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El pasado esclavista de dos municipios colombianos fue reconocido por la Unesco

La Unesco acaba de informar que San Basilio de Palenque (Bolívar) y San José de Uré (Córdoba) fueron reconocidos como parte de todo un proceso de resistencia y lucha frente a la esclavitud que existió en Colombia hace 500 años. Aquí le contamos lo que implica esta designación.

Tomás Tarazona Ramírez
17 de octubre de 2024 - 09:08 p. m.
San Basilio de Palenque, fue declarado como patrimonio de la humanidad.
San Basilio de Palenque, fue declarado como patrimonio de la humanidad.
Foto: Comisión Legal Afrocolombiana
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Las personas esclavizadas se organizaron, hablaron entre ellos y un día cualquiera de 1713, rompieron sus cadenas, huyeron de los puertos esclavistas de Cartagena y se asentaron en un pequeño territorio al que llamaron San Basilio de Palenque: la primera ciudad libre de América.

Por historias como estas, la Unesco acaba de designar a San Basilio de Palenque (Bolívar) y San José de Uré (Córdoba) como dos municipios que harán parte de la Ruta de las personas esclavizadas. El galardón no solo aplaude siglos de resistencia que ambos lugares han emprendido contra la esclavitud y, más recientemente, el racismo. Además, diseñará programas que ayuden a que los dos municipios negros preserven su cultura y continúen con sus pedidos de justicia social.

La Unesco, con sede en París, reconoce que el reconocimiento de los dos lugares también contribuirá a poner a hablar de Colombia de cómo la esclavitud afectó a las personas negras y de qué forma, luego de más de cinco siglos, sigue teniendo repercusiones como la desigualdad, exclusión o discriminación.

Las raíces de la esclavitud

Desde 1994, la Unesco empezó a formar un “catálogo” de sitios en los que sonaron las cadenas esclavistas y vivieron la historia de miles de personas negras obligadas a hacer tareas de servidumbre. El propósito del proyecto es crear una red de lugares que a través de su cultura, historias y habitantes puedan contar cómo fue ese proceso de esclavización. Este año, el turno llegó para San Basilio de Palenque y San José de Uré.

El primero es considerado como la primera ciudad libre de esclavitud de América, pues en 1713, más de 3.500 personas negras huyeron de los campos esclavistas de Cartagena y se resguardaron a unos cuantos de la ciudad amurallada. Aunque emisarios de la Colonia intentaron asediar la ciudad varias veces, los habitantes resistieron a las amenazas, violencias y construyeron una cultura propia relacionada con la resistencia y la lucha contra la esclavitud.

El segundo, San José de Uré, es un pequeño pueblo al sur de Córdoba que, según dijo María Yovadis Baquero, profesora del municipio a El Espectador, le ha hecho frente la guerra, el abandono estatal y la esclavitud gracias a sus costumbres negras.

Desde hace décadas, María Yovadis y sus antecesores, en su mayoría mujeres, han creado una cultura propia en San José. Por ejemplo, enseñan a sus niños las danzas africanas, la importancia de la identidad cultural afro e incluso, sus colegios tienen un pénsum en donde todas las asignaturas están relacionadas con los conocimientos ancestrales negros.

¿Qué implica el reconocimiento de la Unesco?

A partir de este año, este organismo de la ONU designará esfuerzos y presupuesto a ambos municipios para preservar su cultura e identidad. Por ejemplo, permitirá que haya actividades en Colombia y el mundo para conocer ambos municipios y entender su importancia. Además, sus líderes recibirán apoyo técnico para que, con apoyo de Unesco, logren conseguir varios de sus pedidos de justicia social, como “la implementación de políticas públicas que apoyen la creación y distribución de bienes culturales relacionados con los lugares vinculados a la esclavitud”, explica el organismo.

“Este reconocimiento abre nuevas oportunidades para visibilizar nuestra historia, promover la memoria y colaborar con otros países en el fortalecimiento de los derechos humanos. Es un paso importante para que el legado de las comunidades afrodescendientes siga siendo un símbolo de libertad y dignidad en nuestra sociedad”, aseguró Kandya Obezo, viceministra de asuntos multilaterales de la Cancillería colombiana.

Además de la inversión de capital y recursos humanos, ambos municipios colombianos podrán entrar a fortalecer la historia de memoria que versa sobre la esclavitud.

Diana Angulo, abogada de la Universidad del Rosario experta en temas de esclavitud, aún hay una brehca inmensa en saber la historia de este fenómeno que se extendió en toda América y sobre todo, sus consecuencias 500 años después a los millones de afros y negros que viven en el continente. “Es indispensable mostrar y hablar de ese pasado doloroso que fue la esclavitud. Nos obliga también a reconocer que muchos de los discursos y prácticas racistas del pasado continúan teniendo consecuencias en nuestro presente. Se conectan con las desigualdades contemporáneas y representan cicatrices que aún no han sanado”, explica Angulo a este diario.

Aún es muy pronto para hablar de cómo dos pequeños municipios, que en el pasado sobrevivieron a la esclavitud y hoy lo hacen frente a la guerra, pueden beneficiarse del programa. Sin embargo, el reconocimiento no solo es un aplauso a décadas de resistencia que sus líderes y habitantes han tenido. Es, además, una forma de reconocer que aunque tarde, Colombia y una organización internacional como la Unesco, reconocen que San Basilio de Palenque y San José de Uré sí sufrieron las consecuencias del racismo y que, 500 años después, esa herida no ha sanado por completo.

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Tomás Tarazona Ramírez

Por Tomás Tarazona Ramírez

Periodista de investigación con énfasis en conflicto, memoria y paz.ttarazona@elespectador.com

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