Un proyecto de turismo con sabor a justicia social llega a las comunidades étnicas
La aerolínea Clic y Usaid se aliaron en un intento de cerrar brechas de décadas hacia las poblaciones étnicas. Su convenio no solo propone a los turistas conocer sus raíces, sino descubrir la historia de esa Colombia abandonada y rezagada.
Tomás Tarazona Ramírez
En un intento por fomentar la justicia social en comunidades afro e indígenas, la aerolínea Clic, que comenzó a operar a mediados de febrero, y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), anunciaron una alianza que busca darle visibilidad y apoyo económico al “corazón de Colombia”, es decir, territorios no muy frecuentados o conocidos por los turistas.
Usaid y la aerolínea se juntaron y diseñaron un programa de turismo cuyo eje es que los turistas conozcan comunidades étnicas y territorios desconocidos donde indígenas y afros han habitado durante siglos.
“Colombia tiene una brecha histórica con las comunidades étnicas que se tiene que saldar. En un avión van personas con capacidad de gasto que permiten que esas comunidades se beneficien, generen ingresos, economía circular, y se cierre esa brecha. Debemos apostarle al país”, dijo Felipe Gutiérrez, gerente de la aerolínea, en diálogo con El Espectador.
(Puede interesarle: ¿Busca a dónde ir en vacaciones? Conozca estos 5 destinos de paz inexplorados)
El proyecto le apunta a que en los próximos meses, más de dos millones de turistas conozcan 36 destinos “ocultos” y festivales étnicos, como, por ejemplo, el Festival de San Pacho en Quibdó; Petronio Álvarez, en Cali; Festival Wayuu, de Riohacha, entre otros.
Anupama Rajaraman, directora de Usaid Colombia, en entrevista con este diario, resaltó la importancia de que el turismo sea manejado por las manos de los integrantes de comunidades étnicas y cómo esto puede significar un ejercicio de justicia en sus territorios. “Nuestro objetivo es que los viajeros hagan turismo regenerativo, pero también que se dignifique y exalte a esas comunidades que abren sus puertas a que se conozcan sus territorios y costumbres”, apuntó.
Así las cosas, Clic ofrecerá a los viajeros maneras rápidas y económicas de llegar por aire a los territorios, mientras Usaid se encargará de enlazar a los turistas con los líderes y comunidades étnicas, para que, según su directora, “el viajero pueda aprovechar al máximo su estadía de la mano con esas personas que llevan cientos de años viviendo en esos territorios mientras aprenden sobre sus raíces y pasado étnico”.
La iniciativa es celebrada por comunidades étnicas de al menos 58 zonas que se verán beneficiadas por este modelo de turismo en donde son sus integrantes quienes puedan diseñar los planes de viaje y generar ingresos con esa forma de turismo.
(Lea también: Exterminio de la UP: Un pasaje de la historia para recordar los crímenes de Estado)
Tanto Rajaraman como Gutiérrez coinciden en que hay quejas sobre cómo el turismo perjudica a las comunidades. Sin embargo, la alianza pretende que sean los mismos integrantes de las comunidades étnicas los que den las directrices sobre cómo sería la mejor forma de visitar los territorios y relacionarse con las comunidades y los destinos sin necesidad de perjudicar su entorno.
En 2022, la Universidad Javeriana realizó un estudio sobre el impacto del turismo en los territorios. En el 72% de los casos, el informe demostró que se reportaron impactos negativos como la “destrucción, pérdida de resiliencia de ecosistemas, medios de vida vulnerables, conflictos por el acceso y uso de recursos naturales o aumento de desigualdades sociales”.
Para Consuelo Gil, administradora de la agencia de viajes Wiwatours, estos problemas se mitigan con un modelo de turismo como el que ellos manejan en los lugares étnicos de Santa Marta. “Es una oportunidad para promover y preservar la visión indígena que nosotros tenemos. Gana nuestro conocimiento como saber espiritual, ancestral y que podamos llevarlo a los viajeros para que entiendan que se debe cuidar la madre tierra y la naturaleza”, señaló.
(Recomendado: Jóvenes hacen un llamado para participar en Planes de Desarrollo Territorial)
Una nueva óptica
Durante décadas, el conflicto armado impidió que centenares de ecosistemas colombianos fueran explorados. Ríos, cañones, playas, sabanas, páramos, raudales, selvas y bosques se mantuvieron ocultos por cuenta de la presencia de grupos armados ilegales que controlaban los territorios.
La guerra, además de ocasionar miles de víctimas e impedir que cientos de municipios fueran visitados, ocasionó una perspectiva de peligro para los turistas. En el último año, por ejemplo, la Embajada de Estados Unidos ha emitido alertas a sus ciudadanos y les ha pedido “reconsiderar” viajar a Colombia. “Si bien los terroristas no han atacado específicamente a ciudadanos estadounidenses, en los ataques pueden resultar víctimas no deseadas”, reza el último comunicado, publicado en febrero de este año.
Pese a ese panorama preocupante, Rajaraman, directora de Usaid Colombia, considera que esta alianza es una oportunidad que no solo beneficia a las comunidades étnicas, sino a toda Colombia. “Es una oportunidad para cambiar la perspectiva que se tiene del país y lo que se ve internacionalmente. Estas comunidades necesitan oportunidades económicas para poder alcanzar su potencial. Esta alianza les da esa oportunidad y hace que se sientan orgullosos de su cultura y que, tanto colombianos como personas de otros países, conozcan sus raíces y pasado histórico. No se tiene que sacrificar el medio ambiente para lograr el desarrollo económico; y eso es lo que vamos a buscar hacer con esta alianza”, concluyó.
