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La próxima vez que corte un aguacate, deténgase antes de desechar su semilla. Esta robusta pepita marrón, que muchos descartan sin pensarlo, esconde un potencial fascinante: la posibilidad de transformarse en un majestuoso árbol frutal en su propio hogar.
Antes de abordar el cómo cultivar el aguacate de manera sencilla, es importante conocer más sobre esta especie. Su nombre científico es Persea americana, y pertenece a la familia Lauraceae y se destaca por su tronco, que puede ser recto o levemente torcido, cubierto de una corteza gris verdosa y surcada por líneas alargadas. Su copa es amplia y redondeada, con ramas bajas que, en su juventud, adquieren un tono verde amarillento, formando una imponente y frondosa silueta en el paisaje. En condiciones silvestres, el árbol puede alcanzar los 20 metros de altura. Sin embargo, en cultivos controlados se mantiene entre los 8 y 12 metros, lo que facilita tanto su manejo como la recolección de sus frutos.
Aunque muchos lo ven como un vegetal, el aguacate es en realidad una fruta, al igual que el tomate. Su fruto es una baya de forma ovalada o de pera, que puede medir entre 7 y 33 centímetros de largo y hasta 15 centímetros de ancho. La cáscara, que varía en textura y color, puede ser verde o púrpura oscuro y su pulpa, conocida por ser rica en aceites, tiene un tono que oscila entre el amarillo y el verde claro.
¿Cómo puede cultivarlo?
- Elegir y preparar la semilla:
Para comenzar, se debe seleccionar un aguacate que esté bien maduro, preferiblemente de un árbol cercano o de una semilla certificada para la zona, ya que esto asegura que germinará adecuadamente en el suelo del jardín. Una vez que se tenga el aguacate, se debe extraer la semilla con cuidado de no dañarla. Posteriormente, se deben insertar cuatro palillos alrededor de la semilla, a aproximadamente un centímetro de la punta, lo que servirá para que de soporte al colocar la semilla en un vaso de agua. La estructura formada permitirá que el extremo plano quede sumergido en el agua, mientras que la parte en punta quede hacia arriba, favoreciendo la correcta germinación.
El vaso debe colocarse en un lugar donde reciba luz solar, idealmente cerca de una ventana, pero alejado de corrientes de aire frío. Después de unas ocho semanas, cuando comiencen a aparecer raíces y un brote en la parte superior, se sabrá que la semilla está lista para ser trasladada a una maceta.
- Traslado a una maceta:
Para el trasplante, es recomendable utilizar una maceta pequeña que tenga agujeros de drenaje para permitir la salida del exceso de agua y debe usar una mezcla de tierra rica en nutrientes, como una preparada con lombrices y composta, para proporcionar a la planta los nutrientes necesarios para su desarrollo.
Al colocar la semilla en la maceta, esta debe enterrarse solo hasta la mitad, dejando la parte superior, que tiene el capullo, expuesta y luego presiones suavemente la tierra alrededor de la semilla para asegurar que quede bien ajustada. Después de retirar los palillos, se puede agregar un poco de agua para humedecer el suelo. En un mes verá como le comienzan a salir hojas nuevas.
- Mejor época para sembrarlo en una huerta:
Una vez que tenga una plántula fuerte, es importante considerar el momento adecuado para trasladarla a la huerta y es que el aguacate, siendo una fruta tropical, prospera en climas cálidos con abundante sol y es sensible a las bajas temperaturas, por lo tanto, la época ideal para plantarlo es al inicio de la temporada cálida, evitando las lluvias, que pueden afectar su crecimiento inicial.
Si decide cultivar un aguacate desde semilla, debe tener en cuenta que puede tardar entre 5 y 10 años en dar frutos. Para acortar este tiempo, puede optar por un árbol joven injertado, que suele comenzar a producir en aproximadamente 4 años. En ambos casos, es importante plantar en temporadas de calor para que el árbol se adapte mejor a su entorno.
Al momento de plantar, el hoyo debe ser más ancho que las raíces y de una profundidad igual a la altura del cepellón. Esto garantiza que las raíces puedan acceder al agua y a los nutrientes necesarios, lo que evitará que el árbol se debilite o marchite.
Cuidados
- Humedad y Riego: Riegue regularmente, especialmente en épocas secas, pero sin encharcar, pues puede pudrir sus raíces. Use agua de buena calidad, ya sea agua de lluvia o agua destilada.
- Sol: Asegúrese de que el árbol reciba sol directo.
- Poda: Pode para permitir que el sol alcance el interior de la copa y solo deje sombra en el tronco y ramas principales.
- Fertilización: Aporte nutrientes según la etapa del árbol (joven o en producción). Use abonos con nitrógeno, fósforo y potasio, aplicando un poco cada mes, y complemente con materia orgánica.
- Mantenimiento del Suelo: Mantenga el suelo aireado y añada abono orgánico para conservar su fertilidad.
- Plagas: El aguacate es vulnerable a plagas como trips, araña roja, barrenadores y escamas, que dañan hojas, ramas, y frutos jóvenes, reduciendo su calidad y producción. Además, enfermedades como Phytophthora (que pudre las raíces y causa la “tristeza del aguacatero”). Para enfrentarlos puede usar una combinación de fungicidas naturales como un caldo de ceniza, aquí le explicamos como hacer uno.
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