para administrar justicia. A quienes no se limitan a cumplir con sus funciones, sino que, con sus actos, dan cuenta día a día de su compromiso con la justicia”, expresó la presidenta Ramírez. Es así que los reconocimientos a la justicia, con enfoque de género, impulsan a cerrar las brechas que aún tienen las mujeres para acceder a un sistema que, muchas veces, les ha cerrado las puertas.
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