¿Sabe qué es la justicia centrada en las personas? Visite Justicia Inclusiva de El Espectador
En un intento por fomentar la justicia social en comunidades afro e indígenas, la aerolínea Clic, que comenzó a operar a mediados de febrero, y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), anunciaron una alianza que busca darle visibilidad y apoyo económico al “corazón de Colombia”, es decir, territorios no muy frecuentados o conocidos por los turistas.
Usaid y la aerolínea se juntaron y diseñaron un programa de turismo cuyo eje es que los turistas conozcan comunidades étnicas y territorios desconocidos donde indígenas y afros han habitado durante siglos.
“Colombia tiene una brecha histórica con las comunidades étnicas que se tiene que saldar. En un avión van personas con capacidad de gasto que permiten que esas comunidades se beneficien, generen ingresos, economía circular, y se cierre esa brecha. Debemos apostarle al país”, dijo Felipe Gutiérrez, gerente de la aerolínea, en diálogo con El Espectador.
(Puede interesarle: ¿Busca a dónde ir en vacaciones? Conozca estos 5 destinos de paz inexplorados)
El proyecto le apunta a que en los próximos meses, más de dos millones de turistas conozcan 36 destinos “ocultos” y festivales étnicos, como, por ejemplo, el Festival de San Pacho en Quibdó; Petronio Álvarez, en Cali; Festival Wayuu, de Riohacha, entre otros.
Anupama Rajaraman, directora de Usaid Colombia, en entrevista con este diario, resaltó la importancia de que el turismo sea manejado por las manos de los integrantes de comunidades étnicas y cómo esto puede significar un ejercicio de justicia en sus territorios. “Nuestro objetivo es que los viajeros hagan turismo regenerativo, pero también que se dignifique y exalte a esas comunidades que abren sus puertas a que se conozcan sus territorios y costumbres”, apuntó.
Así las cosas, Clic ofrecerá a los viajeros maneras rápidas y económicas de llegar por aire a los territorios, mientras Usaid se encargará de enlazar a los turistas con los líderes y comunidades étnicas, para que, según su directora, “el viajero pueda aprovechar al máximo su estadía de la mano con esas personas que llevan cientos de años viviendo en esos territorios mientras aprenden sobre sus raíces y pasado étnico”.
La iniciativa es celebrada por comunidades étnicas de al menos 58 zonas que se verán beneficiadas por este modelo de turismo en donde son sus integrantes quienes puedan diseñar los planes de viaje y generar ingresos con esa forma de turismo.
(Lea también: Exterminio de la UP: Un pasaje de la historia para recordar los crímenes de Estado)
Tanto Rajaraman como Gutiérrez coinciden en que hay quejas sobre cómo el turismo perjudica a las comunidades. Sin embargo, la alianza pretende que sean los mismos integrantes de las comunidades étnicas los que den las directrices sobre cómo sería la mejor forma de visitar los territorios y relacionarse con las comunidades y los destinos sin necesidad de perjudicar su entorno.
En 2022, la Universidad Javeriana realizó un estudio sobre el impacto del turismo en los territorios. En el 72% de los casos, el informe demostró que se reportaron impactos negativos como la “destrucción, pérdida de resiliencia de ecosistemas, medios de vida vulnerables, conflictos por el acceso y uso de recursos naturales o aumento de desigualdades sociales”.
Para Consuelo Gil, administradora de la agencia de viajes Wiwatours, estos problemas se mitigan con un modelo de turismo como el que ellos manejan en los lugares étnicos de Santa Marta. “Es una oportunidad para promover y preservar la visión indígena que nosotros tenemos. Gana nuestro conocimiento como saber espiritual, ancestral y que podamos llevarlo a los viajeros para que entiendan que se debe cuidar la madre tierra y la naturaleza”, señaló.
(Recomendado: Jóvenes hacen un llamado para participar en Planes de Desarrollo Territorial)
Una nueva óptica
Durante décadas, el conflicto armado impidió que centenares de ecosistemas colombianos fueran explorados. Ríos, cañones, playas, sabanas, páramos, raudales, selvas y bosques se mantuvieron ocultos por cuenta de la presencia de grupos armados ilegales que controlaban los territorios.
La guerra, además de ocasionar miles de víctimas e impedir que cientos de municipios fueran visitados, ocasionó una perspectiva de peligro para los turistas. En el último año, por ejemplo, la Embajada de Estados Unidos ha emitido alertas a sus ciudadanos y les ha pedido “reconsiderar” viajar a Colombia. “Si bien los terroristas no han atacado específicamente a ciudadanos estadounidenses, en los ataques pueden resultar víctimas no deseadas”, reza el último comunicado, publicado en febrero de este año.
Pese a ese panorama preocupante, Rajaraman, directora de Usaid Colombia, considera que esta alianza es una oportunidad que no solo beneficia a las comunidades étnicas, sino a toda Colombia. “Es una oportunidad para cambiar la perspectiva que se tiene del país y lo que se ve internacionalmente. Estas comunidades necesitan oportunidades económicas para poder alcanzar su potencial. Esta alianza les da esa oportunidad y hace que se sientan orgullosos de su cultura y que, tanto colombianos como personas de otros países, conozcan sus raíces y pasado histórico. No se tiene que sacrificar el medio ambiente para lograr el desarrollo económico; y eso es lo que vamos a buscar hacer con esta alianza”, concluyó.
¿Sabe qué es la justicia centrada en las personas? Visite Justicia Inclusiva de El Espectador